‘First Dates’: Alma y la razón por la que no quería compartir mesa con su cita

Una noche más las puertas de ‘First Dates’ se abrieron para dar la bienvenida a nuevos comensales dispuestos a encontrar el amor. Participantes con ciertas predilecciones que son seleccionadas por el programa, siendo en esta ocasión Alma y Ricardo dos de los invitados que no acabaron muy bien por su contraria filosofía de los animales.

«El estado ideal de una persona es estar enamorado, esa pasión que te sale por todos los poros de tu cuerpo, esas ganas, esa ilusión… creo que te iluminas», afirmaba la profesora de Francés en su presentación. Su cita de la noche fue Ricardo, un malagueño jubilado que señalaba que «soy de costumbres antiguas en el respeto, en la educación, en unos valores con los que me han educado mis abuelos y mis padres que ahora no se suelen llevar».

¿No se ha quedado una noche perfecta para encontrar el amor? ¡Las puertas de #FirstDates7S ya están abiertas! 💕 https://t.co/x6IbzaH1tz pic.twitter.com/hgl87eKMfY

— First Dates (@firstdates_tv) September 7, 2021

Nada más verse, ambos tuvieron muy buenas impresiones de cada uno. «Físicamente he visto a un hombre grande y sus ojos me han trasmitido mucha luz, eso me ha agradado», admitió Alma. «Es una mujer interesante, físicamente está bien, muy maja y agradable», reconoció Ricardo por su parte. Al principio, la cena transcurrió a las mil maravillas, ambos se entendía a la perfección, excepto por un tema que hizo que todo se viniera abajo en cuestión de segundos.

«¿Te gustan los animales? Porque tengo tres perras. La galga es muy viejita, tiene 17 años y lleva tres conmigo, fue un desecho de un cazador», comentaba la profesora de forma espontánea. Un tema que determinó todo, y es que, Ricardo admitió en ‘First Dates’ que le encantaban, pero «soy cazador, pero es caza selectiva».

Unas palabras que no le sentaron nada bien a Alma. «Me has matado, no puedo estar con un cazador, jamás de los jamases. Ni tomarme dos cervezas», le afirmaba. «Aquí si porque soy una mujer educada, pero es que no puedo con vuestra filosofía. Lo mismo que no podría sentarme con un torero. No puedo entender que se disfrute matando a un animal ni torturándolo, y eso me rompe el esquema de esa persona porque moralmente es una barbaridad», señaló la marbellí.

Al verla completamente alterada, el comensal intentó explicarle que «la caza que hacíamos era con guardias y eran animales enfermos, con problemas…». Sin embargo, la profesora sabía que no todo es maravilloso y la caza siempre tiene un lado oscuro. «Eso es lo que se dice siempre, no nos engañemos», declaraba.

«Ha sido muy radical», admitió Ricardo antes de la decisión final, donde afirmó que no le gustaría tener una segunda cita con Alma porque «ella quiere un compañero que siga el mismo camino que ella y en muchas cosas no lo hacemos». Un decisión en la que ambos estuvieron de acuerdo, ya que ella tampoco quiso volver a quedar con él, pero se disculpó porque «a lo mejor he sido algo brusca durante la cena por decirle que no me tomaría ni una cerveza con un cazador, pero ahí tendríamos bastantes desencuentros».