Espinar despelleja a Iglesias: «Es una trituradora de dirigentes que le llevan la contraria»
Ramón Espinar se lanza a la yugular de Pablo Iglesias y de la actual cúpula de Podemos. El ex líder de la formación en la Comunidad de Madrid considera que la dirección morada «es una trituradora de militantes y cuadros que llevan la contraria a Pablo Iglesias, no le gusta que le critiquen, que hagan sombra, que tengan un proyecto propio…». El ex diputado regional y ex senador se ha abierto una cuenta en la red social Twitch donde varias noches a la semana abre una ventana en directo desde su piso en Vallecas donde ajusta cuentas con los líderes del partido morado ante medio centenar de seguidores.
«Yo sigo inscrito, si no me han borrado. No pueden borrar mi ideología pero me han echado emocionalmente de Podemos», comienza diciendo Espinar. A lo largo de las decenas de horas de vídeo en directo que comparte con sus simpatizantes, lamenta la descapitalización que está sufriendo el partido. «Todo se torció cuando se separó Podemos, Íñigo Errejón y los Anticapitalistas. Es una barbaridad expulsar a la Tere [Rodríguez] y el Kichi, que son el futuro de espacio del cambio político en España. No porque lo diga yo. Lo ve cualquiera», relata.
Por otra parte, se muestra muy crítico con Irene Montero. «No me gusta nada como dirigente», lanza Espinar contra su otrora compañera de bancada. En todo caso, señala que la pareja de Iglesias se ha rodeado de un buen equipo, a ojos del ex político madrileño, como Beatriz Gimeno o Victoria Rosell que impulsan la ley Trans. Recuerda que Gimeno o Isa Serra, hoy portavoz nacional de la formación, entroncaban un sector muy crítico con la dirección de Iglesias. Sin embargo, algo pasó que se reconciliaron con la cúpula del partido.
Por otra parte, sobre Errejón, Ramón Espinar le reconoce como un «político brillante intelectualmente». Señala, no obstante, que «no ha sido bueno calculando los tiempos para dar los pasos que quería dar». En todo caso, señala que como parlamentario está protagonizando intervenciones muy notables en los últimos meses. Considera que, al igual que Iglesias, volverá a las aulas de la universidad cuando acaben su etapa en la política. «Les gusta mucho eso», señala el ex barón regional de Podemos que, por su parte, reconoce que está un poco oxidado en lo que se refiere al mundo académico. Por el contrario, ahora que se ha alejado de los focos de la escena pública se ha puesto como «un toro» a base de «cientos de kilómetros» en bicicleta día a día.
Frente a Errejón e Iglesias, a los que califica de «grandes dirigentes», carga contra Pablo Echenique. «No me gusta su estilo. Se ha convertido en Twitter en una especie de Gabriel Rufián pero en macarra. Me gustó mucho el primer Echenique que difundía vídeos moviendo maletas con su silla de ruedas», explica Espinar. También acusa a Juan Carlos Monedero, esbozando una media sonrisa, de «ser bastante personaje».
En sus largas intervenciones frente a la cámara doméstica, Ramón Espinar dice que está descontento con la imagen que los medios de comunicación han trasladado de él. Ahora quiere aprovechar sus ratos libres para charlar de baloncesto, vídeo juegos o series con sus seguidores.
Coca Cola
«¿Pepsi o Coca Cola?», le pregunta un usuario en Twich. A esto, Espinar ríe: «Anda, ha entrado un troll. Pues mira, yo prefiero, como ya sabes, Coca Cola… light. Ahora corre a coger el corte del vídeo y pásaselo a tus amigos en Twitter». El ex líder político considera que con esa táctica crecerá como streamer. Dice que seguirá dando la cara en esta red social durante dos o tres semanas para ver si consigue atraer a mucha gente.
Reconoce que ahora mismo ejerce de «crítico». «Los críticos estamos para eso, para criticar. No entiendo la dirección que está asumiendo el partido en algunos temas», lanza aunque reconoce que no es el momento ahora de cambiar el liderazgo en la estructura orgánica: «Sería el primer partido que lo hiciera estando en el Gobierno».
Espinar se muestra muy desilusionado con la política de expulsar a los críticos. «Podemos ha dejado de tener militancia. Es muy difícil militar en Podemos. Yo ahora me dedico a colaborar en el AMPA del cole de mis hijos y en el banco de alimentos de mi barrio. En Podemos no hay espacios para discrepara. Entonces se ha convertido en una cúpula y unos trabajadores. Es lo que pasa cuando tienes cargos y presupuestos», afea el ex dirigente madrileño.
Este politólogo que soñaba con entrar en el Gobierno de la Comunidad de Madrid al menos como vicepresidente con el PSOE ahora tiene un sueño más a largo plazo. No descarta en volver a la primera fila. Reconoce que desde los 16 años es el momento de su vida en el que está menos movilizado. Pero esto puede cambiar en cualquier momento. Podría darse el caso de que tras la salida de Iglesias del Gobierno reapareciera con la intención de conseguir la reunificación de pablistas y errejonistas.