CATALUÑA

Un mosso acosado por sus mandos: «No puede ser que pase esto por la inacción de la Generalitat»

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Ángel Moya

Carlos (nombre ficticio) ha accedido a relatar en una entrevista con OKDIARIO la situación por la que está pasando y cómo le ha afectado en su salud mental y en su vida familiar: «No puede ser que pase esto por la inacción de la Generalitat». Él es uno de los cinco mossos d’esquadra de Tarragona que denunciaron a tres de sus mandos por acoso laboral y tiene todas sus esperanzas puestas en el juicio que tendrá lugar el próximo mes de junio. Desde que denunciaron, Carlos y sus compañeros se han visto aislados y acosados, mientras la Generalitat de Cataluña pagaba la defensa de los mandos policiales denunciados. Todo, nos cuenta, dentro de un cuerpo policial contaminado por la política, donde se valora más a los agentes que se pliegan a las consignas independentistas que a los profesionales de la seguridad.

Carlos, incapacitado de forma permanente por la secuelas psicológicas derivadas de estos años de acoso según los informes médicos, entregó su placa y su pistola hace una semana. Aunque entre los Mossos d’Esquadra hay más casos similares al de Carlos, el suyo y de sus cuatro compañeros arrancó en el año 2009.

PREGUNTA.-¿Qué desencadenó los hechos que denunciáis?

RESPUESTA.- Todo empezó cuando nos quejamos por una mala planificación a raíz de una manifestación de payeses con el resultado de agentes heridos, algunos de gravedad. A raíz de esto nos empezaron a aislar, comenzaron a abrirnos expedientes, a mandarnos a la División de Asuntos Internos un día sí y otro también, a mandarnos tareas que no correspondían a policías, a vejarnos…

P.- Esta situación de presunto acoso se prolongó durante años, ¿cómo le afecta en el ámbito familiar y laboral?

R.- En mi situación familiar, que es lo que más me importa, me provoca una gran impotencia porque no me deja ser el padre que debería ser y el marido que debería ser. Todo a raíz de la presión y la ansiedad que nos han generado, ya que todo eran expedientes y pérdidas de dinero…y hasta que no ganabas pasaban x años. En el ámbito laboral me resultó un cambio de unidad con la consecuencia de pérdida retributiva y cuando llegabas a la nueva unidad ya ibas tachado de conflictivo.

P.- Dice, también sus compañeros, que se sienten desamparados porque ni el cuerpo de Mossos d’Esquadra ni la Generalitat hicieron nada para evitar esta situación, ¿Cómo pudieron soportarlo durante tanto tiempo? 

R.- Lo he conseguido aguantar con la ayuda de mi familia, de los médicos, de mis hijos, de mis amigos y de mis compañeros. También aguanto por razón de justicia, porque hay muchos otros sufriendo acoso como yo y lo tapan. La gente aguanta hasta que no puede más y acaba como todos sabemos, en suicidios. Yo me he podido apoyar mucho en mis compañeros que están en mi misma situación, todos sufrimos patologías similares y nos hemos apoyado.

P.- Después de pasar por todo esto, ¿Qué opinión le merece la institución de Mossos d’Esquadra?

R.- De los Mossos como institución opino que es un cuerpo joven y nuestra denuncia nunca tendría que haber llegado donde ha llegado. Lo tenían que haber resuelto en el primer minuto. No puede ser que en una empresa de tanta gente esto acabe con denuncias y con personas incapacitadas por la inacción de la Generalitat en estos casos.

P.- ¿Hasta que punto tiene que ver con todo esto la contaminación política del cuerpo de Mossos?

R.- Yo creo que el cuerpo de Mossos tiene muchos policías profesionales y también muchos funcionarios. El que trabaja como policía generalmente tiene problemas, el que trabaja como funcionario y acata órdenes, buenas o malas, no tiene ningún tipo de problema. Si está contaminado políticamente solo tenemos que fijarnos en los últimos años cuantas veces ha cambiado de manos o de comisarios.

P.- ¿Qué esperan del juicio que en breve se celebrará contra los mandos que presuntamente les acosaron?

R.- Si gano el juicio intentaría recuperar mi salud. Lo celebraría con mi familia e intentaría recuperar el tiempo perdido con mi gente. Si recuperase mi salud volvería a reincorporarme como policía en los Mossos d’Esquadra, aunque me hayan quitado mi placa yo siempre seré policía y volveré a serlo.

Carlos de momento es un civil, dejó de ser mosso hace una semana, «Siento que me han arrancado una parte de mi vida, de mi identidad. Yo me hice policía, no funcionario, pero en este Cuerpo, para evitar expedientes, tienes que ser funcionario y mirar para otro lado».  Carlos, por respeto a muchos de sus compañeros que no tienen nada que ver con el ambiente irrespirable que envuelve la policía catalana, resume la situación actual de la manera más diplomática posible: «Nuestros problemas tienen un origen laboral, pero tengo claro que si fuéramos de la corriente política dominante proindependentista no nos habría pasado nada».

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