Alumnos de Gijón obligados a leer un libro sobre Asturias como nación diferente de España
El nacionalismo asturiano cobra fuerza. Y lo hace mediante el adoctrinamiento de los menores. Alumnos de un instituto de Gijón han recibido esta semana el encargo de la lectura de un libro que describe las raíces del nacionalismo asturiano.
El libro lleva por título «Faer Asturias» («Hacer Asturias»), un relato sobre «la política lingüística y la construcción frustrada del nacionalismo asturiano» (según se lee en la portada de la publicación) cuyo autor es Patrick W. Zimmerman.
Las dos primeras páginas del libro lanzan ya sus primeras tesis: Asturias es una nación diferente de España y los asturianos, una etnia. «Una provincia en el noroeste de España con una historia, cultura, lengua (llamada asturianu o bable), y una base económica diferenciada del resto de España», se lee en el manual.
En las siguientes páginas ya sale el argumento perenne de Franco y la Policía que oprime a los asturianos: «En el Estado español, la imposición de una visión centralizada de la identidad nacional, del ‘España una, grande y libre’ será la solución de la dictadura de Franco a los conflictos internos violentos…».
El libro de Zimmermann explica que los asturianos son un pueblo diferente: un país celta distinto a los moros españoles. «La romanización de las tribus celtibéricas de Asturias y Galicia fue solo parcial (…) Fue también mínimo el influjo de la España musulmana, siendo la única muestra de presencia significativa de los moros la ocupación del puerto de Gijón». Y como el hecho histórico de la Reconquista y el nacimiento de España no le viene bien al autor, pues lo reduce a un invento del españolismo.
El libro se atreve con más. Blanquear a ETA, por ejemplo. Explica su autor que «el carácter violento del nacionalismo vasco y el apoyo a ETA entre la población se deben ambos a la persistencia en la región de formas culturales ancestrales». E identifica las prácticas de caza y los rituales de los jóvenes vascos con la «caza» de la Guardia Civil cuando estos mismos jóvenes crecen y se acercan a ETA.
El libro llega en un momento en que cobra fuerza la presión impulsada por la izquierda política para imponer la co-oficialidad del bable, denunciada por gran parte de la sociedad asturiana como «excusa y herramienta» para introducir un proyecto político de separatismo idéntico al que ya está en marcha en otras regiones españoles como Cataluña, País Vasco, Baleares y Comunidad Valenciana.