Análisis

Sánchez ignora la desaceleración económica: ¿Volvemos a los brotes verdes de 2008?

Sánchez ignora la desaceleración económica: ¿Volvemos a los brotes verdes de 2008?

Si me pidiesen ahora mismo que tratase de definir la economía española en una sola palabra, esa palabra sería, sin lugar a dudas, incertidumbre. La incertidumbre, una palabra que, de acuerdo a la Real Academia Española, significa “falta de certeza sobre algún asunto”. Es la palabra que, como digo, mejor describe la tortuosa situación que atraviesa nuestro escenario económico. Un escenario que, en función del ideario del analista, varía desde el mayor de los optimismos, hasta el mayor límite de los pesimismos.

Y ante esto me pregunto: ¿volvemos a los brotes verdes de 2008?

Si atendemos a las declaraciones que provienen de la sede socialista, podemos apreciar una oleada, como comentaba anteriormente, de un cierto, y consensuado, optimismo. En boca de miembros socialistas, entre los que se incluye a la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, la economía española no está atravesando un mal momento. No obstante, la certeza de una desaceleración plasmada en los datos, como economista responsable y veraz, le lleva a decir, con un ligero pesimismo en sus palabras, que un gobierno estable dotaría de mayor robustez a la economía española.

No obstante, otras fuentes del partido socialista, entre las que sí se incluye al presidente en funciones, siguen sin mostrar ni un mínimo apéndice de preocupación por la situación que atraviesa el país, pues así lo reflejan sus propuestas políticas y la preocupación mostrada por la ralentización que acecha a la economía europea. La misma desaceleración que ha llevado a Alemania o Italia a entrar, bordeando si cupiese, en una recesión técnica que hace saltar las alarmas en la eurozona con olor a nuevos estímulos monetarios de carácter inminente.

Y es que, si observamos los indicadores macroeconómicos, la realidad entre la concepción que tiene el socialismo sobre la economía y los indicadores macroeconómicos que recogen los principales organismos, podemos apreciar un gran paralelismo en ambos que hace dudar, a la vez de temer, a una sociedad preocupada por la llegada de una nueva crisis. Para ser más concretos, el 60% de los datos macroeconómicos que presenta la economía española muestran un mayor pesimismo que a priori, debido al deterioro que la desaceleración está provocando en la economía del país.

Todos recordamos, con bastante furor de hecho, los famosos brotes verdes del ex Presidente Zapatero. Unos brotes verdes que, posteriormente, se convirtieron en una de las mayores crisis que atravesó la economía española; la crisis inmobiliaria. Una situación que pone en alerta a unos ciudadanos que, precisamente hoy, conocían los datos de paro del mes de agosto –donde se registraba el mayor descenso (-1,09%) en la tasa de afiliación a la Seguridad Social desde 2008, a la vez de registrar la peor tasa de contratos indefinidos de los últimos años (8%).

Con los datos en la mano, y sin la necesidad de mostrar otros datos tan relevantes como los PMIs, donde la industria manufacturera rompe la barrera de los 50 puntos y se mete en una contracción, percibiendo caídas en industrias tan relevantes como el automóvil que arrastran la actividad económica a mínimos de 2013, es muy difícil pensar, o apreciar, el buen ritmo de la economía española que afirma el Partido Socialista.

Una situación que, por ser repetitiva o ser irresponsable, ante la falta de un gobierno estable, nos lleva a pensar, ¿volvemos a los brotes verdes de 2008?

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