De acusar de «apartheid» a Israel a llamar drogadicto a Milei: los 6 frentes diplomáticos de Sánchez
El propio Pedro Sánchez irritó a Italia tras acusarles de vivir un "avance reaccionario"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegó al poder después de arrebatarle la Jefatura del Ejecutivo al popular Mariano Rajoy a través de una moción de censura en junio de 2018. Desde entonces, se han sucedido una serie de crisis internacionales que han provocado más de un dolor de cabeza al Ejecutivo, a la diplomacia española y a su Ministerio de Exteriores.
Israel
Desde que tuvo lugar el ataque terrorista de Hamás en Israel del pasado 7 de octubre de 2023, el Gobierno de Pedro Sánchez ha hecho varios desplantes al Estado hebreo. Los primeros de ellos provocados por los ministros de Podemos que aún estaban en el Gobierno. Pero no han sido los únicos.
El primer choque fue apenas unos días después del atentado. La entonces ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra, exigió al presidente del Gobierno que llevase a la Corte Penal Internacional «los crímenes de guerra cometidos en Palestina por Benjamín Netanyahu», primer ministro israelí. A su vez, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se refirió a la respuesta de la nación judía al atentado del 7 de octubre como «apartheid israelí».
Israel estalló contra el Ejecutivo. En un comunicado, el Estado hebreo condenó «enérgicamente las recientes declaraciones de algunos miembros del Gobierno español», sin señalar directamente a ninguno. Además, conminaba a Sánchez a que condenara «inequívocamente» las «vergonzosas» acusaciones de sus entonces ministros de Podemos.
Por su parte, el Ejecutivo socialista rechazó «tajantemente» las «falsedades vertidas en el comunicado de la Embajada de Israel» y rehusaba aceptar las «insinuaciones infundadas» contra los miembros morados del Gobierno.
Llamada a consultas
El ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, llamó a consultas a su embajadora en España, Rodica Radian-Gordon, después de que Sánchez dijera en una entrevista en TVE que Israel debía «sostener sus acciones en base al derecho internacional humanitario». El líder del Ejecutivo manifestó que, ante la muerte de niños en la Franja de Gaza, tenía «francas dudas de que estén cumpliendo con ese derecho internacional humanitario».
Cohen tildó las declaraciones de «indignantes» en su cuenta de la red social X, antes Twitter. El jefe de la diplomacia israelí afirmó que el dirigente socialista repetía «acusaciones infundadas» y que, por tanto, llamaba «al embajador de Israel en España para que volviera a consultas en Jerusalén». Además, reiteró que su país «actúa y seguirá actuando según el derecho internacional».
A su vez, el Gobierno de Israel emitió un comunicado en el que se explicaba que llamarían «a una conversación de reprimenda tras la vergonzosa declaración del jefe de Gobierno español» a la embajadora española en Israel, Ana Sálomon Pérez.
Las críticas de Bustinduy
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, de Sumar, publicó el pasado miércoles una carta en la que instaba a las empresas españolas a adoptar «medidas inmediatas y efectivas para impedir un genocidio en la Franja de Gaza». El titular de la cartera que antes ocupaba la líder de Podemos argumenta que lo hace «para evitar que sus actividades provoquen o contribuyan a vulneraciones de derechos humanos que practica dicho Estado en los territorios palestinos ocupados, incluida la Franja de Gaza». En esa misiva, se refería a los ataques de Israel como «genocidio».
El mismo día, la Embajada de Israel expresó su «total rechazo» a las acusaciones del ministro del Gobierno de Pedro Sánchez. La representación diplomática del Estado hebreo tildó el ataque de Bustinduy de «falsa acusación» y, a su vez, también criticó «las palabras de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, llamando veladamente al exterminio del Estado israelí».
Marruecos
La primera gran crisis con Marruecos del Gobierno de Sánchez tuvo lugar en abril de 2021, cuando prestó asistencia médica a Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, tras enfermar por Covid. Es el líder del movimiento que pide la independencia del Sáhara Occidental frente a Marruecos, que lo reclama como una región del reino alauí. Con motivo de su entrada secreta en el país, la entonces ministra de Exteriores, Arancha González Laya, llegó a ser imputada judicialmente, aunque meses después quedaron sobreseídas las diligencias.
En respuesta a ese apoyo del Gobierno de Sánchez a Ghali, como represalia el 17 de mayo de 2021 Marruecos permitió que unas 10.000 personas cruzaran la frontera entre Ceuta y el reino alauí como represalia. En referencia a este acto, la embajadora de Marruecos en nuestro país, Karima Benyaich, declaró que «hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir».
Apenas un día después, el 18 de mayo de 2021, el país norteafricano retiró a Benyaich de España. Desde entonces y hasta marzo de 2022, no hubo un representante de la diplomacia marroquí en nuestro país.
La recuperación de las normales relaciones diplomáticas coincidió con el apoyo de España a que el Sáhara Occidental se convirtiera en una región autónoma dentro de Marruecos, claudicando así Sánchez a la posición del reino alauí y rompiendo con la tradicional posición diplomática de España al respecto. La carta la publicó el reino alauí en primer lugar y, después, España, en los mismos términos que el primer comunicado marroquí. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, declaró que esta era la solución más «seria, creíble y realista».
Argelia
Argelia es el gran aliado del Frente Polisario en la región y fue el Estado que presionó a España para que acogiera a Ghali tras enfermar. El giro de timón de la diplomacia española con el Sáhara Occidental afectó, en consecuencia, a la relación de España con Argelia, que se sintió traicionada. Y como si fueran piezas de dominó, tras comunicarse el cambio de postura de Sánchez a favor de Marruecos, Argel llamó a consultas a su embajador en Madrid, Said Moussi. El país norteafricano también suspendió el tratado de Amistad con España y boicoteó muchas de las exportaciones de España en su país.
Un año y medio más tarde, Argel volvió a enviar un embajador a Madrid, Abdelfetah Daghmoum. Y no ha sido hasta febrero de este año cuando se ha producido, por primera vez, una reducción parcial de los vetos que aplica Argelia sobre las importaciones de productos españoles. Sin embargo, todavía no se ha recuperado la plena normalidad de las relaciones comerciales entre ambos países.
Italia
En noviembre de 2023, Sánchez ofreció una entrevista a TVE en medio de la polémica por su pacto con Junts para asegurarse la investidura otorgando la Ley de Amnistía a los políticos involucrados en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Durante esa entrevista, justificó estos acuerdos alegando que buscan «frenar el avance reaccionario». Con los resultados de las últimas elecciones generales del 23 de julio de 2023, el presidente del Gobierno consideró que se había salvado «una bola de partido muy importante», en alusión a que las fuerzas de la derecha no suman escaños para formar Gobierno. «En Argentina, un ultraderechista se ha hecho con el poder; en Holanda, también han ganado; en Italia, ya gobierna», añadió el jefe del Ejecutivo.
Aquellas palabras resonaron en el Gobierno de Giorgia Meloni. El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, reprochó a Sánchez que en «España manda la extrema izquierda». «En Italia la derrotamos», apostillaba el máximo representante de la diplomacia en Italia. «Respetamos el Estado de derecho. ¿Pasa lo mismo en Madrid?», se cuestionaba Tajani, para concluir que «en Italia gobierna el Partido Popular, en España los secesionistas».
Estados Unidos
El crédito de España con la gran potencia de Occidente, Estados Unidos, se ha visto mermado con varios desplantes diplomáticos del Gobierno de Pedro Sánchez. El Ejecutivo socialista se negó a que la Operación Atalanta, la misión europea que lucha contra la piratería en el Océano Índico, se trasladase al mar Rojo como defensa ante los hutíes, grupo terrorista yemení que actuaba contra los buques comerciales que surcaban esas aguas.
Sánchez lo frenó después de constatar la letra pequeña según la cual España ostentaría el mando de la operación y, en su caso, tendría que tomar la decisión de entrar en combate. Todo ello a pesar de que Estados Unidos presionó para que la flota militar se trasladara al mar Rojo.
Como consecuencia de ello, España sufrió una reducción en los intercambios de información e inteligencia militar que recibía de parte de Estados Unidos. Tal y como pudo saber OKDIARIO, se debía a la pérdida de sintonía entre los gobiernos de Pedro Sánchez y Joe Biden.
Argentina
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, atacó al presidente de Argentina, Javier Milei, y le acusó de drogarse consumiendo «no sé qué sustancias». El ministro se explayó en un acto de la Escuela de Gobierno del PSOE de Castilla y León en Salamanca: «Yo he visto a Milei en una tele y yo dije, según le estaba oyendo, ¿os acordáis cuando salió, no sé en qué estado y previa a la ingesta o después de la ingesta de qué sustancias? Yo dije: Es imposible que gane las elecciones».
El Gobierno de Argentina respondió con rotundidad a través de una nota oficial de la Presidencia. En el texto se tildaban las palabras de Óscar Puente de «calumnias e injurias». Además, criticaban que el Gobierno español no se estuviera ocupando de los «problemas» que tiene en España y en su cartera.
El Ejecutivo de Argentina aludió también a la investigación abierta contra su esposa, Begoña Gómez: «Esperamos que la Justicia actúe con celeridad para esclarecer semejante escándalo de corrupción que afecta directamente la estabilidad de su Nación y, por consiguiente, las relaciones con nuestro país».
Finalmente, el portavoz del Ejecutivo argentino, Manuel Adorni, consideró que la polémica sobre las palabras de Óscar Puente estaba «terminada», pero sin olvidar el ataque del ministro, que tildó como «bastante agresivo» y una «barbaridad».
Por su parte, el ex alcalde de Valladolid puso punto y final a la crisis dando marcha atrás. «Si hubiera sabido la repercusión, no hubiera dicho lo que dije», indicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. «A veces uno cree que está hablando para una audiencia de 200 personas en la Universidad de Salamanca», trató de justificar Puente.