China lanzó un ciberataque contra la red informática de Exteriores en 2015
El Ministerio de Asuntos Exteriores sufrió en su red informática un ciberataque de hackers radicados en China en 2015. Los piratas informáticos entraron en el circuito de comunicaciones de diplomáticos y funcionarios, que vieron en peligro correos electrónicos y otros documentos sobre sus actividades de representación.
El ataque de los hackers chinos afectó puntualmente a equipos informáticos del Ministerio, entonces dirigido por José Manuel García-Margallo pero logró ser resuelto. El Departamento de Ciberseguridad del Centro Criptológico Nacional (CCN) detectó la procedencia del ataque mediante un análisis técnico en sus sistemas y observando el modus operandi.
El motivo de las actividades de piratería en la red por parte de China responden al interés económico. El objetivo de un ministerio como Exteriores no sorprendió: tres de cada cuatro ciberataques de peligrosidad muy alta o crítica tienen como objetivo a la Administración pública, especialmente Asuntos Exteriores y Defensa. El resto suelen ir dirigidos a empresas estratégicas.
Un 20 % más de ciberataques cada año
El número de ciberataques de menor entidad contra compañías tecnológicas u organismos estatales es mayor, pero gran parte es objeto de detección en una fase temprana. El CCN tiene desplegadas 150 sondas para detectar este tipo de acciones en organizaciones del sector público y en empresas de interés estratégico.
La ‘gestión de incidentes’ (como se denomina por este organismo el operativo para frenar los ciberataques), como la del gigante asiático llegó a 21.000 casos en 2016. De ellos, apenas medio centenar relacionados con acciones de ciberespionaje por parte de estados extranjeros. Cada año aumentan en torno a un 20 %, pero porque también ha mejorado la capacidad de detección, monitorización y vigilancia de la red.
España refuerza la lucha contra los ‘hackers’
Es algo en lo que coinciden todos los expertos. Como también en que se precisan más medios para hacer frente a este tipo de piratería tecnológica que persigue el robo de información sensible. En este sentido, el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe), que en 2017 ha contado con un presupuesto de 24,3 millones de euros, anunciaba la pasada semana un incremento de su plantilla en un 23%.
Porque ataques como lo registrados en Asuntos Exteriores vienen mostrando la vulnerabilidad de nuestros sistemas de defensa contra la piratería informática. La capacidad de defensa está aún por debajo de la capacidad de ataque, reconocen los expertos.