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El regulador americano dará el OK a la fusión de Mars y la matriz de Kellogg’s y Pringles el 27-A

Kellogg's Mars EEUU
Jose de la Morena
  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

Mars lazó una oferta para hacerse con Kellanova, la matriz de marcas como Kellog’s o Pringles, y el regulador antimonopolio de Estados Unidos frenó la operación. El próximo día 27 dará su visto bueno a la fusión y dará lugar al segundo mayor gigante de los snacks del mundo, solo por detrás de PepsiCo. Aunque pondrá ciertas condiciones.

La operación, que se cerrará casi por 36.000 millones de dólares, tendrá objeciones por parte de la FTC, la Agencia Nacional de Protección al Consumidor de los Estados Unidos, y que es quien se encarga de velar por la normativa antimonopolio. En concreto, pedirá que Mars se deshaga de algunos puntos fuertes de distribución en Estados pequeños del norte, donde la suma de Mars y Kellanova podría generar lo que denomina «un mercado demasiado estrecho».

La FTC pedirá «desinversiones» por un valor cercano a los 600 millones de dólares, pero permitirá que cambiarán radicalmente las cuotas de mercado generales. Porque aunque se fusionen, no superarán el 9% de dicha cuota.

Competencia en el ‘snacking’

La fusión entre los propietarios de marcas como M&Ms, Whiskas, Kellogg’s o Pringles dará lugar a un gigante que tendría una cuota del 8,1% del mercado, pero las desinversiones que exigirá la próxima semana la FTC harán que abarque, en términos globales, algo más del 7%.

De esta manera, según los analistas consultados, todavía «tendría muy buenas sinergias» y probablemente superaría a Mondelez, que actualmente cuenta con «una cuota del 7,3%». De hecho, «según su ebitda ajustado, la combinación de ambas compañías ya estaría por encima de Mondelez». Y quedaría «muy cerca» de la cuota de mercado de PepsiCo, líder global del sector con un 8,7% del mercado.

Operación al contado

Desde Mars ya han explicado que la operación se financiará mediante el efectivo disponible y la emisión de deuda, que si bien no se había concretado, tras las filtraciones sobre la aprobación de la FTC y la necesidad de desinversión, los expertos cuantifican en unos 12.000 millones de dólares. El resto lo aportará la compañía con el efectivo y lo que obtenga de las ventas.

Desde el lado de Kellanova, el Consejo de Administración aceptó por unanimidad la propuesta, y aunque impuso un pago cercano a los 1.500 millones de dólares como penalización a Mars si la operación no llegara a producirse, lo cierto es que sus dirigentes ya hablaban muy bien de la operación en prensa antes de conocerse que el regulador estadounidense de consumo tiene previsto aprobar la fusión.

La transacción está sujeta a la aprobación de los accionistas y otras condiciones de cierre habituales, incluidas las aprobaciones regulatorias, y se espera que se cierre en el primer semestre de 2025. El acuerdo de transacción permite a Kellanova seguir, además, pagando los dividendos trimestrales que habitualmente abonaba la compañía, y por la que además mantiene fidelizado a buena parte de su accionariado.

Polémica por la agenda de «diversidad»

Kelloggs es otra de las compañías a la que han apuntado en los últimos tiempos distintos colectivos por la aplicación de una agenda específica basada en los objetivos de sostenibilidad y diversidad. Las críticas arrecian contra la llamada «agenda woke» en Estados Unidos, y se rumorea que podrían caer ahora en la compañía de productos alimentarios.

Desde 2020, la multinacional se propuso demostrar que cuenta con una serie de compromisos que van aparentemente más allá del simple objetivo de cualquier compañía, como es ganar dinero. Kellogg’s tiene, además de un objetivo pecuniario, otro objetivo de carácter moral o ideológico, como es «empoderar a las mujeres e involucrar a los hombres para abogar por la equidad de género en el lugar de trabajo, y en el mundo, en apoyo del éxito individual, el avance colectivo y la mejora empresarial».

Además, la empresa anunció programas específicos para apoyar en sus proveedores a las empresas que sean propiedad de mujeres: «Apoyamos a las agricultoras y trabajadoras de todo el mundo, donde hemos ayudado a más de 10,000 agricultoras y trabajadoras a mejorar los medios de vida de sus familias a través de prácticas agrícolas mejoradas».

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