Mercados

¡Sois la gran estafa!

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La inflación y las subidas de tipos invitan a la cautela.

“La subjetividad es la auto-estafa más grande que puede uno hacerse a sí mismo”. Leandro Kabakian

¿Alguna vez has sentido querer morir? Entonces tírate al mar y te verás luchando por sobrevivir. No quieres acabar con tu vida, más bien quieres matar algo dentro de ti. ¿Por qué he empezado así hoy mi tribuna? Porque he aprendido que la vida nos golpea a todos, nos hiere, nos empuja, nos tumba. Pero también nos enseña, nos corrige y nos premia. Vivimos en una constante ironía en la que se necesita tristeza para saber qué es la felicidad, ruido para apreciar el silencio y ausencia para valorar la presencia.

Brindemos por lo que ayer dolió y hoy superamos. Por los que dejan huella y no cicatriz, por lo que se fue, por lo que está y por lo que vendrá. Por las bendiciones recibidas y las lecciones aprendidas, teniendo siempre presente que hay personas que no son leales a ti, son leales a lo que tú tienes o representas, y cuando sus necesidades cambian, sucede lo mismo con sus lealtades. Estafadores les llaman. Dicho lo cual, a quien amas dale alas para volar, raíces para volver y motivos para quedarse ¡siempre!

Y hablando de motivos para quedarse invertido, muchas son las preguntas que han llegado a la mesa de negociación de Blackbird Bank durante la pasada semana, en la que hemos visto como, especialmente en el Ibex 35, las dudas han vuelto a salpicar a mis queridos mercados. Y no es que no se planteen como dudas razonables, al contrario, encuentro lógico pensar que tras una caída del 10% el miedo impere. Son muchos los valores que presentan un cuadro técnico preocupante. Compañías como Técnicas Reunidas o ACS podrían ser dos ejemplos de ello.

Sin embargo, el mercado va más allá de las normas técnicas o de valor, puesto que las bolsas no son más que un mercado y ello implica de manera decisiva que lo que verdaderamente mueve dichas bolsas a largo plazo es la oferta y la demanda.

Bancos centrales

En este sentido, ya expuse ampliamente durante la semana pasada que el BCE se ha sometido al chantaje de las bolsas y que la orgía monetaria no solamente seguía intacta y sin límite, sino que además las normas que históricamente han encorsetado al euro, han sido modificadas al ponerse en juego, algo que ha terminado por restarle toda credibilidad al euro, ¿no les parece? Este aspecto es significativo, puesto que los bancos centrales tienen muy claro lo que vengo advirtiendo durante las últimas semanas, y es que el ‘establishment’ se ha visto abocado a una muy perniciosa doble encrucijada.

Por un lado, proteger a la población subiendo intereses y solucionar la crisis económica a largo plazo, aunque hundiendo a corto plazo la economía, o protegerse a sí mismos dejando que sea la inflación la que pague las deudas, aunque ello implique dilapidar el ahorro de todos los contribuyentes. Es obvio e histórico que la tentación de quien ostenta el poder es protegerse a sí mismo, y claro me queda ante los hechos. Una vez más nuestros líderes se han apresurado para salvarse ¡qué previsible!

Pero esto no es todo lo que queda por delante, puesto que la propuesta europea del ‘New Generation Fund’ para la reconstrucción de Europa ya está aquí. La ingente instrumentalización crediticia y de subvenciones llegadas a base de deuda al circuito económico, es un alivio para las compañías cíclicas que ven por fin, como el dinero se instaura en la economía productiva; ¡un gran cambio! Aquí hablamos de subvenciones hacia la movilidad sostenible, ayudas para la digitalización de las empresas, reconstrucción de las viviendas y generación de energía renovable.

Las ayudas estimadas para la reconstrucción de Europa superan en proporción a lo que supuso el Plan Marshall tras la segunda guerra mundial, y es de esperar que por más ganas que el mercado tenga de corregir, las bolsas sigan subiendo al calor de una política monetaria que roza ya lo absurdo, y de una inyección fiscal que debería catapultar a Mr. Market a la estratosfera. Desde luego dinero hay, y es que estamos ante la mayor inyección de dinero financiero y real de toda la historia señores. Y ante este escenario, ¿acaso no sería lógico vivir en una era de alta inflación?

Bancos centrales y gobiernos son cómplices de lo que viene, y es que la forzada inflación servirá ciertamente para pagar la deuda pública a cambio de destruir el ahorro del contribuyente

Es más que obvio que las correcciones forman parte de los mercados, y que a nadie se le escapa que de hecho estamos inmersos en una, que una vez más ha sido abanderada por nuestro Ibex 35. Sin embargo, sectores que como la banca serán los encargados de canalizar gran parte de estas inyecciones de liquidez a la economía, hasta las compañías de energías renovables, construcción e infraestructuras, software y tecnología, automoción, turismo y transporte sostenible junto con las materias primas, se verán impulsadas por un repunte cíclico, que de facto podría convertirse en la mayor estafa de toda la historia.

¿Estafa? Se preguntarán, ¡en efecto! Puesto que si una estafa consiste en provocar un perjuicio patrimonial (o de cualquier índole) a alguien mediante engaño y con ánimo de lucro personal, ¿acaso no es una estafa hacernos creer que impulsar la economía mediante decisiones que crean inflación no es una tomadura de pelo? Y es que la permisividad del ‘establishment’ a la hora de crear inflación, a sabiendas del claro conflicto de interés que supone ser el agente económico más endeudado, dista mucho de la responsabilidad de tener el poder de decidir por el bien común.

Al fin y al cabo, bancos centrales y gobiernos son cómplices de lo que viene, y es que la forzada inflación servirá ciertamente para pagar la deuda pública a cambio de destruir el ahorro del contribuyente. Y esto señores míos, supone un gran perjuicio patrimonial mediante engaño y con un lamentable ánimo de lucro, dicho de otra forma, ¡nos la han colado!

Gisela Turazzini, Founder CEO, Blackbird Bank.

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