Cientos de personas se han echado a la calle este martes para contemplar la Cabalgata de Reyes organizada por el Ayuntamiento de Valencia, el mismo día que el presidente autonómico Ximo Puig anunciaba nuevas restricciones en toda la Comunidad Valenciana para intentar frenar las cifras dramáticas de contagios por coronavirus.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís, blindó el centro de la ciudad en Nochevieja para evitar que se produjera cualquier celebración navideña que pueda extender los contagios. Pero en cambio ahora ha organizado una Cabalgata de Reyes que ha provocado que miles de personas se echen a la calle, en algunos casos sin cumplir las medidas mínimas de seguridad, como muestra el vídeo que acompaña a esta noticia.
Todo ello, cuando la Comunidad Valenciana registra sus peores cifras por la pandemia de coronavirus: la Conselleria de Sanidad ha notificado este martes 3.930 positivos. Desde que se inició la pandemia, el Covid ha provocado 3.116 muertes en la región: 1.642 en la provincia de Valecia, 1.073 en Alicante y 401 en Castellón. En los hospitales de la Comunidad permanecen ingresadas 2.079 personas por coronavirus.
Como consecuencia de esta grave situación, el presidente de la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, ha anunciado nuevas restricciones que entrarán en vigor el jueves. El confinamiento perimetral de la región se amplía hasta el 31 de enero y el toque de queda se adelanta a las 10 de la noche (ahora entra en vigor a las 11).
Los establecimientos de hostelería deberán cerrar a las 5 de la tarde y quedará prohibido fumar en sus terrazas. Además, la Generalitat ha establecido el confinamiento en 29 municipios, entre ellos Ontinyent, Cheste, Alcoy, Castalla y Polop.
Las escenas de aglomeraciones en las calles se han reproducido en Vigo, donde el alcalde socialista Abel Caballero ha salido a dar la bienvenida a «la mejor cabalgata del mundo». El Ayuntamiento ha puesto en marcha, en el centro de la ciudad, una «cabalgata estática» formada por ocho carrozas: las de los Reyes Magos, la de la Cartera Real, la de la Policía Local y varias patrocinadas por empresas privadas.
Durante toda la tarde, se han formado largas colas a la entrada del recinto, formadas por familias que llevaban a sus hijos a recibir a los Magos de Oriente, a pesar de que se exigía cita previa y un pase otorgado por el Consistorio. El equipo de Abel Caballero también ha instalado atracciones infantiles y grupos de animación. Aunque la gran mayoría de los asistentes portaba mascarilla, en muchos casos ha sido imposible mantener las distancias de seguridad.