Sánchez busca en Roma «acelerar la recuperación verde» con reuniones de bajo perfil
Pedro Sánchez tiene una agenda muy discreta en el G-20 en la que, por ahora, no ha conseguido meter a un Joe Biden que sólo le ha saludado
Sánchez usa el avión más grande y contaminante del Estado para ir a Roma con decenas de colaboradores
Sánchez sólo consigue reunirse con cuatro líderes del G-20 y una invitación a un acto masivo de Biden
La primera jornada de la cumbre del G-20, que este año se celebra en Roma (Italia), ha servido a Pedro Sánchez para mantener varios encuentros bilaterales de perfil bajo con representantes de otras instituciones internacionales. Son encuentros de bajo perfil político, a diferencia de lo que han logrado otros líderes como Emmanuel Macron o el anfitrión Mario Draghi, que le ha recibido a su llegada a la cumbre. El presidente español sólo se verá con cuatro mandatarios de las 20 principales potencias del mundo.
Antes de la celebración del plenario, que durará alrededor de dos horas, el jefe del Gobierno se ha reunido con la presidenta de la Organización Mundial del Consumo, Ngozi Okonjo-Iweala, y con la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. Dos encuentros de los que no había informado la Secretaria de Estado de Comunicación con antelación.
Según Moncloa, las reuniones que ha mantenido Sánchez esta mañana con Okonjo-Iweala y Georgieva pretenden «fortalecer el crecimiento económico, acelerar la recuperación verde e inclusiva desde el multilateralismo e impulsar el libre comercio sin dejar atrás a los más vulnerables».
Entre este sábado y mañana domingo, cuando finaliza la cumbre, Pedro Sánchez tiene previsto mantener reuniones bilaterales con los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; el de la India, Ram Nath Kovind; así como con los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, y Australia, Scott John Morrison. Son los únicos encuentros que Moncloa ha logrado cerrar con antelación.
Sin cita con Biden
Por ahora, no se prevé una bilateral con el estadounidense Joe Biden. El presidente español tendrá que seguir esperando el ansiado encuentro con su homólogo norteamericano que, sin embargo, sí se verá en Roma con otros líderes europeos como Macron, Draghi o Ángela Merkel, en su última reunión del G-20.
Sánchez se tendrá que conformar con una foto forzada con Biden en la que se les ve en una actitud cariñosa, en el marco de la fotografía de familia, y con poder acudir como invitado a un evento masivo que el americano ha convocado aprovechando la ocasión para hablar sobre la escasez de suministros que puede producirse en los próximos meses en todo el mundo.
Desde que Joe Biden sustituyera a Donald Trump, hace ya diez meses, Moncloa ha intentado en numerosas ocasiones una cita entre ambos mandatarios. Lo probó tras su elección, con la crisis de Afganistán o en la cumbre de la OTAN, dónde consiguió sólo un paseíllo de 29 segundos que el Gobierno se encargó de distribuir, tras haber situado las expectativas muy altas de un encuentro bilateral. Para el viaje a EEUU que hizo Sánchez hace unos meses y en la asamblea general de Naciones Unidas, dicen fuentes gubernamentales, ni lo intentaron.
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