Moncloa cree que Sánchez «solo busca hacer ruido» con su anuncio de reforma constitucional

prima de riesgo
Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Moncloa quita crédito, al menos por ahora, a las intenciones de Pedro Sánchez de abrir en el Congreso un debate sobre la reforma de la Constitución. En fuentes gubernamentales se considera que el líder socialista sólo busca «hacer ruido» y aplazan cualquier decisión al momento en que esa propuesta llegue, efectivamente, a la Cámara.

La misma reacción se comparte en el PP, donde ven a un Sánchez más ocupado en sus problemas internos -en alusión a las relaciones con el PSC- y en «ganar protagonismo» tras la reunión con Rajoy, el pasado jueves en La Moncloa, que en plantear una fórmula real sobre Cataluña.

En fuentes ‘populares’ se ve «muy complicado» abrir ahora una reforma que, consideran, no reúne el consenso necesario entre las formaciones, el argumento en el que siempre ha insistido el propio Rajoy. Consideran, además, que no es el momento para plantear una iniciativa que puede ser interpretada por los independentistas como un síntoma de debilidad del Ejecutivo, y que dejará en evidencia la falta de unidad para hacer frente a este desafío.

«Saber qué reformar»

Moncloa ha expresado siempre sus grandes recelos a abrir el melón constitucional. En diciembre, Rajoy aprovechó los actos con motivo del Día de la Constitución para fijar su posición: la Carta Magna sea puede reformar, pero siempre que la reforma sea «razonable». Y esto es, para el presidente del Gobierno, concretar «qué se quiere reformar, qué temas se tratan y qué temas no se tratan. Y también tener una idea aproximada de cuál es el final».

Y en ello, insistió, «hay que tener claro qué se va a tocar, qué no se va a tocar y qué hay que preservar: la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles, nuestros derechos y libertades fundamentales, nuestra pertenencia a Europa y la sanidad, las pensiones y la educación». Una declaración que se contrapone a los profundos recelos que en Moncloa generan algunas propuestas de Sánchez, como su apuesta por un Estado ‘plurinacional’ o la ‘nación de naciones’.

El Gobierno logró aplazar cualquier debate mientras la Gestora estuvo al frente de Moncloa. Pero con la elección de Sánchez el panorama es distinto. El líder socialista está decidido a poner en marcha cuanto antes los engranajes de esa reforma. Este mismo martes, la portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, se reunió con el secretario general del grupo de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, en una primera toma de contacto. 

En el encuentro, según versión socialista, se planteó no solo la cuestión territorial, sino asuntos como la limitación de mandatos, la reforma de la ley electoral y la supresión de aforamientos.

Ambos partidos se emplazaron a una nueva reunión, a final de mes, para buscar un «espacio común» para que Podemos y PP se sienten también a negociar.

Sánchez se reunirá este viernes con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, para avanzar en un bloque de propuestas frente al independentismo

Aún estando de acuerdo en la necesidad de abrir esa reforma, los grupos evidencian sus profundas diferencias. Para empezar, el partido de Rivera se niega categóricamente a una reforma del artículo 2 para incluir la idea de ‘plurinacionalidad’ defendida por Sánchez.

Entre tanto, Sánchez se reunirá este viernes con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, para avanzar en un bloque de propuestas frente al independentismo. 

La idea del líder socialista es activar sus propuestas antes del próximo 1 de octubre, fecha del hipotético referéndum ilegal. En su encuentro en Moncloa, el pasado jueves, Sánchez instó a Mariano Rajoy a abrir un cauce de diálogo con Cataluña o, en caso contrario, le advirtió, él tomaría la iniciativa.

Tiempo limitado

El margen de tiempo es ciertamente limitado. Los socialistas reconocen que ese plazo comprime no solo al Gobierno, sino a ellos mismos, obligados a un complicado encaje para que sus medidas se pongan en marcha antes de la citada fecha.

Ni siquiera está aún claro qué formato podría adoptar ese foro de reforma constitucional. Podría ser una subcomisión, dentro de la Comisión Constitucional, pero el cupo de subcomisiones está en principio cubierto. La otra posibilidad es crear una comisión mixta Congreso-Senado. En fuentes ‘populares’ se admite que podrían prosperar, porque el partido está en minoría.

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