La reforma de Montoro dispara la cifra de jubilados que venden bienes para tener una paga vitalicia
Mil jubilados se apuntan cada mes a la modalidad de transformar su patrimonio en renta vitalicia. El anterior Gobierno aprobó en 2016 una reforma que permitía a los mayores de 65 años vender activos (no sólo viviendas, sino fondos de pensiones, licencias de taxi o farmacia y otros bienes) para conseguir una paga hasta el día de su muerte.
La reforma fiscal realizada por el Ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro en 2016 ha disparado el número de mayores de 65 años que apuestan por la transformación de su patrimonio en renta vitalicia. Esta reforma publicada en 2016 permitía que una persona mayor que tuviera bienes en propiedad pudiera venderlos a cambio de rentas vitalicias. Los compradores, principalmente compañías de seguros y fondos, adquieren estos bienes a cambio de una renta hasta que se produzca el fallecimiento. Sólo en el primer trimestre del año ya hay 28.700 personas que se han acogido a este régimen, y cada trimestre unos 3.000 jubilados más se unen a este modelo.
Estos mil mayores de 65 años que adoptan esta modalidad para vender activos han subido un 46% en un año. El motivo de ello es que hasta ahora podían vender la casa y destinarla a renta vitalicia, pero ahora con la reforma de Montoro abrió el abanico a fondos de pensiones, licencias de taxi, farmacia o estanco y otros bienes. También se puede con fondos de inversión, acciones en bolsa o segundas residencias. Y el dinero obtenido por la venta de estos bienes se reinserta en una renta vitalicia en un plazo de seis meses que para mucho sirve para completar la pensión pública.
Oportunidad para aseguradoras
El aumento de este modelo de financiación para los mayores de 65 ha hecho que actualmente ya haya 2.553 millones de euros de provisiones, es decir gestionados bajo esta fórmula, lo que supone una media de 88.954 euros por cada jubilado.
Desde hace tres años el número de jubilados que se acogen a esta fórmula ha ido creciendo, a pesar de que algunos van muriendo y por tanto dejan de percibir estas rentas, pero son más los que se apuntan trimestralmente. Las aseguradoras hacen para que este modelo sea rentable un cálculo medio de lo que viven las personas cuando se jubilan (ahora mismo, una media de casi 20 años, superior en las mujeres) y rentabilizan el producto gracias a aquellas personas que lamentablemente fallecen antes de esta media.
Las rentas vitalicias se pueden constituir para una sola persona o para varias. Por ejemplo, cuando un matrimonio de jubilados vende la casa de la playa y constituye una paga vitalicia que les pagará vivan el tiempo que vivan los dos.