Primo de Rivera será exhumado el lunes del Valle de los Caídos
La familia de Primo de Rivera ya avanzó que la exhumación "debe permanecer en la estricta intimidad"
Sánchez exhumará al fusilado José Antonio en cuanto salga adelante la ley de memoria pactada con Bildu
El fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, será exhumado el próximo lunes, 24 de abril, del Valle de los Caídos. La exhumación era una de las medidas previstas dentro de la llamada Ley de Memoria Democrática y la familia había solicitado hacerse cargo de estas actuaciones para mantener la «más estricta intimidad». En un comunicado emitido el pasado octubre, y en clara crítica al Gobierno, los Primo de Rivera afirmaron que el proceso no debía «convertirse en una exhibición pública propensa a confrontaciones de ninguna clase entre españoles».
En la nota, la familia informaba además de que ya se habían solicitado las licencias correspondientes al Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial para proceder a la exhumación de los restos mortales. «José Antonio seguirá manteniendo el sitio preeminente que le corresponde en la memoria de muchos españoles y no podrá ser objeto de más humillaciones. Como mucha gente sabe, este traslado será el cuarto que se produce tras su muerte y su nuevo enterramiento sería el quinto de su mal llamado eterno descanso. Pocos restos humanos han viajado tanto como los de José Antonio. Pero, conociendo sus ideas, esta sería probablemente la última de sus preocupaciones», se destacaba en el comunicado.
Como ya informó OKDIARIO, la exhumación de Primo de Rivera era uno de los objetivos inmediatos del Gobierno tras la aprobación de la ley, más aún en pleno año electoral.
Fuentes gubernamentales consultadas por este periódico confirmaron que, una vez aprobada la norma, se pondrían en marcha las conversaciones con la familia para proceder a la exhumación. El texto de la ley determina que «en el Valle de los Caídos sólo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra, como lugar de reconocimiento, conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas allí inhumadas» y añade que «se procederá a la reubicación de cualquier resto mortal que ocupe un lugar preeminente en el recinto». El líder falangista fue fusilado el 20 de noviembre de 1936 tras haber sido condenado por un delito de rebelión militar contra el Gobierno de la Segunda República.