ELECCIONES EN EXTREMADURA 2025

Vox desatado: es la segunda fuerza política en Badajoz, la ciudad más poblada de Extremadura

También es segunda fuerza en Navalmoral de la Mata, municipio de referencia de la central de Almaraz

En Almendralejo, Vox, con un 23,6% de los votos, también ha escalado hasta la segunda posición

Badajoz Vox, elecciones Extremadura
Óscar Fernández y Santiago Abascal. (Ep)
María Ruiz
  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional e internacional. Nací al periodismo en Abc, ayudé a fundar La Razón y viví en Las Provincias.

El municipio de Badajoz, el más poblado de Extremadura, ha visto cómo Vox ha adelantado al PSOE y se ha situado como segunda fuerza política, lo que representa un éxito de Santiago Abascal y Óscar Fernández.

Por otra parte, Navalmoral de la Mata el municipio con mayor peso en la proximidad de la central nuclear de Almaraz ha castigado al PSOE, que pasa a ser tercera fuerza, por detrás de Vox. Los socialistas obtuvieron en 2023 un 30% de los votos y este domingo han caído 11 puntos. El PP gana cinco, pasando del 40% al 45%. Vox consigue un resultado espectacular, con 10 puntos más que en 2023 y un 23% de los votos, lo que los convierte en segunda fuerza.  PP y Vox se llevan casi un 70% de los votos.

En la ciudad de Almendralejo (Badajoz) Vox, con un 23,6%, también ha escalado hasta la segunda posición, adelantado al PSOE, que se desploma hasta 18,6 puntos. En los comicios de 2023, los socialistas lograron ser la fuerza más votada en Almendralejo con el 37,8 por ciento de los votos, por delante de PP (36,8%) y Vox (13,18).

Vox, sin duda, es uno de los grandes protagonistas de la noche electoral, ya que ha consolidado su crecimiento y se ha erigido como una fuerza clave en el futuro Gobierno de la comunidad.

Vox, liderado en esta ocasión por Óscar Fernández Calle, ha logrado un resultado espectacular: 11 escaños, más del doble de los 5 obtenidos en las elecciones de mayo de 2023.

Este aumento de 6 representantes supone un incremento notable en porcentaje de voto, pasando del 8,14% aproximado de 2023 a cifras cercanas al 17-19% según los datos escrutados.

El partido de Santiago Abascal se posiciona como la tercera fuerza en la Asamblea de Extremadura, por detrás del PP (29 escaños) y el PSOE (18 escaños), y por delante de Unidas por Extremadura (7 escaños).

Este éxito no es casual. Vox ha capitalizado el descontento en zonas rurales y urbanas, apelando a asuntos como la defensa de la unidad de España, la crítica a las políticas migratorias, la oposición a la agenda 2030 y la defensa del sector primario extremeño, duramente afectado por sequías y regulaciones europeas.

Su discurso directo y sin complejos ha resonado especialmente entre votantes desencantados con el bipartidismo tradicional y con el gobierno de coalición PP-Vox de la legislatura anterior, que terminó en ruptura por discrepancias presupuestarias.

Un hito particularmente simbólico ha sido el resultado en Badajoz, la ciudad más poblada de Extremadura y capital de la provincia que reparte la mayoría de escaños (36 de los 65 totales). En la capital pacense, Vox se ha convertido en la segunda fuerza política, superando al PSOE y quedando sólo por detrás del PP. Con datos cercanos al 100% escrutado, los verdes han obtenido alrededor del 21% de los votos en la ciudad, adelantando claramente a los socialistas, que han sufrido una fuerte caída.

Este sorpasso en Badajoz refleja el avance de Vox en áreas urbanas, donde tradicionalmente el PSOE había mantenido hegemonía, y subraya su capacidad para atraer voto de centro-derecha desilusionado.

El contexto general de estas elecciones ha favorecido este ascenso. El PP ha ganado con 29 escaños, pero se queda a cuatro de la mayoría absoluta (33), por lo que necesitará nuevamente el apoyo de Vox para investir a Guardiola o formar gobierno.

El PSOE, por su parte, ha sufrido su peor resultado histórico, perdiendo 10 escaños y cayendo a 18, en medio de una participación baja (alrededor del 50-60%, inferior a la de 2023). Parte de ese voto perdido ha migrado hacia Unidas por Extremadura, pero también hacia la abstención y, en menor medida, hacia Vox.

Para el partido de Abascal, este resultado en Extremadura no sólo refuerza su implantación territorial —donde ya era socio de gobierno hasta el adelanto electoral—, sino que envía un mensaje nacional: Vox sigue creciendo en comunidades rurales y conservadoras, posicionándose como árbitro indispensable para gobiernos de derechas. Óscar Fernández ha celebrado la noche como «el punto de partida del cambio político que necesita España», y desde Madrid, Santiago Abascal ha seguido el escrutinio con satisfacción.

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