El rector tuvo que agarrarse a una «excepción» del reglamento para crearle la cátedra a Begoña Gómez
El rector Joaquín Goyache revela que Begoña Gómez le citó en Moncloa para explicarle la cátedra
La Universidad Complutense de Madrid tuvo que acogerse a una «excepción» de su reglamento para poder crear la cátedra de Transformación Social Competitiva que Begoña Gómez anhelaba. Según el testimonio del rector, Joaquín Goyache, en su declaración del pasado viernes ante el juez, la mujer de Pedro Sánchez ambicionaba una cátedra en la universidad madrileña y, por ello, en julio de 2020 le citó personalmente en La Moncloa para proponerle su proyecto. Por entonces, Gómez ya había registrado la propia marca de Transformación Social Competitiva en la Oficina de Patentes.
El reglamento de la Complutense determina que la propuesta de creación de cátedras corresponde a «los órganos Colegiados de Gobierno de los las Facultades, Centros, Institutos, Departamentos así como al Consejo de Dirección de la UCM». Añade que «también podrá presentar la propuesta el personal docente e investigador de la UCM (PDI) perteneciente a los cuerpos docentes con vinculación permanente, adscritos a cualquiera de sus Departamentos, Institutos Universitarios de Investigación, Grupos de Investigación o Centros propios o mixtos de I+D+i de la Universidad». Y «si la iniciativa parte de varios centros, requerirá acuerdo de cada uno de sus Órganos Colegiados de Gobierno. Asimismo, podrá presentar una propuesta el personal de administración y servicios (PAS) de la Universidad con vinculación permanente».
Las normas de la Complutense añaden una «excepción», la que facilitó a Begoña Gómez disponer de su propia cátedra. «Excepcionalmente, la propuesta podrá ser efectuada por profesores Eméritos UCM, personal en Comisión de Servicios, una o más empresas (nacionales o internacionales), Centros de Investigación o Instituciones públicas o privadas de reconocido prestigio, u otras Universidades. En este caso, el Vicerrectorado competente valorará la oportunidad de la propuesta presentada y su pertinencia, en función de las actuaciones a realizar que justifiques su creación». En realidad, la propuesta partió de la propia mujer del presidente socialista. Aunque el convenio lo firmarían dos empresas, Reale Seguros y la Fundación La Caixa, junto con el vicerrector de Relaciones Institucionales de la Complutense, Juan Carlos Doadrio. El nombre de Begoña Gómez no aparece en el convenio.
Reunión en La Moncloa
En este caso, la propuesta concreta de creación de la cátedra partió, directamente, de la mujer del jefe del Ejecutivo, quien informó de ello al rector en una reunión personal, celebrada en el Palacio de La Moncloa. Sólo tres meses después, el 30 de octubre, se firmó el correspondiente convenio de creación. Y ese mismo día, Begoña Gómez fue elegida como directora, pese a no ser ni licenciada.
También en este caso, como ya se ha contado, la Complutense tuvo que retorcer su propio reglamento, que obliga a que el director de estas cátedras sea un «profesor o personal de administración y servicios con vinculación permanente de la UCM». Sólo «excepcionalmente y por causas justificadas» se permite que el rector designe como director a «alguien sin vinculación laboral con la Universidad», nombrando en este caso un «co-director con vinculación laboral con la UCM». Fue así como Begoña Gómez pudo dirigir la cátedra.
Julio de 2020
El mes de julio de 2020, en plena pandemia, fue clave para Begoña Gómez. Fue entonces cuando, a través de su secretaria personal, citó al rector de la Complutense, Joaquín Goyache, en La Moncloa para explicarle su idea de crear una cátedra de Transformación Social Competitiva, para la que ya tendría financiación.
Se da la circunstancia de que, justo ese mismo mes, Gómez firmó las polémicas cartas de recomendación para que su socio Carlos Barrabés optase a sendos contratos de la entidad pública Red.es, que acabaría llevándose, de más de 10 millones de euros. Barrabés fue el gran impulsor de la cátedra y del máster del mismo nombre, de cuyo claustro de profesores formó parte.
Los contratos que le fueron adjudicados al empresario tras la carta de apoyo de Gómez están siendo investigados ahora por la Fiscalía Europea y la esposa del líder del PSOE está imputada por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
El rector de la Complutense alegó también el pasado viernes ante el juez que no es necesario ser licenciado para dirigir una cátedra, ya que se pide experiencia en la materia y, según defendió, Begoña Gómez ejercía en esa materia que se impartía desde hacía 12 años. Así, valoró que «con la experiencia» era suficiente. Gómez es otra «excepción» entre los directores de cátedras, pues todos ellos son licenciados y doctores.
Goyache señaló, asimismo, que no se podía ver a Gómez como una «profesora» de la universidad, sino como alguien que estaba por su experiencia en el ámbito de la «transformación social competitiva».