Renzi descarta rescatar a la banca italiana con dinero público
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha descartado una intervención pública para sanear la maltrecha banca italiana «por una cuestión de justicia», para que los italianos no paguen «los actos de los políticos y de los banqueros del pasado».
Y es que la morosidad de la banca italiana se estima en alrededor de 360.000 millones de euros. Y los expertos consultados por este diario señalaban hace unos días que había «muy pocas posibilidades» de que se produjera un saneamiento al 100% de los bancos. El motivo que esgrimían era ese: la inmensa cantidad de créditos impagados.
En una entrevista al diario La Repubblica, Renzi se mostró contrario a que los italianos se hagan cargo de las deudas del sistema financiero: «Si queremos practicar una intervención pública, tienen que pagar los ciudadanos. Y yo no quiero que por los actos de los políticos y de los banqueros del pasado, paguen los ciudadanos del presente».
Las declaraciones del primer ministro italiano se producen en un momento en el que la banca italiana se encuentra en un momento crítico. El Monte dei Paschi di Siena, el banco más antiguo del mundo y uno de los mayores de Italia, tiene, de largo, el mayor montante de activos tóxicos en balance de todo el sistema financiero italiano. Los recientes test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) han reflejado que se trata del peor banco de toda la Unión Europea.
Esta entidad ha anunciado una operación de saneamiento que supondrá la titulización de 27.700 millones de euros brutos de créditos morosos y un posterior aumento de capital de 5.000 millones sin ayudas públicas.
Es lo que Renzi considera «una solución de mercado» en la que intervendrá el conocido como Fondo Atlante, dotado de capital privado, instituido para prestar asistencia a la banca en problemas y que aportará «una solución de sistema, definitiva».