Puigdemont volverá a España en el mismo instante en el que se apruebe la amnistía

La aprobación de la ley de amnistía, el precio que pagará Pedro Sánchez al independentismo a cambio de su investidura, tendrá una consecuencia inmediata: la vuelta a España del ex presidente catalán fugado, Carles Puigdemont. El líder de Junts huyó a Bruselas escondido en un coche el 30 de octubre de 2017, tres días después de la fallida declaración de independencia de Cataluña y ante la inminente querella de la Fiscalía por rebelión, sedición y malversación. La amnistía que prepara Sánchez anulará los delitos por los que fueron condenados los dirigentes del proceso separatista catalán y, con ello, facilitará el retorno de Puigdemont. Tras la reforma de Sánchez que fulminó la sedición, el juez instructor, Pablo Llarena, mantiene contra el dirigente independentista las acusaciones por malversación y desobediencia.

En principio, nada impide la vuelta de Puigdemont una vez que la norma se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Cuando entre en vigor, las salas de enjuiciamiento tendrán que aplicarla en sus respectivas causas, pues no podrán oponerse a lo que el legislador determine. En el caso de Puigdemont, los siguientes pasos corresponderán al Supremo, que puede iniciar los trámites para tratar de paralizarla. Sin embargo, como advirtió el propio Llarena a principios de este mes en el auto en el que rechazaba la quinta recusación presentada por Puigdemont contra él: «No corresponderá a este instructor resolver sobre la eventual constitucionalidad de la norma, ni siquiera le incumbirá cuestionar su validez constitucional».

Así pues, el Supremo podrá plantear sus dudas sobre la validez de la ley mediante una cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. O incluso podría llevarla ante el Tribunal de Justicia de la UE si considera que la amnistía es contraria al derecho comunitario. Previsiblemente, también lo hará el Partido Popular, mediante el correspondiente recurso. Y también puede hacerlo la Audiencia Nacional, encargada del proceso de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), procesados por terrorismo o cualquier tribunal con causas sobre los hechos ligados al procés. El recorrido parece no obstante limitado con un Constitucional presidido por Conde-Pumpido y de mayoría de izquierdas.

No podrá ser detenido

Una vez aprobada la ley y en tanto en cuanto el órgano de garantías no se pronuncie, la orden de detención de Puigdemont quedará sin efecto y el separatista prófugo tendrá vía libre, según fuentes jurídicas, para volver a España de forma inmediata. En el improbable caso de que se declarase su inconstitucionalidad, Llarena podría seguir con la instrucción y solicitar la extradición.

El juez lleva desde noviembre de 2017 intentando traer a Puigdemont a España para juzgarlo, pero el proceso para su arresto ha sido seguramente el más enrevesado que se conoce. En una nueva maniobra para dilatarlo, el líder de Junts ha recurrido el plazo que le dio Llarena el pasado 19 de septiembre para que acredite si ha recurrido ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) la suspensión de su inmunidad como eurodiputado, a fin de reactivar la euroorden. Con ello, el dirigente separatista intenta ganar tiempo ante la aprobación inminente de una amnistía que le librará de sus causas con la Justicia.

Entre tanto, Moncloa apura ya el texto definitivo de la ley que llevará al Congreso para que Junts dé su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. El plazo para esa investidura finaliza el 27 de noviembre -si Sánchez no logra apoyos las elecciones se celebrarían el 14 de enero- y los siete votos de Puigdemont son decisivos. Dado el apremio del calendario, Junts no exigirá a Sánchez que la ley esté aprobada antes de esa fecha, como era su condición inicial. Bastará con que sea registrada en el Congreso para que el socialista tenga asegurada su reelección. Eso sí, a cambio de unas garantías claras de que la norma iniciará su andadura parlamentaria. Si se tramita por la vía de urgencia, puede estar lista en apenas un mes. Y, con ello, Carles Puigdemont tendrá vía libre para regresar a España.