Trama del PSOE

Todos los hombres de Montero en la SEPI: Vicente Martínez, Bartolomé Lora y Miguel Ángel Santiago

Montero, SEPI
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La detención del ex presidente de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) Vicente Cecilio Martínez Guerrero ha puesto contra las cuerdas a su valedora, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Pero hay otros cargos del holding empresarial del Estado que dependen de la vicepresidenta del Gobierno que se pueden ver también involucrados en la investigación judicial.

Martínez Guerrero

Martínez Guerrero era el escudero de Montero cuando ella era consejera de Hacienda en la Junta de Andalucía bajo el Gobierno de la socialista Susana Díaz, donde ocupaba el cargo de interventor general. Cuando Pedro Sánchez ganó la moción de censura en mayo de 2018, se trajo a Montero de Andalucía para nombrarla ministra de Hacienda. Y ésta, a su vez, vino acompañada de Martínez Guerrero, a quien colocó como presidente de la SEPI.

Este cargo es muy relevante porque, aparte del sueldo, permite gestionar las empresas públicas como Correos, Paradores, Tragsa, RTVE o la Agencia EFE, y las participaciones en otras compañías como Red Eléctrica, Enagás, Indra o IAG. Durante su período en ese puesto, el patrimonio de Martínez Guerrero alcanzó cerca de 10 millones de euros (incluyendo seis viviendas de lujo en Madrid, Marbella y Sevilla), algo difícilmente explicable por muy elevado que fuera su salario.

El hombre de confianza de Montero, al que ahora asegura que apenas conoce -ha pasado a ser «este señor»-, se vio obligado a dimitir como presidente de la SEPI en octubre de 2019 al ser imputado por la supuesta adjudicación irregular de las minas de Aznalcóllar por la Junta de Andalucía (caso del que finalmente ha salido absuelto).

Pero Montero no nombró sustituto, sino que guardó el puesto de presidente de la SEPI a la espera de que lo desimputaran, cosa que no ocurrió. Y, mientras tanto, Martínez Guerrero siguió siendo el presidente en la sombra, como denunció OKDIARIO en 2021. Y no sólo eso, sino que conservaba el coche oficial, la secretaria y la cuenta de correo electrónico, mantenía reuniones con directivos e incluso visitaba a las compañías participadas por el holding empresarial público.

Bartolomé Lora

Sin embargo, al no ostentar oficialmente la presidencia, ésta recayó en funciones en el vicepresidente de la SEPI, Bartolomé Lora Toro, un hombre de la casa de toda la vida, bien visto por los funcionarios y los partidos políticos, pero sin ninguna capacidad de decisión. De hecho, fue nombrado por Pilar Platero, presidenta del holding cuando Cristóbal Montoro detentaba el Ministerio de Hacienda.

Supernumerario del Opus Dei y padre de nueve hijos, Lora  «no se moja ni debajo de la ducha», afirma gráficamente una fuente conocedora de la situación. Lo cual tuvo completamente paralizada a la SEPI desde 2019 hasta que se aprobó el fondo de rescate (Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas) gestionado por la sociedad durante la pandemia del covid.

Y ahí Lora sí tuvo que mojarse, al menos para tramitar los rescates que le imponía el Gobierno (y a los que Martínez Guerrero daba su visto bueno en la sombra), algunos tan polémicos como los de Plus Ultra, Air Europa o Duro Felguera. Eso sí, se cubría las espaldas con informes externos e internos para eludir las posibles responsabilidades penales derivadas de unas operaciones que bordeaban, cuanto menos, la legalidad.

Lo más llamativo es que Montero ha mantenido a Lora en la vicepresidencia de la SEPI después de verse forzada a nombrar una sustituta de Martínez Guerrero en la presidencia de la sociedad en marzo de 2021: Belén Gualda, procedente de Navantia. Llamativo porque es un cargo nombrado por el PP. Es de suponer que habrá razones poderosas para mantenerlo.

Miguel Ángel Santiago

El tercer hombre en discordia es Miguel Ángel Santiago Mesa, director corporativo de la SEPI desde octubre de 2018. Santiago Mesa se convirtió en la persona de confianza de Martínez Guerrero cuando tuvo que dimitir y se convirtió en presidente en la sombra.

«Era la correa de transmisión de sus órdenes y quien le mantenía informado de todo lo que se movía en la SEPI, si bien no hacía nada de lo que teóricamente era su trabajo. Los técnicos le dejaban un informe encima de la mesa y, a la semana siguiente, seguía en el mismo sitio», aseguran las fuentes.

Cuando llegó Gualda, destituyó fulminantemente a Santiago porque le parecía un escándalo que su antecesor tuviera un «testaferro» dentro de la SEPI para seguir mandando y enterarse de todo.

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