El sector del transporte, protagonista de las huelgas en verano
El verano de 2017 ha llegado con más calor, con más tráfico de viajeros, pero también con más huelgas en el sector transporte. Algunas vacaciones, planes o viajes se han visto truncados por los conflictos laborales que están registrándose en este sector.
Las colas de pasajeros, los tiempos de espera, la demora en la salida o llegada del transporte son imágenes habituales en diferentes escenarios de nuestro país. El último protagonista ha sido el aeropuerto de Barcelona-El Prat, donde los vigilantes de seguridad de Eulen han convocado un paro parcial a partir de este viernes, que se convertirá en una huelga indefinida a mediados de agosto.
A ella, se suman los paros en el aeropuerto de Ibiza, la huelga de los trabajadores de Renfe y Adif, la de los taxistas o la huelga de autobuses en Galicia.
El aeropuerto de Barcelona, en pleno caos por la huelga indefinida
Las partes protagonistas del conflicto laboral -la dirección de la empresa de Eulen, el comité de huelga y el operador aeroportuario AENA- están acercando posturas para resolver el conflicto, antes de que el paro parcial que ha comenzado este viernes se convierta en una huelga indefinida el próximo 14 de agosto.
Los representantes de las diferentes partes se han reunido para frenar la huelga y desencallar el conflicto laboral, que han iniciado los vigilantes de seguridad para reclamar una mejora en las condiciones laborales y una ampliación de plantilla.
Los paros han provocado largas colas de pasajeros en los controles de seguridad del aeropuerto de Barcelona, que llevan siendo una imagen habitual desde hace más de dos semanas. Este viernes iniciaban el paro parcial indefinido, que tendrá lugar todos los viernes, domingos y lunes en franjas horarias concretas (dos horas por la mañana y dos horas por la tarde).
Si no consiguen llegar a un acuerdo, el paro parcial pasará a ser indefinido el 14 de agosto: habrá huelga durante las 24 horas todos los días se la semana.
El Prat no es el único: el aeropuerto de Ibiza también es protagonista
Mismos actores y diferente escenario. El aeropuerto de Ibiza también ha sido foco de un conflicto laboral: el personal de vigilancia de Prosegur convocó una huelga indefinida por no llegar a un acuerdo con la empresa para mejorar sus salarios y horarios.
Durante más de ocho días, se formaron las mismas colas que hoy están presentes en El Prat. Sin embargo, el pasado 28 de julio llegaron a un principio de acuerdo para desbloquear la situación. Para ello, se necesitó la mediación del Govern balear y de sindicatos.
Trenes: Renfe y Adif
Dejando atrás los aviones, las estaciones de tren también han acaparado los titulares de los medios de comunicación, que alertaban de la huelga prevista el pasado 28 de julio.
Los empleados de ambas empresas, llamados a huelga por la Confederación General del Trabajo, reclamaban una mejora del ferrocarril, que es “un servicio público”. La plantilla denunciaba “que hay deficiencias en la infraestructura, falta de personal, falta de inversión en el servicio y una plantilla envejecida”, contaba a OKDIARIO un trabajador de Renfe (que prefiere no desvelar su nombre).
El Ministerio de Fomento fijó los servicios mínimos en 77% y aseguraba que los servicios “se iban a poder mantener”. La empresa afirmó que el seguimiento había sido del 1,3%.
Los trabajadores señalaron a este periódico que “no querían perder el ferrocarril de siempre” y mantuvieron que “si no se resolvía el problema”, volverían a hacerlo.
Los autobuses de Galicia
La crisis en el sector estalló a finales de junio y un mes y medio más tarde ya se ha resuelto. Los sindicatos de las empresas de autobuses de Galicia desconvocaron el pasado 2 de agosto definitivamente la huelga definitivamente después de que la empresa pactase con la patronal subidas salariales en las cuatro provincias.
Los taxistas, en pie de guerra contra las empresas de VTC
Los taxistas volvieron a las armas la última semana de julio tras meses de protestas. Madrid y Barcelona, así como sus aeropuertos y estaciones, se quedaron desiertas de taxis con la avalancha de turistas que desembarcaba en ambas ciudades.
En plena campaña contra las empresas de VTC, como Uber y Cabify, el sector del taxi se manifestaba «en defensa del servicio» y advertían de que la irrupción de este tipo de servicios les perjudica.
Los taxistas españoles advierten de que la irrupción de estas empresas, quienes transfieren sus ganancias a paraísos fiscales “para evadir sus responsabilidades sociales”, deja fuera a los taxis “que sufren una elevada presión fiscal que roza casi la mitad de la recaudación”, y cuya regulación y tarifación es acordado y pactado entre la Administración, los representantes de los consumidores y el colectivo del taxi.