Otegi se presenta en Cataluña como garante de la democracia tras realizar ETA 54 asesinatos
Arnaldo Otegi se ha presentado en Cataluña en la Diada como el ejemplo de un defensor de la democracia y las libertades. Lo hace en nombre de EH Bildu. Y en la celebración de la Diada fue aplaudido como un héroe. Como un bandeado del derecho de autodeterminación de los separatistas catalanes.
Pero la historia de Arnaldo Otegi no es precisamente ejemplar en la defensa de los derechos y libertades. Ingresó en ETA político-militar en 1977 y a partir de 1981 formó parte de ETA militar. Detenido en Francia, fue entregado a España en 1987 y, tras cumplir una condena por el secuestro en 1979 del director de la fábrica de Michelin en Vitoria Luis Abatua, pasó a la política.
Posteriormente fue condenado por el caso Bateragune a 10 años de prisión, por la reconstrucción de la estructura de la ilegalizada Batasuna «siguiendo instrucciones de ETA» y por pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente.
Pero quizás lo más llamativo de su puesta como ejemplo en Cataluña es el reguero de sangre que la banda terrorista ETA dejó en esta región. La banda terrorista de Otegi ha perpetrado 80 acciones criminales en Cataluña. En concreto, ETA ha matado a 54 personas y herido a otras 224 personas en Cataluña.
La matanza de Hipercor, 19 de junio de 1987, se saldó con 21 personas asesinadas y 45 heridas con un coche bomba cargado con 20 kilos de amonal. El asesinato del ex ministro socialista Ernest Lluch, el 21 de noviembre del año 2000, con dos balazos en la cabeza, fue otro de los asesinatos que difícilmente se podrá olvidar.
Al igual que el asesinato de seis policías nacionales el 8 de diciembre de 1990 en Sabadell o la Matanza de la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic, 29 de mayo de 1991: asesinando con un coche bomba y 70 kilos de explosivos a nueve personas, entre ellas cuatro niñas, y dejan otras 30 heridas.
Pero ahora, Otegi, el que fuera miembro de esa misma banda terrorista, da lecciones de democracia junto a los separatistas… y además le aplauden.