La Eurocopa pierde a la mitad de su audiencia
Telecinco vio cómo el debut de la Eurocopa registró más de la mitad de caída de espectadores respecto a la Eurocopa de 2016. No han levantado todavía cabeza en repercusión
Algo está cambiando en las costumbres del público que consume la televisión. El fútbol, antiguamente una máquina imbatible de hacer audiencia, se encuentra en un momento de crisis después de que la Eurocopa registrase la audiencia más baja en España de su historia en el estreno del torneo.
El partido inaugural entre Italia y Turquía apenas registró un seguimiento de 1.737.000 millones de espectadores y apenas un 14,1% de share en Telecinco. Ese mismo canal retransmitió en 2016 el primer partido de la Eurocopa con resultados muy diferentes al congregar en el Francia-Rumanía a 4.490.000 espectadores con un 33,8% de cuota de pantalla. Para que se hagan una idea del fracaso que supuso el primer partido de la Eurocopa, el programa de corazón Viernes Deluxe tuvo una audiencia muy similar al partido justo después.
Podría decir Mediaset que la competencia de ese viernes por la noche con Antena 3 y el programa La Voz Kids pudo haber hecho mella para dejar la audiencia en menos de la mitad. El sábado, sin embargo, las cosas poco o nada mejoraron. Pese al gran cartel que poseía el duelo entre Bélgica y Rusia, las audiencias no mejoraron nada desde el día del estreno con un discreto 14,7% share para 1.544.000 espectadores en Telecinco, unos números muy inferiores a lo que la semana anterior sin fútbol firmaron. Ni el incidente de Eriksen consiguió reanimar el interés de la audiencia en la Eurocopa de Ceferin.
Parece que queda demostrado que más partidos de menos calidad traen consigo este tipo de audiencias. Hay que recordar que en esta edición hasta los terceros de los grupos de cuatro selecciones pueden pasar a octavos de final restándole un gran ápice de importancia a unos partidos que ya no se juegan a vida o muerte. No en vano, el domingo se confirmó esta tesis con un partido en Cuatro –el segundo canal en audiencia de Mediaset– que reunió a las 15 horas a casi tanta gente como en el prime time de Telecinco. Fue un partido de calidad que midió a Inglaterra con Croacia reuniendo a 1.552.000 espectadores y con 14,2% de share.
Los números no engañan y dejan claro que a la gente le interesa el fútbol siempre y cuando haya un partido de interés de por medio. Ver a selecciones de segundo nivel como Macedonia del Norte o Austria –que apenas llegaron al millón de espectadores y al 10% de audiencia– no importa al espectador en general. Ceferin tendrá muy complicado replicar los resultados de la última Eurocopa de 2016, donde Telecinco firmó una estratosférica media de 5.552.000 espectadores y un 37,7% de share.
El público en España está cambiando sus costumbres y todos los actores implicados están avisados, como ya dijo Florentino Pérez en su proyecto de Superliga. La Liga invisible de Tebas –con partidos con menos audiencia que capítulos repetidos de Los Simpson– y la Eurocopa intrascendente de Ceferin deben tomar nota de lo que quiere la gente. Menos partidos, más cosas en juego y sobretodo calidad en el campo.
Temas:
- Aleksander Ceferin
- UEFA