Mossos y policías locales piden una reunión urgente con Aragonès hartos de la inseguridad en Cataluña
Los Mossos d’Esquadra, la Guardia Urbana e integrantes de las policías municipales de toda Cataluña han convocado una manifestación frente al Parlamento catalán para protestar por el clima de inseguridad ciudadana en que vive inmersa la comunidad autónoma. Especialmente en Barcelona. Dicen que los policías han llegado «a su límite» y están hartos de «la instrumentalización constante» que sufren por parte de sus jefes políticos. Han pedido una reunión urgente con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para exponerle cuanto antes la situación.
En un duro comunicado de la práctica totalidad de organizaciones sindicales de Mossos (SAP-FEPOL, USPAC-USCOP, SPC, SME, CAT-ME, SEIME-FEPOL, SICME, AFITCME y SEI), junto con otras plataformas gremiales de Guardia Urbana y policías locales, anuncian una serie de movilizaciones inmediatas para denunciar que «hemos llegado al límite y, por tanto, es necesario revertir una situación del todo insostenible».
Le han enviado una carta a Aragonès exponiéndole la gravedad de la situación que atraviesa la seguridad pública en Cataluña, y solicitándole que les reciba de manera inmediata para tratar el asunto. Además, le van a trasladar el clima de «instrumentalización constante» que sufren cada día en su labor profesional por parte de la cúpula policial y de sus mandos políticos.
También han solicitado audiencia «para esta semana» con el consejero de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, para exponerle la problemática de las calles catalanas y buscar soluciones consensuadas.
De fondo, las organizaciones profesionales de los policías catalanes han organizado una manifestación frente al Parlamento para el próximo día 23 de octubre (prevista a las 18:30). Una concentración a la que llaman a la participación también de plataformas cívicas y asociaciones de vecinos, «hartos» de la situación de caos y violencia que se viene viviendo en las calles de Cataluña desde hace años, pero que se ha intensificado en las últimas semanas.
«Hemos perdido el control de las calles»
Lo vivido en las últimas semanas ha dejado tocados a los policías catalanes. Las imágenes de caos, destrucción de mobiliario y vehículos, peleas con arma blanca e incluso agresiones sexuales callejeras que se registraron durante las fiestas de La Mercé se consideran un «punto de no retorno» en el cuerpo. Y una llamada de atención sobre la situación interna que viven.
«Hemos abandonado. Esa es la palabra. Ya no es la situación en las calles, a eso hay que sumarle que entre los Mossos hay un grave problema. Se está intentando recuperar a agentes de baja y reincorporarles cuanto antes, porque muchos se han ido directamente a casa. Muchísima de nuestra gente no quiere trabajar en las comisarías, hay graves problemas de relaciones con los jefes», asegura un agente del cuerpo con años de servicio a sus espaldas.
Describen un ambiente laboral marcado por el temor a las represalias por parte de sus jefes. «A la mínima queja ciudadana, hayas o no hecho algo, te mandan al Departamento de Asuntos Internos», aseguran. El resultado, absentismo laboral, falta de patrullas y efectivos generalizada en todas las comisarías. «La gente se esconde porque no quiere líos con los jefes», indican estas fuentes.