MARRUECOS

El Gobierno elogia la lucha de Marruecos contra la inmigración pero los saltos a la valla suben un 25%

Intento de salto en la valla en Ceuta.
Intento de salto en la valla en Ceuta.
Pelayo Barro

El Gobierno considera que Marruecos está haciendo una labor «fundamental» para controlar los flujos de inmigración ilegal que llegan a la Península y a Canarias. Desde la Secretaría de Estado de Migraciones aplauden públicamente esa colaboración y señalan que está tras la caída de un «21,5% de las llegadas irregulares de inmigrantes». Sin embargo, el Gobierno oculta un dato en su relato: las llegadas a la Península bajan mientras suben un 27% los saltos a las vallas de Ceuta y Melilla, justo cuando Rabat reivindica de nuevo su anexión.

En 2022, Marruecos está luchando contra la inmigración más de lo que lo hizo en 2021, el año en el que rompió radicalmente sus relaciones bilaterales con España y abrió el grifo a las pateras en el Estrecho. En términos generales. Pero las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior muestran que esa colaboración tiene dos marchas: una la de las pateras que cruzan el Estrecho, y otra la de los inmigrantes que saltan las vallas de las ciudades autónomas.

En Ceuta y en Melilla, la situación no sólo no ha mejorado respecto a 2021, sino que ha empeorado. A estas alturas, el pasado año, habían llegado un total de 1.583 inmigrantes «por vía terrestre» a ambas ciudades. Esa vía representa los saltos a la valla y, en muy menor medida, las entradas camufladas por los pasos fronterizos. Los polizones.

En 2022, en ese mismo periodo, el Ministerio del Interior reconoce un total de 2.015 entradas a Ceuta y Melilla. Un total de 432 más que el año pasado, con una subida del 27,3%. 

En el desglose de ciudades, Ceuta se lleva la peor parte con un aumento de 303 entradas y un 54% más de llegadas irregulares. Melilla, por su parte, suma 129 entradas, un 12% más respecto al mismo periodo de 2021.

Cabe recordar que Marruecos, pese a la ‘tregua’ concedida tras el reconocimiento del Sáhara por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, no ha incluido a Ceuta y Melilla en los términos de esas paces. De hecho, Marruecos envió una carta recientemente a la ONU en la que aseguraba no tener fronteras terrestres con España, llamando «presidio» a Melilla.

Aplauso

La secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro, ha concedido una entrevista a la Agencia EFE en la que califica de «buena noticia» la «tendencia descendente» en las llegadas de inmigrantes a España. Según asegura, desde el 1 de enero hasta el 15 de octubre se han reducido «un 21,5%» respecto al mismo periodo del año pasado.

Explica Castro que el ritmo de llegadas comenzó a ralentizarse en marzo, cuando crecía un 77%. Fue la cesión del Gobierno de Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental, asumiendo el plan de Marruecos para este territorio, cuando el ritmo cambio y comenzó a descender.

Según la secretaria de Estado, la política exterior española «es respetuosa con Marruecos y con el resto de los países». «La colaboración con los países de origen y de tránsito, Marruecos también lo es, es fundamental para evitar la inmigración irregular», indica Castro.

 

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