Tendencias en la tecnología y en la innovación empresarial para 2024

La innovación y la tecnología van a ser las bases de vanguardia en las que fijarse para avanzar en esta nueva revolución industrial en la que todos los actores, empresas, instituciones y poderes públicos tienen que estar alerta.

Muchas de las tendencias emergentes pasan por prever el futuro digital, conocer las áreas de conocimiento y dibujar las tendencias tecnológicas y de innovación empresarial para el 2024 que tendrán un impacto económico muy relevante.

Las empresas y las administraciones no deberán perder de vista por dónde hay que ir en cuanto a innovación y tecnología, teniendo muy presente el pasado reciente y cómo discurre la situación geopolítica internacional para que se implementen estas tendencias en sus estrategias corporativas.

Tras la pandemia

Tras la pandemia muchos escenarios cambiaron en distintos ámbitos de la sociedad y de la economía mundial y, aunque esta referencia nos parezca muy lejana, es en este año 2023 la época en la que ya nos hemos liberado totalmente de las mascarillas.

En ese contexto de contagios y de confinamientos las naciones pudieron ver sus fortalezas y sus debilidades y tuvieron que hacer un análisis que también afectó al mundo tecnológico y obligó a reorientar sus prioridades. Este punto de la post pandemia es citado por diversos estudios e informes como un lugar común de inflexión.

La tecnología ha tenido un papel fundamental durante la crisis sanitaria y ha afectado posteriormente a los desarrollos y a los hábitos que se han ido transformando. Ha sido el momento de las pantallas, de las videoconferencias, del teletrabajo, de la telemedicina, del aprendizaje en línea, del comercio electrónico y de la comunicación digital.

Sociedad digital

Y todo ello ha creado un mundo de datos, de interpretación y gestión de los datos, en el que las tecnologías centrales como el Big Data, la computación en la nube, el Internet de las Cosas y el blockchain están construyendo una nueva sociedad del conocimiento digital.

Desde la Fundación Cotec, en su Anuario 2023 dedicado al binomio innovación y territorio a través de tres ejes se presentan soluciones  haciendo hincapié en las brechas entre comunidades autónomas; el desarrollo rural como respuesta al fenómeno de la despoblación y el desarrollo urbano como reto de sostenibilidad.

En este informe se destaca que España ocupa en 2023 el puesto 16 de 27 en el ranking de innovación de la Unión Europea, idéntica posición que un año antes, según recoge el European Innovation Scoreboard 2023, publicado en julio por la Comisión Europea.

En el ranking se detalla que nuestro país «avanza en la convergencia con la UE-27, pero sigue estando por debajo del promedio europeo. Se sitúa en el 89,2% de la media continental, 4 décimas más que en 2022 (88,8%) y 2,8 por debajo de su máximo histórico (92%, en 2019)».

Digitalización en España

El European Innovation Scoreboard analiza un total de 32 indicadores, clasificados en 12 grupos, tras realizarse una serie de incorporaciones de indicadores vinculados con las transiciones digital y verde, elementos centrales de la estrategia de política económica de la UE.

España se sitúa por encima de la media comunitaria en 3 de los 12 grupos de indicadores que componen el índice. Se trata de los bloques de digitalización (donde ocupa la posición 4 entre los 27, adelantando a Suecia en el último año); capital humano (posición 8); y sostenibilidad ambiental (11).

Por el contrario, estaría por debajo en los bloques de innovación en pymes (22); empleo en innovación (22); colaboración empresarial con el sistema (22); sistema de investigación atractivo (17); uso de TIC (17); protección de la innovación (17); inversión empresarial (16); financiación y apoyo (13); y productos y exportaciones (10).

Con estos datos se puede ver que no todo el desarrollo innovador gira en torno a la digitalización, también consiste en crear estrategias para interconectar el mundo del conocimiento científico y de la investigación con el talante y el talento que reside en las empresas, que buscan la competitividad.

Empleo en innovación tecnológica

En 2021, desde distintos estudios se apunta que España experimentó un salto histórico en el número de empleados tecnológicos, aumentando un 21% respecto al ejercicio anterior.

Sin embargo, este salto no se reflejó en el número de trabajadores disponibles: casi 73.000 vacantes quedaron sin cubrir. Una cifra que, en 2022, superó los 100.000. Además, según el Ministerio de Educación y Formación Profesional indican que, en 2020, sólo el 6% de los estudiantes universitarios estaban inscritos en un curso relacionado con la tecnología.

Para llegar a la senda de la innovación en la tecnología dentro de las empresas, el papel estatal es fundamental ya que debe incentivar que nos convirtamos en una potencia para alcanzar los primeros puestos dentro de la UE.

Se prevé que España es el estado que más va a crecer dentro de la Unión y que se debe aprovechar esta circunstancia. Según el Foro Económico Mundial se calcula que la industria STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) podría llegar a abarcar el 6,7% del PIB del país, lo que se traduciría en casi 250.000 empleos directos.

Por lo tanto, no se debe perder de vista que hay que plantear la integración interdisciplinaria de estas áreas de las ciencias en un contexto asociado a la ingeniería y la tecnología.

Por dónde debe ir la formación

Este empuje debe orientarse a la educación digital, promoviendo la formación para crecer en la profesionalidad y en la cualificación en las nuevas tecnologías.

Los expertos consideran fundamental que se trabaje en la colaboración entre empresas y universidades o instituciones educativas para crear currículos tecnológicos, preparando a los estudiantes exactamente para lo que se demanda, fortaleciendo los programas de mentoría dentro de las organizaciones.

Las empresas, pequeñas, medianas y grandes son la energía de la innovación, pero, en esta interconexión a la que se hace referencia tienen que jugar un papel fundamental otros actores como son el sector público, el académico y la sociedad.

En cuanto a la formación y el talento tecnológico, el informe anual Tech Trends de Deloitte aclara que no se debe ser cortoplacista por estar en «un entorno que evoluciona rápidamente», y que se deben promover estrategias flexibles en cuanto a los perfiles que se contratan o se incorporan a las organizaciones.

Colaboración entre empresas

En este ambiente de nuevos escenarios de interconexión, las empresas han concluido que deben aumentar las colaboraciones en investigación. Un buen ejemplo fue la reciente creación de All4Zero, la unión entre ArcelorMittal, Holcim, Iberia y Repsol con el objetivo común de alcanzar las cero emisiones netas en 2050.

Sus creadores afirman que All4Zero es «un hub de innovación tecnológica con orientación industrial, único en España, centrado en el desarrollo de tecnologías para la descarbonización y la economía circular».

Se trata de crear, dentro de un ambiente colaborativo, el poner a disposición de empresas, pymes, startups, emprendedores y centros de investigación el conocimiento y experiencia en el ámbito industrial para impulsar su I+D y validar las tecnologías disruptivas que contribuyan a la reducción de emisiones en la actividad industrial.

El compartir conocimiento es uno de los caminos más interesantes para crear innovación, buscar el conectar las investigaciones y las soluciones en aras de alcanzar una competitividad real y eficiente.

Menos dependencia externa

La dependencia externa ha sido uno de los puntos más sensibles en las crisis sanitarias y en los conflictos geopolíticos. Es esta debilidad la que ha movido a que se construyan sistemas de gestión de la cadena de suministro más eficientes y resistentes para el futuro, con una urgencia de fomentar el intercambio de datos y mejorar su precisión.

Sobre este punto destaca el IV Informe sobre la Ciencia y la Tecnología en España de la Fundación Alternativas que advierte que la «salida de la crisis sanitaria y su secuela económica se ha visto cortada por la crisis geopolítica desatada por la guerra de Ucrania», que ha puesto otra vez encima de la mesa «la necesidad de una independencia estratégica, tanto energética como política, de la UE y de nuestro país».

Independencia tecnológica

La fundación informa que debemos «situar a España en el mapa geopolítico de la I+D+I», y que esta senda de independencia tecnológica no debe de pasar desapercibida, debe tomarse en serio y «debe basarse en un conocimiento científico-tecnológico».

En este sentido se reconoce desde la fundación que todos los esfuerzos de avance «deben estar sostenidos en el conocimiento básico de los procesos de transformación en marcha (digitalización, gestión del cambio climático y los recursos hídricos, inteligencia artificial, nueva industrialización…)».

Se concluye que «las llamadas tecnologías profundas o esenciales (aquellas que cambiarán los modos de vida) no pueden depender exclusivamente de terceros países», y que «Europa, y con ella España, tiene que estar en condiciones de contribuir a la transformación social generada por los nuevos conocimientos».

Para huir de la dependencia internacional, los retos de futuro a los que se enfrentan las naciones de la Unión Europea y, por ende, España, confirman el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, como elementos vertebradores de la senda a seguir.

Internet, metaverso e Inteligencia Artificial

Deloitte también explora en su informe el impacto de las oportunidades tecnológicas emergentes en diversas áreas de las organizaciones, como las de innovación (interacción, información, computación) y las fundamentales para el negocio (tecnología, ciberseguridad y modernización central), definiendo cuáles son las tendencias y temas que marcarán el ritmo del sector en el futuro.

En el camino que marca la consultora en su decimocuarta entrega se establece que el mundo de la empresa tiene que fijarse en el Internet inmersivo, incluyendo el mundo digital conocido como el metaverso, la Inteligencia Artificial y en los entornos de almacenamiento de datos en la nube.

Otros de los puntos de innovación tecnológica que se deben tener en cuenta para el futuro residen en las arquitecturas y ecosistemas descentralizados dentro del contexto blockchain para evitar el «colocar la confianza en una sola persona u organización, distribuyéndola entre la comunidad de usuarios».

Transición verde y digital

«En la nueva revolución industrial que se está viviendo no hay que perder de vista las tecnologías orientadas al ahorro y la eficiencia energética que aparecen como una de las grandes oportunidades de desarrollo en el corto y medio plazo», tal y como describen Ascensión Barajas y Elena Huergo en el trabajo El reto de las transiciones digital y verde.

Las dos autoras esclarecen que «los datos muestran que existe una clara confluencia de intereses en las empresas hacia este objetivo, tanto desde el punto de vista de la incorporación de tecnología como desde la generación de innovaciones».

Volviendo al informe de la Fundación Cotec, en él se hace eco que «dentro de la transición verde tecnológica, el papel del desarrollo de nuevas tecnologías, la ecoinnovación, el ecodiseño, y el acoplamiento de nuevos modelos de negocio y de comportamiento comunitario, son aspectos nucleares de las fases iniciales de esta transición».

Economía circular

Los datos arrojan que para crecer en la economía circular se hace necesario que hay que basarse en la modernización de la producción y el consumo. Se destaca que el implementar estrategias de innovación en la economía circular es una necesidad para no quedarnos atrás. España se encuentra por debajo de la media europea en generación de residuos pero este valor empezó a crecer en 2014, mientras que se ha mantenido estable en el resto del continente, lo que invita a tomar medidas para no invertir la tendencia.

En cuanto al tratamiento de esos residuos, los vertidos representan en España el 54% del volumen total (el resto se reparte entre incineración, reciclado y compostaje), más del doble de la media de la Unión Europea (24%) y muy lejos del objetivo establecido por la Comisión Europea para 2030 (10%).

Todo ello hace pensar en que la estrategia en tecnología e innovación debe de ir encaminada a promover avances en el eco diseño, la eco innovación y una mayor sensibilización de la ciudadanía.

Inversión en la España vaciada

La nueva economía verde también abre escenarios de inversiones sostenibles en el que la innovación tecnológica puede ayudar a encontrar nichos inesperados en la España vaciada.

Las oportunidades se encauzan en nuevos caminos aprovechando cambios de tendencias en el ecosistema inversor que, en el último año, ha vuelto a poner en valor el medio rural para atraer empresas, innovación, capital y talento.

Un análisis realizado por BeHappy Investments concluye que «la inversión en estas regiones brinda una alternativa a los mercados financieros al ofrecer buenas rentabilidades con riesgos moderados en un contexto de incertidumbre y desaceleración económica».

Se concreta que existe un incremento en el desarrollo y financiación de proyectos relacionados en cuatro ámbitos, en concreto en los de foodtech, agrotech, gestión de residuos y energías renovables.

Afirman que estos cambios también se han trasladado al ecosistema inversor que, en el último año han vuelto a poner en valor las oportunidades que ofrece la España vaciada.

El talento en España

Uno de los puntos clave para la innovación es el de la creación y la retención de talento. Son los parámetros en los que se fija Cotec, con un mapa del talento autonómico español en el que se analiza y compara la capacidad de atraer y retenerlo dentro de las 17 comunidades autónomas españolas.

La Comunidad de Madrid y la Comunidad Foral de Navarra ocupan el primer y segundo puesto, respectivamente, de un ranking que analiza y compara la capacidad de atraer y retener talento de las autonomías.

El estudio concluye también que los territorios se parecen más en el esfuerzo que realizan en facilitar, atraer, desarrollar y retener el talento, que en el impacto que produce su uso sobre las capacidades de las empresas, instituciones, organismos y recursos humanos de estas comunidades.

Desde la fundación se afirma que «estamos ante un momento muy importante en desarrollo tecnológico en muchos ámbitos que hace que 2024 y los siguientes años sean muy activos tal y como se recogen las impresiones de los distintos informes de expertos y de instituciones».

Computación, 6G y robótica

Otro de los análisis que resumen las tendencias tecnológicas y de innovación en las estrategias corporativas de las empresas se encuentra en el artículo de Gabriel Cuesta, experto en tecnología y crecimiento de negocios, que explora las diez innovaciones con un impacto tecnológico sobresaliente en el mundo.

En el artículo se resalta que para 2024 “se espera que el 60% de las empresas a nivel mundial adopten Inteligencia Artificial (IA) y Aprendizaje Automático (Machine Learning, ML) en sus operaciones”, citando la proyección de la consultora Gartner.

Entre las tendencias tecnológicas a no perder de vista están la computación cuántica, la conectividad 6G, las anteriormente mencionadas realidad aumentada y virtual, el Internet de las Cosas (IoT) y la robótica.

Dentro del panorama que se dibuja y que da pistas de por dónde van las tendencias y los nichos de mercado de desarrollo tecnológico y de capital humano se mencionan también los desarrollos en vehículos autónomos, la tecnología blockchain, las plataformas en la nube y la importancia de la ciberseguridad.

Innovación tecnológica, el camino a seguir

Se concluye que muchos de los esfuerzos en tecnología e innovación deben de estar orientados en el futuro a promover e invertir en la transición digital asociada al desarrollo de las Tecnologías de la Información (TIC) y la industria 4.0., en la que la Inteligencia Artificial y la tecnología blockchain son fundamentales.

La independencia tecnológica en el marco europeo es de una vital importancia en estos sectores, y otros muchos, en los que tampoco hay que perder de vista las innovaciones y los desarrollos que tienen que ver con las tecnologías verdes y la transición ecológica.