Aviso de Sánchez a los barones críticos: nombra ministras a posibles candidatas para las autonómicas
El cambio de ministros no ha tardado en analizarse por los barones críticos del PSOE como un severo toque de atención de Pedro Sánchez a sus ansias críticas. Si Susana Díaz, la socialista más alejada de Pedro Sánchez, acaba de ser degollada políticamente en Andalucía, ahora Emiliano García-Page, Ximo Puig o Javier Lambán observan como perfiles sanchistas procedentes de sus respectivos feudos adquieren currículum de ministro y se convierten en alternativas a su continuidad. Todo ello, tras la polvareda interna generada por los indultos a los golpistas condenados por el 1-O.
Emiliano García-Page, presidente socialista de Castilla-La Mancha, mostró su rechazo abierto a los indultos. De Javier Lambán, presidente socialista de Aragón, es más que conocido su creciente alejamiento de los postulados sumisos al separatismo de Pedro Sánchez. Y Ximo Puig nunca ha formado parte de los equipos del presidente del Gobierno.
Los tres han recibido un severo toque con los cambios de Gobierno. Porque, a partir de ahora, Pedro Sánchez acaba de dejar claro que cuenta con perfiles en cada uno de sus feudos con los que sustituir a los barones más clásicos del PSOE. Y visto cómo ha rodado la cabeza de la antaño todopoderosa Susana Díaz, los avisos de Sánchez son algo a tener en cuenta.
Mujeres curtidas en ayuntamientos
Raquel Sánchez es la nueva ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Sustituye a José Luis Ábalos. Es mujer, de Gavà, tiene 45 años. Y podría ser un claro refuerzo de Salvador Illa en detrimento de la fuerza de Miquel Iceta en el PSC. Iceta no ha sido crítico con Sánchez. Pero es evidente que Sánchez ha marcado ya la ruta del PSC y no pasa por una hipotética vuelta con fuerza de Iceta a Cataluña en caso de perder el PSOE las próximas generales. La alcaldesa de Gavà (Barcelona), es abogada y ha militado en el PSC desde 2003, pero, pese a ello, nunca se ha identificado con las viejas familias del partido. Traducido: se puede rehacer el partido con ella e Illa.
Diana Morant es la nueva ministra de Ciencia e Innovación. Alcaldesa de Gandía y de 41 años. Su currículum la describe como gestora de una ciudad de 74.000 habitantes. Es ingeniera de Telecomunicaciones y entró en política en 2011 bajo el cartel de independiente dentro de la lista del anterior alcalde, José Manuel Orengo. Es decir, de nuevo, no pertenece a la familia del barón Ximo Puig en el Partido Socialista Valenciano. Y eso significa que puede ser un claro relevo de un Puig acosado por el escándalo de las concesiones millonarias de subvenciones a las empresas de su hermano.
Pilar Alegría es la nueva ministra de Educación. Viene de Zaragoza y tiene 44 años. Era hasta ahora la delegada del Gobierno en Aragón y fue portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza y secretaria de Organización bajo el presidente autonómico Javier Lambán. Ahora sustituye a Isabel Celaá en el Ministerio de Educación. Alegría fue una de las personas cercanas a la candidatura de Susana Díaz en las primarias de 2017, pero a redireccionado sus preferencias para pacificar su situación con Ferraz. Y, sobre todo, obtuvo un buen resultado en las últimas elecciones municipales como candidata socialista por Zaragoza, y no ha mantenido la actitud crítica con Pedro Sánchez de su jefe de filas, Javier Lambán. Y eso, de nuevo, la puede convertir en alternativa a un barón díscolo y con fuerza.
Isabel Rodríguez, por su parte, es la nueva ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno. Procede de Abenójar y tiene 40 años. Hasta ahora ocupaba la Alcaldía de Puertollano (Ciudad Real). Rodríguez, además, suma las competencias de Política Territorial, en sustitución de Miquel Iceta. Ella ha sido diputada en tres legislaturas por la provincia de Ciudad Real y no se ha sumado al espíritu crítico de Emiliano García-Page contra Pedro Sánchez. Traducido: una vez más puede ser el relevo del actual presidente de Castilla-La Mancha.
Purgas
Hay que recordar que Pedro Sánchez ya ha mostrado su capacidad aniquiladora con los críticos y ahora centra su atención en los barones regionales. Nicolás Redondo y Joaquín Leguina han sido los últimos purgados por el PSOE, por ejemplo, por el desastre del PSOE en el 4M. El mismo día 5, un día después del desastre electoral del PSOE en las muy recientes elecciones madrileñas, Moncloa filtró su deseo de acelerar las primarias de su partido en Andalucía para poder sacar de su estructura a Susana Díaz. Y la criba no acabó ahí. Pedro Sánchez preparó ya en aquellas fechas una limpia general en el PSOE que se centraba, al menos, en País Vasco, Castilla-La Mancha y la citada Andalucía.
Ferraz se prepara para una derrota general. Y, por lo visto, el toque de queda para poner a punto los cuarteles de invierno ya se ha realizado. Pedro Sánchez conoce las encuestas y sabe que el rebufo de la victoria del PP en Madrid puede llegar a muchos otros territorios. Y no quiere encontrarse un partido con rivales.