Los abogados de Podemos se comportan como macarras ante el juez: «¡Mande callar a la testigo!»
«Una actitud vergonzosa», así han calificado la actuación de los abogados de Podemos fuentes presentes en el interrogatorio de la letrada purgada, Mónica Carmona, que ha declarado en el marco de la investigación del caso de la niñera-alto cargo de Irene Montero. Esta letrada denunció que la ministra de Igualdad usó a su actual jefa adjunta de Gabinete, Teresa Arévalo, como cuidadora de su hija mientras desempeñaba cargos de responsabilidad en el partido. Fuentes consultadas por OKDIARIO manifiestan que los abogados que defienden a los miembros de la formación morada imputados en la causa «subieron el tono» en sus contestaciones al juez e incluso llegaron a pedirle a gritos: «¡Mande callar a la testigo!».
Se mostraron agresivos ante el instructor llegando incluso, aseguran, a ser irrespetuosos con el juez. «Esta falta de formalismo, impropia de un jurista, denigra y perjudica a la carrera judicial», sentencian.
El primer incidente se produjo cuando la defensa del tesorero de Podemos, Daniel de Frutos, increpó a la testigo por no haber denunciado los hechos –ahora investigados– un año antes, cuando el letrado José Manuel Calvente interpuso una denuncia contra Podemos por presunta financiación ilegal ante la Guardia Civil.
Carmona explicó al abogado podemita Raúl Maíllo que en aquel momento estaba de baja por enfermedad y que su médico le había recomendado no adentrarse en una vorágine judicial. Maíllo le reprochó: «¿No pudo denunciar estos hechos irregulares pero sí demandar a Podemos por despido improcedente?». Carmona afeó esta pregunta «totalmente injustificada» y explicó que su demanda no la redactó ella, sino su abogado. La ex responsable de Cumplimiento Normativo zanjó cualquier duda al respecto.
El letrado de De Frutos insistió en la pregunta y fue el juez José María Escribano quien se vio obligado a intervenir. «La testigo ya ha respondido, pero haga la pregunta ya», espetó. El abogado podemita subió el tono y le dijo al juez: «No, que se calle. ¡Mándale a callar!».
No es la única escena bronca protagonizada por los letrados podemitas en el interrogatorio. En otras ocasiones gritaron a la testigo –denunciante de las irregularidades de Podemos– sin dejarle explicarse en sede judicial.
El juez José María Escribano la citó porque fue ella quien ante el instructor del caso Neurona, Juan José Escalonilla, reveló que a través de una «denuncia interna» le llegó que Montero usaba a «una persona a sueldo del partido», que identificó como Arévalo, «como cuidadora de sus hijos». Añadió: «Lo cual, además de ser contrario a las más elementales normas éticas, podría ser constitutivo de un acto de administración desleal».
En concreto, Carmona expuso en un escrito que la ahora ministra de Igualdad usaba «habitualmente» a Arévalo para cuidar de su hija Aitana. A este respecto, contó que ambas hicieron un viaje de campaña a Alicante el 20 de octubre de 2019 costeado con fondos electorales para asistir a un mitin y que, cuando Montero tuvo que intervenir, dejó a la menor con su entonces jefa de Gabinete.