El PSOE reconoce las «conversaciones discretas» con Junts desveladas por OKDIARIO
En un nada habitual ejercicio de sinceridad y transparencia de Ferraz, el PSOE ha reconocido que está manteniendo «conversaciones discretas» con Junts, confirmando así la exclusiva de OKDIARIO en la que se desvelaba no sólo que el hombre de confianza para la tarea era Félix Bolaños, sino también que el ministro de la Presidencia en funciones ya se ha sentado a hablar con Míriam Nogueras y Jordi Turull. Tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE de este lunes, María Jesús Montero fue la encargada de atender a los medios de comunicación. Rueda de prensa en la que la vicesecretaria general socialista confirmó la existencia de estos contactos.
Según ha desvelado OKDIARIO, Félix Bolaños ha mantenido recientemente dos reuniones en Madrid con el equipo negociador del fugado Carles Puigdemont: una con Míriam Nogueras, cabeza de lista de Junts per Catalunya en las elecciones generales del 23J, y otra con el secretario general de JxCat, Jordi Turull, indultado por Sánchez tras ser condenado a 12 años de prisión por sedición y malversación. «Lleva días manteniendo contactos en Madrid con los independentistas», afirman las mismas fuentes. Algo que, una vez publicado por OKDIARIO, desbarata la estrategia de silencio informativo que el PSOE ha impuesto desde las elecciones generales a lo que a negociaciones se refiere, con especial aplicación en el caso de Junts, clave para la investidura de Sánchez.
Los socialistas penden del hilo separatista de Puigdemont. Pedro Sánchez sólo regresaría a la Moncloa con el apoyo afirmativo de Junts en primera votación o con la abstención de los independentistas en segunda ronda. Por ello, los socialistas no escatimarán esfuerzos por intentar satisfacer los deseos secesionistas de sus interlocutores. Les va en ello la investidura de su secretario general del PSOE y parece, al menos de puertas para afuera, que en Ferraz no quieren saber nada de una repetición electoral.
Por el momento, tal y como ha expresado María Jesús Montero ante la prensa, las condiciones trasladadas por Puigdemont, que reclamó una amnistía como condición para una investidura, para Ferraz son «de máximos» y se encuentran «en las antípodas» de lo que piensa el PSOE.
«Discreción» entre PSOE y Junts
La fórmula de la discreción fue rápidamente aireada por Félix Bolaños tras el escrutinio del 23J. Una vez desveladas las cartas de la ajustada partida, PP y PSOE pusieron en marcha sus propias rondas de contactos con el fin de recabar el número máximo de apoyos antes de entrevistarse con su Majestad el Rey Felipe VI. Fue en este contexto en el que el aún ministro de la Presidencia comunicó a los medios su intención de no ahondar en el contenido de las las conversaciones, con el afán de garantizar la discreción. Fue Bildu quien desveló haberse sentado con los socialistas. Mertxe Aizpurua confirmó la existencia de las conversaciones, pero se acogió «a la discreción».
Ahora, tal como ha desvelado OKDIARIO, Félix Bolaños tiene por delante la difícil tarea de entenderse con el partido de Carles Puigdemont, dispuesto a pedir todo al PSOE. Para ello, Junts quiere poner el contador a cero ante el PSOE y que la amnistía esté aprobada definitivamente por el Congreso antes de la investidura de Sánchez. Una negociación de igual a igual. No se trata de un perdón gubernamental como los indultos sino de algo de mucho más calado: la supresión de antecedentes penales o el fin de las inhabilitaciones de los principales instigadores del golpe del 1-O. De momento, los independentistas ya han arrancado a Sánchez la exigencia del uso del catalán en el Congreso y el reconocimiento del idioma como lengua oficial de la Unión Europea (UE), entre otros.
Críticas de los históricos del PSOE
El ex presidente del Gobierno Felipe González fue uno de los primeros en expresar públicamente su rechazo cuando en la COPE el pasado martes aseguró que en el marco de la Constitución no caben la amnistía ni la autodeterminación. En su opinión, si hay una amnistía eso supone reconocer que los dirigentes del procés hicieron lo correcto, que el «sistema represor» les culpó injustamente, que ellos fueron las víctimas y que, por tanto, pueden volver a hacerlo.
Mucho más duro y contundente ha sido el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, que fue número 2 de González. Guerra pidió al PSOE no hacer una ley de amnistía como pide Junts por considerar que es «la condena de la Transición» y «una trampa» de los independentistas que, en su opinión, «no cabe» en la Constitución. «Yo no me resigno, no aguanto eso, no lo voy a soportar», llegó a decir.
Otros socialistas históricos han expresado recientemente su rechazo a la ley de amnistía, entre ellos el ex ministro Ramón Jáuregui, que señaló que, tal y como la interpreta él, no es constitucional y la calificó como «una legalización encubierta de actos contra el Estado que en todo el mundo están penados», además de «un reconocimiento de la unilateralidad». Por su parte, el ex ministro y ex secretario general del PSOE Joaquín Almunia ha comentado este mismo viernes que antes de hablar de una hipotética amnistía se debería reflexionar «si desde el punto de vista del interés general de la sociedad hay condiciones» para impulsarla. «Yo no lo veo» y «no hay condiciones para una amnistía» en este momento, ha dicho.
También ha rechazado abiertamente la ley de amnistía el ex líder del PSE Nicolás Redondo, para quien «acordar una amnistía con una persona que se ha fugado de España, pero no ha asistido a los juicios que le corresponden sólo por hacer un Gobierno, es dinamitar el sistema del 78».