Crisis del coronavirus

El Gobierno convierte el homenaje a las víctimas del Covid en un acto de propaganda de la vacunación

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Gonzaga Durán

El segundo homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus, que este jueves ha tenido lugar en la Plaza de la Armería del Palacio Real y ha estado presidido por el Rey Felipe VI y la Reina Letizia, ha sido convertido por el Gobierno de Pedro Sánchez en un acto de propaganda de la vacunación. Algo que ha sido evidente en el protagonismo que han tenido las personas mayores que fueron vacunadas cuando España dispuso de vacunas para hacer frente al virus. Un homenaje que ha servido también para ocultar cómo ‘el Gobierno de las sonrisas’ ha mentido con la variante delta admitiendo a las puertas de una ‘quinta ola’ muchos menos casos para minimizar su impacto.

Este homenaje también ha rendido tributo a los profesionales de la sanidad, tanto a los fallecidos por el Covid-19 como a los más de 130.000 que se han llegado a contagiar durante la pandemia. Por ello, han estado presentes varios representantes del colectivo sanitario.

El Rey, durante su discurso, ha pedido «mantener viva la memoria» de lo que ha supuesto la pandemia y «no permitir el olvido» en alusión a los fallecidos porque esa memoria «también se ejerce aprendiendo de todo lo vivido». «España jamás olvidará a quienes se enfrentaron al virus», ha recalcado.

Felipe VI ha lanzado un mensaje de esperanza por el «impulso» que las vacunas y los nuevos tratamientos suponen para vencer la pandemia.

El Jefe de Estado ha ofrecido también su «abrazo emocionado» a quienes han perdido a sus familiares o amigos, aunque ha reconocido que «no existen palabras que de verdad consuelen la ausencia de un ser querido», y ha expresado la «gratitud infinita» de la sociedad hacia los profesionales sanitarios que «entregaron lo más preciado que tiene el ser humano, su propia vida».

«Respeten la pandemia»

En el acto también ha intervenido Araceli Hidalgo, la anciana de 97 años que se convirtió en la primera vacunada de nuestro país. Recibió la primera dosis el pasados mes de diciembre, en la Residencia Los Olmos de Guadalajara donde se sigue hospedando a día de hoy. Ha estado acompañada de su hijo, su nieto y su bisnieta.

Hidalgo ha pedido a los jóvenes «que respeten la pandemia» y ha lanzado un mensaje «a todos los grupos sanitarios, que con su trabajo han salvado muchas vidas». «Y nada más», ha zanjado. Su hija ha expresado su «profundo agradecimiento a todos los que han contribuido a nuestra protección y cuidado con una entrega absoluta». También ha trasladado su «profunda y sincera admiración a la ciencia por las vacunas que nos permiten mirar el futuro con ilusión y esperanza».

Desde la vacunación de Araceli Hidalgo, el Gobierno de Pedro Sánchez se ha encargado de potenciar la campaña de vacunación en nuestro país con el objetivo de llegar al 70% de la población inmunizada para finales de agosto, objetivo que reveló el propio presidente del Gobierno.

Todo ello pese a que la gestión de las vacunas no depende exclusivamente de Sánchez, puesto que todos los países miembros de la UE reciben los cargamentos de vacunas a la vez. En los primeros cargamentos que llegaron a España se llegó a colocar un logo del Gobierno de España, lo que causó multitud de críticas.

En este homenaje de Estado a las víctimas de coronavirus también han estado presentes los primeros vacunados en distintas comunidades autónomas y cuyas edades oscilan entre los 78 y los 96 años. Su presencia ha tenido como fin fomentar la vacunación entre los jóvenes y dar visibilidad al colectivo. Pedro Sánchez y su Ejecutivo ha querido usar también este colectivo para «simbolizar la fuerza de la vacunación» y la «esperanza de la salida de la pandemia».

Las ausencias

El Gobierno de Pedro Sánchez ha acudido en bloque a este homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus. La única ausencia ha sido la del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que tenía una reunión con sus homólogos europeos.

Este mismo martes, el Consejo de Ministros concedió la Gran Cruz del Mérito Civil a 120 miembros del personal sanitario fallecidos por el virus. El Rey Felipe VI ha entregado durante el acto 102 de estas condecoraciones a los familiares de los fallecidos, cuatro de manera pública durante la primera parte de la ceremonia y el resto en un acto privado posterior dentro del Palacio.

Al homenaje han acudido dirigentes políticos como el nuevo presidente del Senado, Ander Gil, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, los del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y el Constitucional, Juan José González Rivas; los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado e Inés Arrimadas, y el portavoz del PNV, Aitor Esteban, entre otros.

También han asistido el grueso de los presidentes autonómicos. Sólo han faltado los de Cataluña, Pere Aragonès; País Vasco, Íñigo Urkullu, Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y Aragón, Javier Lambán. Ningún dirigente de Vox ha acudido al evento por considerarlo «un acto de propaganda», al igual que ocurrió en el primer homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia.

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