Sánchez salva su cuarto decreto de alarma pero la oposición en bloque le exige un plan B

Con el menor apoyo desde que se aplicó por primera vez el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, Pedro Sánchez ha logrado prorrogar durante quince días más el real decreto que le otorga plenos poderes. Los 178 votos a favor del PSOE, Podemos, Ciudadanos, el PNV, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Teruel Existe y el Partido Regionalista de Cantabria, frente a los 75 en contra de Vox, ERC, JxCAT, la CUP y el BNG, y la abstención de los 97 del PP, Navarra Suma y Bildu, le han permitido conseguir más ‘síes’ que’noes’, condición indispensable para dar luz verde a la prórroga. Eso sí, puede ser la última. Todos le han exigido un ‘plan B’ de cara al 25 de mayo.

El pleno que ha convalidado este real decreto ha durado más de siete horas hasta que, poco más tarde de las seis y cuarto, la presidencia del Congreso, Meritxell Batet, ha anunciado el resultado de la votación. La sesión de este miércoles ha sido tensa y llena de reproches. El Gobierno ha sostenido el estado de alarma como única solución a mantener el control sanitario y económico y la oposición le ha advertido que es la última oportunidad que le dan para estabilizar la situación.

En su intervención por la mañana, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha desvelado el secreto más bien guardado. Tras dos días de intenso debate en el seno de la formación, con presiones por parte del Ejecutivo a los barones territoriales, Génova ha optado por abstenerse en un gesto de responsabilidad. Pero tras el 25 de mayo, cuando finaliza esta prórroga, si Pedro Sánchez pretende aprobar un nuevo decreto no contará con el apoyo de los 90 diputados del PP. «Si no es capaz de encontrar un plan B en quince días no vuelva a pedir lealtad a la oposición», le ha dicho Casado al presidente.

En esta votación el Gobierno también ha perdido el apoyo de uno de sus socios preferentes, ERC. Los separatistas catalanes le han reprochado a Pedro Sánchez que no haya contado con su opinión y han achacado, a la falta de diálogo y voluntad recentralizadora, la negativa a permitir la extensión del Estado de Alarma durante dos semanas más. Gabriel Rufián ha hablado de “chantaje” y ha amenazado a Sánchez con que “sin diálogo no hay legislatura”.

Los grandes beneficiados del debate, una vez más, han sido los nacionalistas vascos. El PNV, que anoche acordó con Moncloa su apoyo a la prórroga, ha sido el único partido que ha conseguido aprobar las enmiendas que había presentado al real decreto. Entre otras cosas, con estas enmiendas, el gobierno vasco de Iñigo Urkullu se garantiza gestionar su propia desescalada como había reclamado insistentemente aunque, eso si, la última palabra la tendrá el ministerio de Sanidad.

VOX, por su parte, ha cargado contra la gestión del Ejecutivo de Sánchez y animan a convocar una manifestación en las calles contra la actitud de la coalición socialcomunista. El presidente de la formación, Santiago Abascal, tampoco ha descartado presentar una moción de censura contra el jefe del Ejecutivo.

Luto nacional

Cuando todo el país entre en la fase 1, ha anunciado Sánchez en el arranque de su discurso, declarará el luto nacional en España por las víctimas de la pandemia. Posteriormente, dice, se trabajará en un homenaje de Estado.