El Gobierno de Sánchez dice que nombró a sus tres ‘embajadores políticos’ por su «eficacia»

Moncloa ha justificado el nombramiento de los tres embajadores ‘políticos’ (no pertenecen a la carrera diplomática, sino al PSOE) designados hasta ahora por el Ejecutivo de Pedro Sánchez esgrimiendo que su elección se debió a su «eficacia». Así lo ha afirmado en respuesta a una pregunta parlamentaria registrada por el portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, Fernando Maura.

Hasta la fecha el Gobierno de Sánchez ha nombrado tres embajadores políticos: Manuel Escudero, secretario de Política Económica y Empleo del PSOE, ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); Andrés Perelló, secretario de Justicia, Libertades y Nuevos Derechos de Ejecutiva federal, ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y Ángel Ros, exalcalde socialista de Lérida, en la legación de Andorra.

Maura denunció este tipo de nombramientos porque «supone replicar las prácticas de nepotismo que tanto se criticaban del anterior Ejecutivo». En una batería de preguntas escritas registradas en el Congreso, el portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Exteriores mostró su preocupación ante la posibilidad de que Ejecutivo coloque en embajadas clave a «personas ideológicamente próximas al partido que apoya al Gobierno en lugar de utilizar criterios meritocráticos».

En este contexto, Maura instó al Gobierno a poner por escrito «cuál es el criterio» que sigue el Ejecutivo para nombrar embajadores y si considera que «el nombramiento de personas próximas al PSOE contribuye a aumentar la desafección de los ciudadanos españoles con sus instituciones por considerarlas partidistas».

La respuesta del Gobierno a esta pregunta parlamentaria dice lo siguiente: «En relación con la información interesada, se señala que el criterio seguido para los nombramientos de los Embajadores de España es la designación de aquellos candidatos que mejor puedan desempeñar la labor de representación y defensa de los intereses de España en el país o los países en que estén acreditados».

Así, el gabinete de Pedro Sánchez afirma que «espera que se juzgue a los altos cargos por su eficacia en el desempeño de sus funciones y responsabilidades y no por sus eventuales afinidades políticas», dando así a entender que tales nombramientos se debieron a esa supuesta «eficacia» de los tres elegidos.

«Arbitrariedad»

La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), que representa a más del 75% de la carrera diplomática, ya expresó el pasado agosto su «disconformidad» con el nombramiento de estos tres destacados socialistas, siendo dos de ellos incluso miembros de la Ejecutiva federal de Pedro Sánchez.

A través de un comunicado, la asociación recalcó que, independientemente del partido que gobierne, la discrecionalidad del Consejo de Ministros para nombrar embajadores «no puede ni debe convertirse en arbitrariedad», ni basarse en «criterios partidistas» o «servir para garantizar una ‘salida institucional’ a personas a quienes se quiera beneficiar», en detrimento de los diplomáticos.

La ADE subrayó que «ser Embajador de España no se improvisa ni se aprende en unos pocos años», sino con el desarrollo de una carrera profesional «que se inicia al superar unas exigentes oposiciones» y se consigue con «muchos años de trabajo».