Pasacalles en Oñate a favor de la excarcelación del sanguinario etarra Joseba Arregi ‘Fiti’
"ETA afortunadamente ya no mata, pero su discurso de odio y sectarismo sigue vivo", defiende Covite
En Oñate se ha llevado a cabo un pasacalles para pedir la excarcelación de dos presos de la banda terrorista ETA, uno de ellos Joseba Arregi Erostarbe, alias Fiti o Fitipaldi, que salió de prisión este lunes a los 78 años de edad tras haber cumplido 32 años de prisión. Fiti fue condenado a 2.354 años de prisión y fue uno de los jefes de la banda terrorista de ETA. Sólo el sanguinario Henri Parot tiene más años de condena, 4.800 años. El otro etarra homenajeado es Ángel María Tellería, alias Antxoka o Gotzon, autor del primer atentado contra una mujer policía en 1981, a la que asesinó.
Covite ha denunciado en las redes sociales este evento proetarra. «Lamentable que la izquierda abertzale siga apropiándose del espacio público para sus proclamas a favor de la impunidad de los asesinos de ETA. Más lamentable aún la pasividad social e institucional ante esta realidad», lamenta el colectivo. Para este pasacalles también se colocaron «carpas festivas» adornadas con las fotos de los dos presos etarras. En esta carpa también se exhibió la imagen de «la etarra del Comando Nafarroa fallecida Susana Arregui (en el centro, junto a la estrella roja), también responsable de varios asesinatos».
«Tampoco falto el símbolo de ‘Alde Hemendik’ (fuera de aquí) contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. ETA afortunadamente ya no mata, pero su discurso de odio y sectarismo sigue vivo y presente en el espacio público de Euskadi y de Navarra. ¿Hasta cuándo?», se pregunta Covite.
Ángel María Tellería, alias Antxoka o Gotzon, fue el primer miembro de la banda terrorista ETA que atentó contra una mujer policía. Fue condenado en 2018 a 26 años de cárcel por su participación en 1981 en el atentado que le costó la vida a la inspectora María José García Sánchez. En 2017 fue detenido en México e ingresó en prisión. Cumple una condena de 30 años de cárcel por los delitos de atentado, depósito de armas y pertenencia a organización terrorista. Cumplirá las tres cuartas partes de su condena en agosto de 2039 y también ha sido progresado al segundo grado.
Historial sanguinario
Joseba Arregi Erostarbe, Fiti o Fitipaldi, perteneció a la cúpula de ETA conocida como Artapalo. Fue desarticulada el 29 de marzo de 1992 en Bidart (Francia) en un histórico golpe policial en el que también fueron arrestados Francisco Múgica Garmendia, Pakito, y José Luis Álvarez Santacristina, Txelis.
La Audiencia Nacional le condenó en 2002, al considerado experto en explosivos de ETA, a 743 años de cárcel por ser cooperador necesario en el atentado contra un autobús militar en Zaragoza en 1987, en el que hubo dos muertos, Ángel Ramos Saavedra y Manuel Rivera Sánchez, y 28 heridos. Fiti también fue condenado en 2003 como inductor del atentado contra la casa-cuartel de Zaragoza en 1987, en el que fueron asesinadas 11 personas. De estas últimas, cinco eran niñas.
Además, el preso fue condenado a 26 años y 8 meses de cárcel por el intento de asesinato del comisario general de la Expo-92 de Sevilla, Manuel Olivencia, en 1990, mediante el envío de un paquete bomba que terminó causando heridas a dos empleados de la organización.
Además, las carpas festivas fueron adornadas con las fotos de Joseba Arregui y Ángel Tellería (a la izquierda), además de la etarra del Comando Nafarroa fallecida Susana Arregui (en el centro, junto a la estrella roja), también responsable de varios asesinatos. pic.twitter.com/WOGomlqoCZ
— COVITE (@CovitePV) October 2, 2024
Joseba Arregi Erostarbe fue inductor de uno de los más cruentos y salvajes asesinatos que ha cometido la banda terrorista en toda su historia de actividad criminal. Fiti, como uno de los máximos dirigentes de ETA en aquel momento junto a Josu Ternera, instigó al comando Argala en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza en 1987. El 11 de diciembre de aquel año, los etarras pusieron su diana sobre este edificio de la capital aragonesa donde vivían 40 familias de la Guardia Civil, en total cerca de 200 personas.
A pesar de todo este historial, Joseba Arregi Erostarbe rechazó colaborar con la justicia. Concretamente, el juzgado le preguntó si colaboraría «activamente» en impedir futuras actuaciones de ETA o en aclarar otros hechos que hayan ocurrido. Fitipaldi dijo que «nadie discute que ETA se disolvió» y que no tenían «intención de resucitarla». «No creo que haya nada que yo pueda contar de interés, pues los hechos en los que participé están acabados», agregó.