FERROVIAL

Rafael del Pino se plantea cambiar su residencia fiscal fuera de España por el acoso del Gobierno

Rafael del Pino

El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, se plantea cambiar su residencia fiscal fuera de España por el acoso implacable del Gobierno desde que decidió trasladar la sede de la compañía a los Países Bajos buscando una mayor dimensión a su negocio y, sobre todo, poder cotizar en la Bolsa de Nueva York a través de acciones ordinarias -igual que todos los presentes en aquel mercado-.

En conversaciones privadas mantenidas con otros empresarios, Del Pino ha expresado su «hartazgo» por la persecución a la que está siendo sometido por el Ejecutivo, su presidente Sánchez y los grupos políticos aliados que lo sostienen en la Moncloa, según fuentes solventes consultadas por OKDIARIO. En un principio, y ante los ataques del Gobierno, Rafael del Pino aseguró que seguiría teniendo su residencia fiscal en España y pagando los impuestos aquí, pero el grado de intimidación ha llegado a tal extremo que actualmente se está planteando la cuestión y la posibilidad de migrar probablemente también a los Países Bajos junto a otros ejecutivos de la empresa -éstos obligados para que el traslado de sede pueda ser avalado por la Administración-.

De hecho, tanto Bildu como Podemos han presentado a la Mesa del Congreso de los Diputados sendas iniciativas legislativas para castigar la deslocalización de empresas como ha sido el caso de Ferrovial. La proposición no de ley de Bildu probablemente se debata este mismo jueves en el Parlamento y la proposición de ley de Podemos ha sido remitida al Gobierno -del que forma parte- para ser sometida a su consideración y dé su opinión al respecto.

En la exposición de motivos de las propuestas se acusa a Ferrovial y las empresas que decidan emprender un camino similar de poner rumbo a estados caracterizados por una estructura fiscal y normas legales más ventajosas y flexibles, y tienen como primer paso, que a menudo se prolonga en el tiempo, situar los focos de decisión y de poder en el exterior. «Estas compañías suelen apelar a situaciones de supuesta inseguridad jurídica para camuflar un intento de obtener ventajas fiscales que no tienen en el país de origen. Asimismo, se suele recurrir a la amenaza de la deslocalización para recortar salarios y empeorar las condiciones laborales de los trabajadores».

Impuesto a las grandes fortunas

En contra de estos planteamientos, la decisión de Ferrovial de marcharse a Países Bajos apenas tiene que ver con motivos fiscales, salvo que la mitad de los directivos que se trasladarán a Países Bajos no pagarán el nuevo impuesto a las grandes fortunas establecido por Sánchez. El objetivo principal es beneficiarse de todas las ventajas de estar listado en Wall Street, algo que sólo puede hacerse desde el nuestro con los llamados ADR, que equivale a negociar como en un mercado secundario que no cuenta en los índices principales de referencia. Las principales de estas ventajas son acceder a una financiación más barata, obtener una liquidez abundante, formar parte de un mercado mucho más profundo, lograr una mayor capitalización y aumentar claramente las oportunidades de negocio.

Los aliados del Gobierno quieren establecer una serie de obstáculos para evitar la deslocalización, como su prohibición durante al menos los cinco años posteriores a la última financiación pública obtenida, así como la obligación de devolver la financiación obtenida de fondos o ayudas públicas otorgadas por las diferentes administraciones en, al menos, los últimos 10 años, así como desarrollar y aprobar de manera urgente la legislación necesaria para proteger y asegurar los puestos de trabajo en caso de deslocalización de empresas con financiación pública producidas por el traslado de su sede social o fiscal.

Desde que Ferrovial adoptó la decisión de establecerse en el extranjero, las críticas del Gobierno no han cesado. Han estado encabezadas por la vicepresidenta Nadia Calviño, asegurando que era una decisión absolutamente equivocada, después sugiriendo que era antipatriótica -«Ferrovial se lo debe todo a España»-, más tarde amenazando a la compañía con una investigación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para dilucidar si los argumentos aportados por la empresa de Rafael del Pino para motivar el cambio de sede responden a la realidad, y finalmente amenazando a la compañía con restringir con ella la contratación de obra pública.

El presidente Sánchez se sumó poco después a los ataques afirmando que Rafael del Pino quiere irse de España para «pagar menos impuestos y dejar de arrimar el hombro». En realidad, todo el Gobierno se ha movilizado para conseguir que Ferrovial declarara públicamente que su decisión no tiene nada que ver con que en España haya inseguridad jurídica, aunque todos los expertos y los mercados piensan que esto es lo que ocurre con un Gobierno como el nuestro que cambia continuamente las leyes y las reglas del juego perturbando la estabilidad de las empresas y complicando su adaptación a un horizonte previsible.

Críticas de la CNMV

El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, también acabó sumándose a las críticas afirmando que cualquier firma española puede cotizar en Estados Unidos sin necesidad de cambiar de residencia fiscal, pero esto no es cierto. Ferrovial ha defendido que no existe actualmente ninguna estructura que habilite a una sociedad española cotizada para negociar sus acciones en los mercados de valores de Estados Unidos de forma directa. Según la información disponible, para crear esa estructura hace falta dar, primero, solución a una serie de cuestiones técnicas y operativas, que incluye la compatibilidad tecnológica, rebalanceos, reconciliaciones de saldos o protocolos de información, entre otros.

«Ello requiere tiempo y la voluntad de los operadores y reguladores implicados», ha justificado la empresa, concluyendo que «a día de hoy las sociedades cotizadas españolas no pueden cotizar en Estados Unidos con acciones ordinarias». «Ferrovial debe proponer a sus accionistas alternativas reales y contrastadas, utilizadas con éxito por otras compañías europeas», han zanjado fuentes de la compañía, añadiendo que en otras jurisdicciones europeas -como en Países Bajos- esa doble cotización sí es posible.

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