La familia real mantiene su programa en Asturias
El Palacio de la Zarzuela no ha cambiado hasta ahora ni uno solo de los actos programados para el debut de la Princesa Leonor en los Premios Princesa de Asturias. Tal y como estaba previsto, los Reyes Felipe y Letizia junto con sus hijas Leonor y Sofía se encuentran en la capital del Principado, donde han sido recibidos por las autoridades asturianas y los ovetenses que hayan querido darles la bienvenida en la plaza que alberga la catedral de Oviedo. La presencia de los integrantes del núcleo duro de la institución de la Corona en la capital asturiana responde al deseo de los responsables de la monarquía de seguir con su trabajo institucional y no entrar en la provocación de los que preferirían que se suspendiera su presencia en el Principado por la grave situación de orden público que se vive en Cataluña.
Aunque en el ánimo del Jefe del Estado pese la preocupación por la escalada de los grupos que han conseguido poner la calles de la Comunidad Autónoma catalana al borde del caos, ya que para él nada de lo que pasa le es ajeno y menos cuando está amenazada la vida cotidiana en las cuatro provincias de Cataluña, la Casa de S.M. el Rey ha optado por seguir con sus planes de presidir los actos de los premios. Se trata, en esta ocasión, de dar continuidad a unos galardones que tienen gran prestigio en el escenario internacional y cuya ceremonia de entrega alcanza cada año una mayor difusión. Y dado que la heredera de la Corona, la Princesa Leonor, es la que ostenta ese título que identifica a la sucesora de su padre, su participación en el acto de entrega de los galardones es un hecho muy emotivo y de gran trascendencia para la Familia Real.
La joven Princesa tiene trece años, aunque a punto de cumplir los catorce, los mismos que tenía don Felipe cuando pronunció sus primeras palabras en el Teatro Campoamor de Oviedo hace ahora 38 años. Ella cerrará con una intervención, que se prevé no sea demasiado larga, el acto de entrega de premios después de que el Rey Felipe intervenga con un discurso previsiblemente intenso y de gran contenido, como ha venido haciendo hasta ahora. El monarca ha aprovechado desde hace muchos años la oportunidad que le ha brindado el escenario del Teatro Campoamor para dar un hondo e intenso repaso a la situación española y también a tratar de la actualidad internacional. Todo ello sin dejar de lado la explicación de los méritos de los galardonados cada año, personalidades y entidades de gran relevancia mundial.
En estos momentos de grave crisis, los responsables de la Casa del Rey siguen la pauta de no entrar en provocaciones ya que lo más sensato es seguir con el trabajo institucional que constituye su obligación como representante de la Jefatura del Estado. De ahí que la próxima semana los Reyes realicen una visita de Estado a Corea del Sur y se desplacen a Tokio para estar presentes en la ceremonia de entronización del nuevo emperador Naruhito y de su esposa Masako.