El Gobierno se lava las manos: pasa a las empresas la obligación de dotar de mascarillas a los trabajadores
Varios dirigentes regionales denuncian que los protectores del rostro no han llegando a todos los puntos del transporte necesarios ni siquiera en este primer día de la medida
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El Gobierno ha relajado el estado de alarma con una serie de condiciones: entre ellas, el uso de mascarillas en el transporte público y en los centros de trabajo en los que haya riesgo de contagio de coronavirus. Pero, tras tomar esa decisión, se acaba de lavar las manos: ha pasado a las empresas la obligación y responsabilidad de dotar de mascarillas a sus trabajadores.
Y lo hace en plena escasez de ese mecanismo de protección y cuando el propio Gobierno tiene problemas para conseguir las cuantías que demanda de mascarillas. El mensaje ha sido confirmado por el departamento de Carolina Darias, la ministra de Política Territorial y Función Pública del Gobierno de Pedro Sánchez.
Hasta el momento, además, el Ejecutivo nacional no ha recomendado el uso de las mascarillas quirúrgicas de forma generalizada para cortar los contagios con el coronavirus. Ahora, sin embargo, tras casi un mes de confinamiento y haber endurecido a mitad de camino las condiciones del estado de alarma, ha decidido abrir la mano en los movimientos de los trabajadores sin posibilidad de teletrabajar, pero, eso sí, usando las mismas mascarillas que, según el Gobierno, no tenía sentido usar hace unas semanas.
Colaboración de ayuntamientos y autonomías
Tal y como ha confirmado la propia Darias en Onda Cero, ahora, «hemos optado por incentivar la cultura de la protección con las mascarillas».
La ministra, que ha superado la enfermedad del coronavirus, ha reconocido la colaboración y buena disposición de los ayuntamientos y de las comunidades autónomas para facilitar el reparto de las mascarillas en el primer día de relajación del estado de alarma.
Un día en el que los trabajadores que han acudido al transporte público han podido encontrar a agentes de la Policía repartiendo mascarillas gratuitas.
Pero esa escena no se verá muchos más días. El Ministerio de Darias ha aclarado que son las empresas las que tienen que dar a sus trabajadores los sistemas de protección: EPIs, mascarillas, etc.
Traducido: que, en plena escasez de estos medios de protección frente al virus, serán las empresas las que corran con la responsabilidad de tener que localizar y adquirir en el mercado las mascarillas si quieren que sus empleados vuelvan a trabajar con garantías de seguridad. Porque, lo cierto es que el Gobierno no ampliará sus entregas de material de prevención frente al coronavirus.
No han llegado
Varios dirigentes regionales han denunciado que las mascarillas no han llegando a todos los puntos del transporte necesarios ni siquiera en este primer día de apertura de las condiciones del estado de alarma. El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, por ejemplo, ha señalado que el reparto de las 1,4 millones de mascarillas confirmada a la Comunidad madrileña sólo se ha efectuado en 51 estaciones de Metro de las 240 existentes.
Garrido ha ido más allá y ha señalado que el reparto no se ha hecho posible en todas las estaciones por un factor determinante: que el Gobierno se ha tenido que «rendir a la evidencia» de que no era posible y se ha tenido que centrar en los «núcleos principales» al verse «sobrepasado» por los acontecimientos.
Y, en esa situación de escasez de mascarillas en el mercado, el Gobierno se lava las manos y pasa a las empresas la papeleta de su entrega a los trabajadores.