Las claves del turismo del futuro: datos, digitalización y experiencias para romper con la estacionalidad
Empresas e instituciones debaten el nuevo modelo turístico basado en datos, equilibrio y eficiencia

Digitalización, sostenibilidad, descentralización y colaboración público-privada, estos son los grandes ejes que marcarán el camino del sector turístico español en los próximos años, según se puso de manifiesto en la mesa redonda Las nuevas tendencias que están cambiando el sector turístico, celebrada en el marco de las V Jornadas de OKDIARIO sobre turismo.
La sesión reunió a representantes institucionales de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Baleares junto a empresas como Iberia o Telefónica para dibujar con visión estratégica el nuevo turismo que demanda el siglo XXI.
Desde la necesidad de romper con la estacionalidad hasta el impulso de tecnologías para anticipar la demanda, pasando por la revalorización del turismo experiencial y la lucha contra la oferta ilegal, la sesión ha ofrecido una fotografía coral del turismo que viene.
Desestacionalización y descentralización
Uno de los conceptos más repetidos por todos los ponentes fue el de romper con la estacionalidad. «En la Comunidad Valenciana convivimos con la desestacionalización a diario, la tenemos grabada a fuego», afirmó Israel Martínez, director general de Turismo de esta autonomía. La clave, explicó, pasa por el turismo de experiencias: «gastronomía, rutas ciclistas, cine, turismo activo… hay más vida que el verano, y lo estamos viendo con el programa CreaTurisme».
También desde Madrid, Laura Martínez Cerro, directora general de Turismo y Hostelería, explicó que la capital combate su propia estacionalidad (febrero-marzo y verano) con una apuesta clara por los mercados de largo radio y el gasto turístico. «En agosto llegamos al millón de visitantes con un gasto medio de 1.900 euros por persona», destacó.
Además, subrayó otra prioridad en la región: la descentralización del turismo hacia zonas rurales, apoyada por tecnologías que permiten hacer más atractiva y accesible la oferta de interior. «Nos apoyamos en los datos geolocalizados para saber cómo se mueven los visitantes y adaptar la oferta a sus hábitos».
Ibiza, de récords de visitantes a la regulación
Ibiza ejemplifica uno de los desafíos más complejos: la saturación de la capacidad turística, especialmente en temporada alta. Mariano Juan Colomar, conseller de Ordenación Turística del Consell de Ibiza, fue tajante: «Si hay saturación, viene del sector ilegal. Nuestras 100.000 plazas legales están congeladas desde hace 15 años».
Por ello, la isla ha apostado por medidas firmes. «Creamos en 2019 la Oficina de Lucha contra el Intrusismo. Hoy, tras firmar acuerdos con plataformas como Airbnb y Booking, hemos eliminado más del 70% de los anuncios ilegales. Eso significa 10.000 plazas no reguladas fuera del mercado», explicó. Y los datos lo confirman: en mayo de 2025, se contabilizaron 360.000 móviles menos en la isla respecto al año anterior, con una ocupación hotelera que incluso creció un 2%.
Además, se ha comenzado a aplicar una ley de limitación de vehículos, como ya se hizo en Formentera. «En 2019 entraban 15.000 vehículos en julio-agosto. En 2024, fueron 45.000. Hemos establecido un cupo máximo de 20.000 diarios, con especial atención a los rentacars y las caravanas que ocupaban suelo rústico protegido».
Llenar verano en la España de interior
Mientras muchos destinos luchan por llenar los meses de temporada baja, Castilla y León afronta el reto inverso: «Tenemos dificultad para llenar julio y agosto», confesó Ángel González Pieras, director general de Turismo. En su intervención, insistió en la necesidad de cuidar la oferta, no solo la demanda.
El principal escollo: el mantenimiento de infraestructuras turísticas abiertas todo el año. «Nos faltan 3.000 trabajadores. Si los hoteles de 4 y 5 estrellas cierran en invierno, aunque haya demanda no sirve de nada», recalcó. Y lanzó una reflexión crítica: “No podemos gobernar a golpe de ocurrencia. Hay que legislar contando con el sector y con las asociaciones civiles».
Además, reivindicó el papel de la seguridad jurídica y la colaboración institucional como pilares de un modelo de éxito. «No se trata solo de atraer turistas, sino de que el marco normativo sea claro, coordinado entre Estado, autonomías y corporaciones locales».
Tecnología e inteligencia turística
En esta hoja de ruta, la digitalización emerge como catalizador de todos los cambios. Ainhoa del Val, responsable de IoT y Smart Cities de Telefónica España, lo dejó claro: «Llevamos 15 años impulsando plataformas que permiten tener una visión global del territorio. Con sensores, datos y conectividad podemos medir, predecir y optimizar desde la movilidad hasta la calidad del agua o del aire».
La visión es doble: mejorar la experiencia del turista y asegurar el equilibrio con el residente. «No se trata solo de atraer visitantes, sino de que el destino pueda gestionarlos con eficiencia. Hoy el turismo no puede crecer a cualquier precio», afirmó.
Del Val compartió también un caso de éxito en marcha. Un proyecto de turismo inteligente en Canarias, promovido por 14 municipios. El plan contempla boyas para medir la calidad del agua, cámaras de control de aforos, luminarias inteligentes, puntos de recarga para vehículos eléctricos y una app con funciones sostenibles, como reportes medioambientales, cálculo de huella de carbono o marketplace de empresas certificadas. Todo ello gestionado desde una plataforma común de datos.
«Juntos, con objetivos claros y visión a largo plazo»
El mensaje final de todos los participantes fue unánime: sin la colaboración entre administraciones y sector privado, no hay transformación posible. «Hemos abandonado el dogma. Nuestra estrategia turística en Madrid se hizo tras 400 entrevistas con el sector», explicó Laura Martínez. «Y no solo colaboración público-privada, también público-pública. Ayuntamiento y Comunidad trabajamos juntos para invertir mejor los recursos de promoción».
Mariano Juan Colomar fue aún más gráfico: «No sobra Airbnb. Sobra la oferta ilegal. Por eso decidimos sentarnos con las plataformas y con todo el sector alojativo para firmar protocolos y retirar anuncios fuera de la ley. Los resultados están ahí».
«La iniciativa privada no siempre es buena por naturaleza, ni lo público es malo por definición. Pero juntos, con objetivos claros y visión a largo plazo, se puede construir un modelo de calidad», añadió González Pieras, desde Castilla y León.
Benidorm, Canarias y el ejemplo de sostenibilidad
El encuentro cerró con varios ejemplos de éxito que demuestran que otro turismo es posible. Israel Martínez defendió el modelo de Benidorm, «una ciudad que con 100.000 plazas turísticas ha reducido un 18 % su consumo de agua, aumentado la ocupación cuatro puntos en temporada baja y ha sido reconocida por la Comisión Europea como Green Pioneer».
En su opinión, la Comunidad Valenciana es la única con una estrategia certificada por AENOR en sostenibilidad social, económica y medioambiental, lo que demuestra su apuesta decidida por un modelo equilibrado, digital y de largo plazo.
El turismo español ya no puede depender solo del clima o del azar. El futuro se diseña con datos, se gestiona con tecnología, se regula con diálogo y se alimenta de experiencias. Esa es la nueva hoja de ruta que marcará el paso de una industria que no solo mueve la economía, sino también la percepción de lo que somos como país.