Las otras faltas de ortografía del analfavice Iglesias y su sicario Monedero

Podemos tiene un problema con la ortografía. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y su fiel escudero Juan Carlos Monedero, presidente de la fundación de Podemos, han cometido un sinfín de patadas al diccionario en los últimos tiempos. OKDIARIO hace a continuación un repaso por los fallos más sangrantes.

La última metedura de pata de los dirigentes morados ha sido este mismo miércoles. El líder de Podemos ha usado la letra hache en la frase «el PP viene ha hablar…», cuando lo correcto era «el PP viene a hablar…», ya que el verbo está en infinitivo. En su cuenta en Instagram, tal como ha podido comprobar OKDIARIO, durante casi una hora Pablo Iglesias ha mantenido publicado ese texto con una errata de primera categoría.

En 2015, Pablo Iglesias ya cometió el error de poner hache antes de un verbo cuando no tocaba. «Encerrados con Ada Colau y su equipo en un ascensor del Ayuntamiento. Con esto Polonia [un programa de humor de TVE3] va ha hacer maravillas», tuiteó en referencia a una anécdota vivida con la alcaldesa de Barcelona. Publicó «va ha hacer» en lugar de lo correcto, que sería «va a hacer». Minutos después él mismo borró el mensaje y lo arregló.

Recientemente Monedero escribió en su cuenta en Twitter: «Cómo me hecho de menos». Sin embargo, como cualquier escolar español sabe, «echar de menos» siempre se escribe sin hache. Otro caso sería la palabra «hecho» del verbo hacer que sí va con hache. Por tanto, el tuit del célebre profesor de políticas de la Universidad Complutense de Madrid indudablemente está mal escrito. Prueba de ello es que minutos después de cometer el fallo, el propio autor del mensaje lo borró. 

Por otra parte, Pablo Iglesias también ofendió a los amantes de la lengua española cuando confundió el verbo «infringir» con «infligir». Así, a finales de octubre, el vicepresidente hizo un ridículo mayúsculo en sus redes sociales. «Anoche acabé de ver Veneno», publicó Pablo Iglesias en Twitter, demostrando una vez más que las tareas de su Ministerio le dejan mucho tiempo libre, «te hace llorar, reír, recordar, empatizar pero, sobre todo, te hace comprender el salvaje dolor que se ha infringido y se infringe a las personas trans, simplemente por ser ellas mismas. Ojalá mucha gente joven vea la serie». Y remató su mensaje con el hashtag #DespatologizacionTrans.

Anoche acabé de ver “Veneno”. Te hace llorar, reír, recordar, empatizar pero, sobre todo, te hace comprender el salvaje dolor que se ha infringido y se infringe a las personas trans, simplemente por ser ellas mismas. Ojalá mucha gente joven vea la serie #DespatologizacionTrans pic.twitter.com/0H28UGh1r4

— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) October 17, 2020

Los usuarios de esta red social no tardaron en dejar en evidencia al líder de Podemos por utilizar incorrectamente, dos veces en la misma frase, el verbo «infringir», es decir, incumplir una norma. En ambos casos, debió haber utilizado el verbo «infligir», que significa causar un daño. Un error que el profesor Iglesias no habría cometido si pasara más tiempo frente al diccionario y menos ante las series de televisión. En este caso, Iglesias pasó de las normas de la Real Academia del Español (RAE) y no borró el error.

Por otro lado, la hemeroteca recoge otro patinazo de un alto cargo de Podemos relacionado con las haches. El portavoz adjunto de Podemos en la Asamblea de Madrid a finales de 2018, Fran Casamayor, tuiteó: «El Consejero Rafael van Grieken fue reprobado por la Asamblea de Madrid ha iniciativa nuestra por su nefasta gestión de la educación pública madrileña». Pensando que ese «ha» venía del verbo haber incluyó esa letra insonora pero que tiene tanta importancia en la ortografía.

En resumen, media decena de garrafales errores que han provocado momentos de ‘¡tierra, trágame!’ para los dirigentes del partido de los círculos. La imposibilidad de la mayor parte de redes sociales para editar los mensajes después de emitirlos es la gran pesadilla para Iglesias y los suyos que, cuando sus seguidores dan la voz de alerta, no tienen otro remedio que agachar las orejas, borrar el tuit y, ya si eso, publicarlo de nuevo ya bien escrito.