PwC afirma que rebajar el precio de la electricidad hasta los 40 euros/MWh crearía 160.000 empleos

Jordi Esteve, socio responsable del área de Economics de PwC, afirma que, según sus análisis, una rebaja del precio de la electricidad a «40 euros el megavatio hora (euros/MWh) de media en el año» provocaría la creación de «casi 160.000 nuevos empleos». Así lo ha asegurado el profesional durante la presentación del informe Impacto socioeconómico en España de una factura eléctrica competitiva en la industria electrointensiva durante el Foro Industria Electrointensiva: Impulsando el Futuro organizado por la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) al que ha asistido OKDIARIO.

«Bajando a esos 40 euros/MWh de forma media en el año, lo que nos daría es la capacidad de contribuir a la economía en 4.500 millones de euros más de PIB (Producto Interior Bruto)», explica el responsable.

«Estamos hablando de PIB, no de facturación, un parámetro muchísimo más complicado. Un crecimiento de la industria de más de un 6,5%. Eso, además, con otros efectos positivos. Por ejemplo, en términos de balanza comercial, conseguiríamos reducir en un tercio el déficit comercial que tenemos ahora mismo estructuralmente como país», explica el representante de PwC.

Y esas circunstancias económicas impactarían sobre el empleo en España, generando nuevos puestos gracias a la mayor capacidad que tendría la industria electrointensiva.

PwC sobre los nuevos empleos

«En términos de empleos, también tendríamos, obviamente, una necesidad de contratación mucho mayor», afirma el responsable de PwC. «Estamos hablando de que tendríamos que producir más, tanto para el mercado nacional como mercado de exportación», explica.

«Estaríamos generando más de 35.000 puestos de trabajo adicionales», asegura. «Y esto es así porque la industria electrointensiva es, como el sector industrial, un sector relativamente productivo en España que necesita más capital de empleados y, por tanto, la elasticidad no es lineal», insiste.

«Sin embargo, lo que conseguiríamos con eso, además de tener más empleo, sería tener un empleo más productivo y estable, con más capacidad de resiliencia para futuras crisis. Pero esto es una parte solo de la historia. Si nosotros lo que conseguimos es tener una industria electrointensiva más fuerte, que produzca más, vamos a necesitar también dotarle de otros insumos, que evidentemente consumiría más energía eléctrica, pero también muchas otras cosas como materia prima. Tendría más proveedores, habría una cadena de valor por detrás que se vería estimulada…», desarrolla el profesional.

Por tanto, los beneficios de la rebaja del precio de la electricidad no se quedarían en sus efectos inmediatos, sino que generarían una cadena de consecuencias que irían mejorando la economía española en general: «Si empezamos a producir más acero, necesitaremos más energía eléctrica, más industria química, más materiales, más minería, más transporte, más logística. Todo eso es una industria y son sectores que se ven beneficiados en lo que se llama la cadena de valor».

«El hecho de tener una industria electrointensiva competitiva permitiría que los clientes también fuesen más competitivos. Si ofrezco acero más competitivo, podré fabricar piezas de coches más competitivas y podré trasladarlo también a una fabricación final de vehículos eléctricos más competitivos. Esto es lo que hemos intentado modelizar en este trabajo para intentar entender cuál es el impacto real y global de toda esa transformación que supondría la reducción de la tarifa eléctrica a niveles competitivos», sentencia.

Por tanto, los nuevos empleos no se quedarían tan sólo en los generados en la propia industria electrointensiva, según. PwC, sino que provocaría un efecto mariposa sobre el mercado laboral español: «Lo que vemos es que el entorno se multiplica. 4.500 millones de euros de aportación al PIB, nos iríamos a más de 3.000 millones de euros frente a los escasos 35.000 empleos nuevos generados. Estaríamos hablando de casi 160.000 nuevos empleos, de mover la aguja de la economía nacional. Estamos hablando de aportaciones del 1% en términos de PIB, un poquito menos en términos de empleo, pero de una transformación que no es un salto en el tiempo de un solo año, sino de un salto en eslabón».

«Es decir, estamos hablando de un cambio estructural en la economía española, de conseguir una economía más rica de forma permanente y con una capacidad de financiación de las empresas públicas mayor», asegura el representante de la consultora.