Otro motivo del divorcio PP-Faes es que la Fundación no esté fiscalizada por el Tribunal de Cuentas
Faes, la fundación de ideas que ha sido el ‘think tank’ del Partido Popular durante años decidió separarse a primeros de octubre de este año. Los motivos que expresaron para este divorcio en su momento fueron «las nuevas circunstancias» relativas a las condiciones económicas. Sin querer desvelar la situación precaria en la que se encuentra actualmente el patronato tras haber pasado la subvención estatal anual de cinco millones en 2011 a menos de dos este 2016.
A esto se sumó la multa de Hacienda que tuvo que hacer frente la fundación por utilizar una sociedad instrumental para ahorrarse el pago de la mitad de los impuestos, tal y como desveló en exclusiva OKDIARIO. Fue «la gota que colmó el vaso», según contaron entonces en el entorno de Faes. La fundación que preside José María Aznar lleva un año estudiando detenidamente la posibilidad de recibir fondos de otras vías que no fueran las correspondientes hasta el momento, ya que perciben fondos como fundación vinculada a un partido político.
Así y de acuerdo con la Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio, sobre financiación de los partidos políticos que indica que «el control que lleve a cabo el Tribunal de Cuentas se extenderá además a la regularidad contable de dichas aportaciones y de los gastos derivados de programas y actividades financiados con cargo a subvenciones públicas». Esto implica además una serie de controles por el Tribunal de Cuentas que no disponen el resto de fundaciones que no están vinculadas a ninguna formación política.
El Tribunal de Cuentas reclama en su informe ‘de los estados contables de los partidos políticos y las aportaciones de las fundaciones’ vinculadas en anteriores ejercicios que «se considere estimar necesario aplicar a las fundaciones y asociaciones vinculadas los mismos requisitos y limitaciones exigidos a los partidos políticos en relación con las donaciones». Un control que, en ocasiones, como la multa de Hacienda a Faes puede propiciar que se estudien vías de financiación que no requieran de la ayuda del PP e intentar así desvincularse, sostienen altos cargos populares. Este ha sido el caso de la fundación que preside Aznar durante este último año, especialmente por los mayores requisitos de transparencia y democracia interna que se imponen en la reforma de la Ley de Partidos y en la nueva Ley de control económico-financiero aprobada hace un año.
Según figura todavía en su web, Faes recibe fondos públicos a través de las convocatorias del Ministerio de Cultura y de Asuntos Exteriores, al tiempo que ingresa aportaciones privadas, tanto de particulares como de empresas «cuya transparencia está garantizada con el cumplimiento de los requisitos establecidos en la legislación vigente», figura en su página. En 2015, y según datos de la fundación, recibió por subvenciones, donaciones y legados un total de 1,95 millones de euros y por promociones, patrocinios y colaboradores, 164.500 euros. Las cifras de ingresos han ido descendiendo en los últimos años, porque en 2009 llegaba a los 4 millones en subvenciones y a 1,6 millones anuales por patrocinios.
Reducir los cargos del PP en Faes
Las fuentes consultadas aseguran que desde la propia fundación se estudió este plan para ver con qué vías de financiación externas contaban. Pero, además, para que esto se cumpliera también tendrían que reducir la vinculación actual de los cargos del PP en la fundación. Una premisa que Faes cumple desde este año al haber aprobado unos estatutos que establecen un nuevo órgano de gobierno, en el que no habrá vocales natos del PP. Personas como Pablo Casado, que hasta ahora hacía de ‘puente’ de la fundación con el partido, dejarán de prestar esta función.
El nuevo patronato de la fundación está formado por el propio Aznar (presidente), Manuel Pizarro (vicepresidente), y Javier Zarzalejos (secretario y director de la fundación). Pizarro se convierte de esta manera en el hombre fuerte de Faes. Es aquí donde las fuentes populares expresaron serias dudas sobre si la figura de Aznar como Presidente de Honor del partido podría mantener ese vínculo con la fundación y seguir manteniendo los mismos controles, ya que la ley es «difusa» respecto a este ejemplo, sostienen algunos juristas consultados por este medio. Finalmente y para despejar serias dudas sobre una relación ya cargada de desencuentros, el ex presidente decidió dar el paso el mismo día que los populares presentaron la manera de participación, más abierta, de cara al próximo cónclave del partido donde no se prevén sobresaltos y se revalide a Rajoy como presidente del PP.
El PP llevaba negociando un año la salida
«Llevamos un año separando Faes del PP»; «El PP lleva un año negociando la salida de Aznar y de Faes», son palabras de un alto cargo del Partido Popular que asegura que el anuncio del ex presidente (de renunciar a la Presidencia de Honor del PP) no pudo coger por sorpresa a nadie de la cúpula de Génova 13. El presidente del Gobierno aseguró ante los periodistas que atendió la llamada de José María Aznar y que no le “sorprendió” su anuncio. Fuentes populares aseguran que llevaba tiempo fraguándose y que ambos estaban decididos a que fuera amistoso. De hecho, la relación entre los dos no es mala, apuntan en el entorno del jefe del Ejecutivo. Fuentes de la dirección admiten en privado que en el partido esperaban un nuevo golpe de efecto de Aznar en las próximas semanas, antes o durante el congreso nacional -que se celebra el fin de semana del 10 al 12 de febrero-, para volver a hacer constar públicamente sus críticas a Rajoy y a su equipo. Las mismas fuentes esperan que tras haber tomado esta decisión el expresidente entierre el hacha de guerra.