El poder de la ‘Gran Logia de España’ está en manos del PSOE

Durante el franquismo hubo tres palabras tabú: comunismo, liberalismo y masonería. Aquellos ideólogos del régimen surgido tras la victoria en la Guerra Civil los mezclaban e, incluso, los metían en el mismo saco.

El asociacionismo masónico tiene su origen histórico en la Gran Logia de Londres (24 de junio 1717) bajo los postulados básicos de fraternidad universal, amor a la patria y honra al trabajo, así como la prohibición expresa en sus reuniones secretas de hablar de política y de religión. Nació con una vocación secreta que les condujo a la estigmatización, entre ellos los de la Iglesia Católica que durante siglos los puso en la excomunión.

En España, el movimiento masónico entra a través del Gran Oriente Español (1889) de la que Gran Logia de España es heredera que luego se fusionó bajo los auspicios de los “hermanos ingleses”. Es la única masonería de observancia histórica, oficial y regular. Cree en un Ser Supremo y no admite mujeres, “para eso existen logias exclusivas femeninas”, afirma un destacado miembro de esta logia. La GIE desciende de esa masonería inglesa, es decir, la regular. Su “suprema” cabeza visible durante décadas, fue Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel y recientemente fallecido.

En la trastienda del poder

El próximo mes de marzo se van a celebrar elecciones a Gran Maestro de la GIE, la más principal y numerosa de todo el país. Su primer Gran Maestro fue el catalán Luis Salat, primo del que fuera presidente de la CEOE. En está Logia está afiliado también el ex banquero Mario Conde. Con unos 3.000 miembros tiene sedes principales en Madrid y Barcelona. Mantiene tres grados simbólicos, grados filosóficos de los que se ocupa el Supremo Consejo de la Logia de 4 a 33. Los ritos son diversos, dado que existen diversidad de logias y cada una elige el suyo: emulación, origen británico, rojo de origen escocés, etc.

“El poder de la Gran Logia se encuentra en su trastienda”, afirma uno de los más veteranos de la asociación, arquitecto de oficio y profesión. El nivel intelectual y profesional de sus integrantes (carrera universitaria, altos ingresos y patrimonio) les hace influyentes en la sociedad español”.

Aunque la política está prohibida en nuestra organización, no es lo mismo que los dirigentes sean de izquierda o derecha. Siempre hay más posibilidad de acuerdo con los distintos gobiernos según el color de los mismos y ayuda a la hora de llevar a cabo sus proyecto”, subraya. El Gran Maestro no tiene sueldo. Sí gastos de representación.

El primer candidato oficial al cargo, el único hasta el momento, es el abogado Adolfo Alonso Carvajal, recién dimitido concejal socialista de Sant Lluis (Menorca) para optar a dirigir la principal logia española. Asturiano de nacimiento, se mueve profesionalmente entre Menorca y Bilbao con despacho en ambas ubicaciones. Formó parte de las candidaturas del PSOE al Congreso de los Diputados. Afiliado a la logia Sol de Levante 161 de la isla balear. Lleva tiempo haciendo campaña. “La masonería tiene un gran trabajo que hacer, trabajo, libertad, democracia, diálogo, fraternidad…”.

Especialista en Derecho de Familia (fue el primer abogado de Francesco Arcuri en su lucha con Juana Rivas por la custodia de sus hijos) lleva meses en campaña, según miembros de la Gran Logia. “Podemos aportar mucho a una sociedad como la española desde la masonería”, declaró cuando dejó la concejalía para optar al título de Gran Maestro.

“Hay que luchar por el trabajo, la libertad, democracia, diálogo y fraternidad y ello no significa entrar en discusiones políticas o religiosas…Nuestra organización puede coadyuvar a ello”.

El abogado Alonso publicó hace algún tiempo un reconocido libro entre los masones españoles titulado Filosofía (desmitificada) de la masonería: cartas de Constant. En dicha obra ofrece respuestas a muchas de los falsos mitos creados –“desde dentro o desde fuera”- acerca del movimiento masónico nacional.

Otro correligionario socialista que podría optar a la cúpula de GIE es el senador por Vizcaya, Chema Oleaga, quien, sin embargo, prefiere esperar a que las elecciones internas se convoquen oficialmente. Con ancestros familiares masónicos, ingresa en la logia Stella Matutina (San Sebastián) hace más de veinte años. Aunque vizcaíno tuvo que afiliarse en San Sebastián porque eran los años en la que ETA estaba activa y había que despistar. Su curriculum masónico le avalan para optar a Gran Maestro.

“En momentos de extrema individualidad en la sociedad, una asociación como la masonería es esencial”, afirma. Una organización que ha sufrido todo tipo de prejuicios, especialmente durante el franquismo, y que es muy necesaria de cara al futuro. Por la solidaridad, en busca de un mundo mejor. Ahí está el auge extraordinario en países como Francia donde la logia femenina tiene más de 10.000 integrantes, Inglaterra y Estados Unidos y últimamente en toda América Latina…”

“Cuando se convoquen formalmente las elecciones decidiré al respecto. Tengo que hacer una reflexión personal, ver si es posible los consensos; esto no es un partido político, nada tiene que ver, son registros diferentes. Lo que tengo claro es que hay que dar un empujón a nuestros valores que pasan por la igualdad, el implemento de la ciencia en el mundo y específicamente en España, la tolerancia, la extensión de la cultura, etc…”

Según fuentes conocedoras de lo que se cuece en los fogones de la Logia, el tercero en discordia podría ser un dirigente político situado en el centro-derecha y que inició sus primeros pasos en la cosa pública de la mano de Ciudadanos, aunque últimamente navega por aguas populares. Él se resiste, “por el momento”. «Sería un gran candidato”, afirma uno de los ex Maestros. El centroderecha y la derecha, como casi siempre en este tipo de asuntos, a rebufo de los acontecimientos.

La elección se lleva a cabo por parte de los diferentes maestros de las logias que integran la GIE. Es el tercer grado en la masonería simbólica. Pueden llevarse votos no presenciales por cada organización masónica integrada en la nacional.

Al tiempo que abandona su ancestral “misterio”, cuando ya no hay poder instalado que les persiga el incremento del número de masones en España ha ido creciendo exponencialmente. Se calcula un número de 4.500 integrantes en las diferentes organizaciones masónicas desde pianistas conocidos en la actualidad, profesores universitarios, médicos, arquitectos, deportistas de élite, políticos, abogados, economistas. Para ser admitido necesitas el aval de dos masones en activo.

Desde 1719 la nómina de pro hombres que han militado en la masonería es enorme. Desde Benjamin Franklin, Churchill, Fleming, Voltaire, Mozart, Clark Gable. En España, Ortega y Gasset, Mendizábal, Ernest Lluch, Blas Ibáñez, Manuel Azaña, los generales Berenguer y Prim, Emilio Castelar, Alejandro Lerroux y una larga enciclopedia a tal propósito.