CUENTA CON MÁS PROTAGONISMO EN GALICIA Y PAÍS VASCO

Ada Colau da el sorpasso a Pablo Iglesias en la campaña del 25-S

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El candidato de Unidos Podemos a la Presidencia, Pablo Iglesias (c), junto al líder de IU, Alberto Garzón (i), y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Ada Colau tendrá un papel protagonista en las campañas de Galicia y el País Vasco que han dado su pistoletazo de salida este fin de semana.

La alcaldesa de Barcelona participará en actos en ambas comunidades para, ha dicho, “practicar la fraternidad republicana” y porque ambos son «pueblos hermanos que luchan por el cambio, contra el régimen del PP y el bipartidismo».

Lo más probable es que viaje a Galicia y al País Vasco el fin de semana del 17 y 18 de setiembre, ya que este domingo 11 de septiembre, jornada en que se celebra la Diada Nacional de Cataluña, participará en la marcha independentista convocada por la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.

Con su presencia, el partido morado quiere apuntalar las buenas expectativas que les dan los sondeos. Según la encuesta del CIS, conocida este jueves, Podemos y sus candidaturas lograrían el ‘sorpasso’ al PSOE en el País Vasco –tercera fuerza con 16 escaños– y les igualarían en Galicia. La formación es la gran beneficiada de la crisis interna de los socialistas.

El plan de Colau: asaltar el poder desde abajo

No es la primera vez que Ada Colau se convierte en el gran reclamo de campaña de Podemos. Los de Iglesias  son conscientes del tirón de la regidora, y no dudan en colocarla, siempre que hay ocasión, como cabeza de cartel. Aunque en esta ocasión su más que indudable tirón está consiguiendo borrar la imagen de liderazgo de Pablo Iglesias.

En la pasada campaña, por ejemplo, Colau protagonizó el gran acto de cierre en Barcelona, en compañía de Errejón. Unos días antes, la plana mayor del partido, junto a la portavoz de Comprimís Mónica Oltra, compartieron escenario con Colau en la ciudad, en el que fue considerado el acto central de la campaña para los de Iglesias.

La buena acogida que la ex activista tiene entre las bases representa desde hace tiempo un desafío para el propio secretario general de Podemos. A eso se añade, como en el caso de Galicia, la especial afinidad que une a la regidora con algunos dirigentes históricos de esta comunidad, como el líder de Anova Xosé Manuel Beiras. No es raro, de hecho,  que el político gallego se deje ver por distintos actos de En Comú Podem, el espacio de confluencia impulsado por Colau.

Estas amistades no son ni mucho casuales. Según su entorno, la hoja de ruta de la alcaldesa pasa por asaltar el poder nacional desde estructuras municipales, como las mareas gallegas, donde cuenta con más simpatías declaradas que Pablo Iglesias.

Podemos aplaza el debate sobre la confluencia de Colau

La activista se encuentra actualmente en pleno proceso de construcción de su propio espacio político, que aspira a superar el actual En Comú Podem para constituirse en una alternativa de ámbito nacional.

Colau avanzó estos planes en enero y, según fuentes próximas a la alcaldesa, su construcción avanza a buen ritmo con la idea de tenerlo listo para el próximo año, en previsión de un escenario político convulso y un posible adelanto electoral en Cataluña. Como informó OKDIARIO, la nueva formación tantea ya a otros partidos, como la CUP o ERC.

La alcaldesa siempre ha descartado en público, no obstante, que su aspiración sea la presidencia de la Generalitat. “No quiere dejar el Ayuntamiento”, se insistió desde su equipo cuando meses atrás se conocieron estos planes.  Ahora, en cambio, pocos dudan de que, llegado el caso, oponga demasiadas reticencias a lograr una mayor cuota de poder.

De salir según lo previsto, el espacio se convertirá en un aglutinador de formaciones en pro del derecho a decidir. No buscan una ruptura unilateral, pero sí exigir la celebración de un referéndum vinculante en el que los catalanes decidan su status jurídico y la relación con el resto del Estado.

Para Colau prescindir de esta propuesta, su principal reclamo de campaña, resulta impensable. Y ahí radica precisamente una de las desconfianzas manifiestas hacia la dirección de Podemos en Madrid. Desde Cataluña siempre existió recelo ante la posibilidad de que Iglesias pudiese acabar cediendo en esta reclamación si finalmente alcanzaba algún acuerdo con los socialistas. No en vano, el líder de Podemos abrió la campaña del 26-J en esa comunidad, insistiendo en que la consulta sería innegociable. Un gesto para calmar a sus bases.

La rama catalana de Podemos no ha comenzado aún los debates sobre una futura integración en el nuevo espacio de Colau. “Eso va para meses”, apuntan fuentes de la formación en la comunidad.

El poder de Iglesias ya es residual

El partido celebró a finales de julio las primarias para elegir a su secretario general, tras un vacío de poder de más de un año.

En octubre del año pasado, la secretaria general Gemma Ubasart dimitió por discrepancias con el desarrollo de la campaña de las autonómicas del 27-S, o, lo que es lo mismo, en desacuerdo porque los dirigentes nacionales hubiesen copado aquella campaña.

La salida de Ubasart, perteneciente a la línea oficialista, abrió al partido en canal y generó un abanico de propuestas con distintas posiciones sobre la “injerencia” de Madrid, el proceso independentista y la confluencia en otros espacios. El nuevo secretario general es Albano Dante Fachin, la cabeza visible de la corriente más crítica contra Pablo Iglesias y muy afin a Ada Colau.

La presencia de Iglesias es Cataluña se encuentra así actualmente muy debilitada. En el Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, el líder de Podemos sólo ‘controla’ a un concejal de los once con que cuenta Barcelona En Comú, la plataforma de la alcaldesa. En el Consejo Ciudadano catalán, el máximo órgano de poder a nivel autonómico, con apenas tres de 24.

El control de los críticos es de esta forma prácticamente absoluto. Fachin, un férreo defensor del poder de los círculos, de la descentralización del partido y de una visión más autónoma con respecto a la dirección estatal, ha protagonizado ya diversos desencuentros dialécticos con Iglesias. Sobre todo, en lo relativo a los tiempos para debatir sobre el futuro de Podemos- Fachin considera que Iglesias los aplaza de forma intencionada- y la organización descentralizada del partido.

Pero más circunstancias alimentan los recelos de Iglesias. Fachin es partidario de la entrada en la nueva formación de Colau. Una circunstancia que la cúpula del secretario general ve con evidentes reparos, en tanto podría suponer su pérdida de control definitivo sobre Podemos Cataluña. Resistente a diluir las siglas, cabe esperar que así sea si esa confluencia se produce.

Perder el control sobre Cataluña sería un golpe estratégico letal para Iglesias. La comunidad es la que registra los mejores datos para el partido. De hecho, aporta doce diputados al grupo parlamentario de Podemos.

En los próximos meses, la formación habrá de plantear el debate:  cómo lograr el equilibrio entre salvar las relaciones con Colau y, al mismo tiempo, no ser absorbido por la alcaldesa. La operación de la regidora ya está en marcha, y sin vuelta atrás.

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