El PSOE asume que Podemos irá por libre y teme que ponga en riesgo la «unidad» con Sumar

Podemos se presenta como el mayor factor de desestabilización que puede tener un futuro gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar liderado por Pedro Sánchez. Incluso más que los socios separatistas. Y de ello son conscientes ya en el Partido Socialista. Fuentes de Ferraz reconocen que «un poquito de tensión sí hay» entre Yolanda Díaz y los cinco diputados morados que resultaron elegidos dentro las candidaturas de Sumar.

Una ministra socialista, que compartió con Díaz, Ione Belarra e Irene Montero la última reunión del Consejo de Ministros que se celebró la semana pasada, explicaba en una conversación informal con periodistas que las dos representantes de Podemos en el Gobierno «no están muy cómodas con la situación de Sumar». Ya el día después de las elecciones, la secretaria general podemita salió a criticar los malos resultados obtenidos.

Fuentes socialistas, al corriente de las tensiones internas en el espacio que lidera Díaz, aseguran que los dirigentes de Podemos «han querido convertir la victoria de Sumar en una derrota». Y trasladan a los morados que «Podemos tiene que mirarse» tras «culpabilizar siempre al resto de sus fracasos».

Desde la organización que lidera Pedro Sánchez, que aspira a revalidar el Gobierno gracias al apoyo de Sumar -y por ende también de Podemos- esperan «y exijo», dice una dirigente, «que se garantice unidad por parte de Sumar en el grupo parlamentario». Es decir, que los cinco diputados de Podemos no tengan la tentación de conformar un grupo propio, tal como avanzó OKDIARIO que estudian para mantener su propio perfil.

En el PSOE asumen que los cinco parlamentarios podemitas no van a poner las cosas fáciles a lo largo de la próxima legislatura. Más aún, cuando se confirme que ni Ione Belarra ni Irene Montero, la primera purgada por Sánchez y la segunda por Díaz, van a ostentar ningún tipo de responsabilidad en el futuro gobierno de coalición. Fuentes socialistas les exigen «que voten lo mismo que Sumar» para no poner en riesgo las votaciones.

La primera prueba de fuego que tendrán unos y otros será el 17 de agosto con la votación de la Mesa del Congreso. Ese día Podemos podría empezar a marcar diferencias con el resto de miembros de Sumar. Pero no será hasta el debate de investidura de Sánchez, con una agenda de medidas y de intereses distinta a la que defiende Yolanda Díaz, cuando los cinco representantes podemitas en el Congreso podrían hacer estallar el grupo parlamentario. Obligando al PSOE a una negociación paralela con ellos.

En solitario

Los cinco dirigentes de Podemos que obtuvieron representación parlamentaria bajo las siglas de Sumar no se lo pondrán fácil a Yolanda Díaz. Diversas voces cercanas al partido morado plantean la posibilidad de desligarse de la actual vicepresidenta segunda en funciones con un grupo parlamentario propio en el Congreso. «Podemos salvaría su imagen si hiciera un grupo parlamentario confederal con ERC y Bildu», piden desde el entorno de la formación que fundó Pablo Iglesias.

Como telón de fondo está el acuerdo firmado entre Ione Belarra y Yolanda Díaz en junio. En plena batalla por el veto a Irene Montero en los puestos de salida de las listas, Sumar ató en el acuerdo de coalición que Podemos se quedaría sin el dinero que el Congreso reparte en el caso de formar grupo propio.