La Fiscalía investiga las amenazas contra la enfermera que criticó «el puto C1 de Catalán»

La Fiscalía de Odio de Barcelona investiga los mensajes en redes sociales contra la enfermera del Hospital Vall d’Hebron que hizo un Tik Tok criticando la dictadura lingüística, que le imponía tener el C1 de catalán para realizar los exámenes para las plazas de enfermería. La enfermera dijo que «para sacarnos las putas oposiciones tenemos que tener el puto C1 de catalán. Pues resulta que se va a sacar el nivel C1 de catalán mi madre porque yo no me voy a sacar el C1 de catalán», denunció la profesional  sanitaria de Cádiz.

El C1 para las oposiciones de enfermería

Tras estas declaraciones la enfermera comenzó a ser insultada y amenazada a través de las redes sociales. La diligencias preprocesales de investigación se abrieron el miércoles y la investigación es de carácter reservado, según han informado fuentes de la Fiscalía de Barcelona.

La sanitaria gaditana de 25 años arrasó en Tik Tok y Twitter por denunciar, en un vídeo en el que aparecían otras compañeras, la obligatoriedad del máximo nivel de conocimiento del catalán en las oposiciones de Cataluña. Una muestra más del hartazgo que viven los sanitarios en comunidades como la valenciana, la de Baleares o la de Cataluña a la hora de marginarles por tener sólo conocimiento del español, lo que provoca una falta de personal en algunos centros hospitalarios.

«Para sacarnos las putas oposiciones tenemos que tener el puto C-1 de catalán. Pues resulta que se va a sacar el nivel C-1 de catalán mi madre porque yo no me voy a sacar el C-1 de catalán» denunció la profesional  sanitaria de Cádiz al verse discriminada respecto a otros compañeros que han nacido y vivido toda su vida en Cataluña.

Como consecuencia de esta denuncia en las redes sociales, la consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña no renovó el contrato de Begoña Suárez, la enfermera que criticó a través de sus redes sociales, que tener el nivel C1 de catalán fuese un requisito obligatorio para trabajar en la Sanidad pública catalana. La profesional, originaria de Andalucía, sufrió un brutal acoso por parte de los separatistas.