Mossos d'Esquadra

El Govern nombra jefe de los Mossos al mando que ordenó la caza de quienes retiraban lazos amarillos

Mossos
Estela, señalado en color, ahora nuevo jefe de Mossos.
Pelayo Barro

Josep Lluis Trapero ya es historia en los Mossos d’Esquadra. Su destitución como jefe del cuerpo policial autonómico deja el cargo en manos de Josep María Estela (51 años), hasta ahora jefe de los Mossos en Tarragona y el mando al que las brigadas antilazos amarillos que iban por los municipios catalanes retirando esos símbolos separatistas en apoyo a los presos del procés temían porque había dado orden de darles caza y multarles. De hecho, él mismo se fotografió en compañía de Pere Aragonés junto a un gran lazo amarillo coincidiendo con su ascenso en 2019.

En el cuerpo tampoco ha pasado desapercibido el hecho de que el nuevo jefe de los Mossos se ha manifestado en favor del separatismo en el pasado.

De hecho, se fotografió recién ascendido a comisario en 2019 junto a Pere Aragonés y otros altos funcionarios de la Generalitat con un gran lazo amarillo, justo en el momento en que Cataluña se llenaba de estos símbolos de apoyo a los presos golpistas del procés.

A Estela se le ha vinculado abiertamente con la polémica persecución que sufrieron las llamadas brigadas antilazos. Ciudadanos que retiraban los símbolos amarillos de las vías públicas catalanas y que, por orden de los jefes de los Mossos (Estela entre ellos en su demarcación), recibieron multas de hasta 30.000 euros.

Cataluña, huerto de marihuana

Desconocido para el gran público, pero no para los agentes a su cargo, Estela lleva más de un cuarto de siglo formando parte de los Mossos. En ese tiempo, ha pasado por seis de las nueve regiones en las que la policía autonómica divide el territorio catalán. Esa, explican internamente, es una de las claves que está tras su nombramiento: la Generalitat es consciente de los choques que hay entre ciertas regiones y busca una persona capaz de sentarse con todos para arreglar esas fricciones territoriales.

Pero, si hay algo que recuerdan especialmente agentes que han trabajado para Estela de forma cercana es su claridad a la hora de lanzar advertencias sobre el futuro de la región. Una de las más contundentes la realizó el pasado 2020, cuando alertó públicamente que si la situación de inseguridad en Cataluña seguía ganando terreno, la región podría convertirse en referencia continental para la delincuencia. Especialmente para la que se dedica al cultivo y venta de marihuana.

En los últimos años, Cataluña se ha convertido en un hub para los cultivadores de marihuana interior. Grandes extensiones bajo techo en las que se produce esta droga, una de las más consumidas en toda Europa. Sus palabras no dejaban lugar a dudas: «Corremos riesgo de convertirnos en el huerto de marihuana de Europa si es que no lo hemos hecho ya», advirtió en una entrevista a un medio regional.

El decomiso de plantas indoor -como se denomina este tipo de modalidad de cultivo- y la detención de sus propietarios se ha disparado en los últimos años en Cataluña. Pero el problema no es en sí la marihuana, sino todo lo que conlleva su producción. Tal y como advirtió Estelas, estos cultivos provocan «el asentamiento de grupos criminales, tráfico de armas, prostitución…». Un auténtico efecto llamada para la delincuencia.

Cabe recordar que este mes de diciembre fue detenido en Barcelona uno de los narcos más buscados de todo el mundo, responsable de gran parte de los movimientos de cocaína que se realizan a nivel nacional y en buena parte de Europa. Tanto Europol como varias policías de la UE llevaban años tras su pista, pero fueron agentes de la Guardia Civil los que le detectaron residiendo a escondidas en la capital catalana. En un rápido -y polémico- operativo, agentes del UEI y el GAR asaltaron la vivienda y detuvieron a esta célula de narcos, en una operación quirúrgica aplaudida en todos los círculos policiales europeos.

El adiós de Trapero

El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, comunicó el pasado 20 de diciembre su decisión de destituir al Mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluis Trapero. La destitución es consecuencia de una pérdida de confianza por el distanciamiento de Trapero con el director general de la Policía, Pere Ferrer.

Trapero ha ocupado la máxima responsabilidad en el cuerpo en dos etapas distintas: entre el 2013 y el 2017, y desde el mes de noviembre de 2020 hasta la actualidad.

La Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional absolvió al mayor Trapero en octubre de 2020 tras ser juzgado por el papel que tuvo la Policía autonómica catalana durante el referéndum independentista. La sentencia llegó después de cuatro meses de juicio que fue interrumpido por la crisis sanitaria. La Fiscalía rebajó su acusación contra Trapero de un delito inicial de rebelión a uno de sedición por el que pedía una condena de 10 años de prisión.

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