¿Puede Renfe aguantar la pelea con Ouigo? La francesa recibió 20.000 millones de ayudas públicas en 2022
Ouigo cuenta con el apoyo del Estado francés para aguantar financieramente su batalla de ofertas con Renfe, que tiene las puertas cerradas en Francia
La operadora pública francesa, SNCF, matriz de la low cost Ouigo, ha recibido 20.000 millones de euros en ayudas públicas del Estado francés y de los gobiernos regionales galos en 2022, según un estudio de la consultora Fipeco que publica la prensa local. La cantidad recibida es un 45% más que en 2016, y un 17% más que en el año 2000, según estudios similares. Mientras en España se inaugura este jueves para los ciudadanos la variante de Pajares, en la línea Madrid-Asturias que gestiona Renfe, la pregunta que surge es si Renfe está compitiendo en las mismas condiciones: Ouigo opera las líneas de alta velocidad en España más jugosas dopada con dinero de SNCF.
«La liberalización del mercado ferroviario en España ha ido más rápido que en otros países de Europa. Aquí hemos abierto las mejores líneas de AVE a Ouigo y a Iryo y eso golpea las cuentas de Renfe, y dificulta que pueda cumplir con su deber de servicio público en otras líneas menos rentables», explican fuentes del sector.
«Es una batalla larga, pero Renfe no está compitiendo con Ouigo en España. Está compitiendo con SNCF, porque la matriz hace inyecciones de capital en Ouigo y pone dinero para que mantenga la pelea de ofertas con Renfe», señalan. Por lo tanto, es una batalla desigual no sólo porque Francia haya cerrado el paso a Renfe en su mercado interno, sino porque SNCF-Ouigo cuentan con los fondos de todo el Estado francés.
Según el estudio publicado este jueves por Fipeco, los 20.000 millones en ayudas son de las contribuciones pagadas por el Estado o las autoridades locales, tanto subvenciones para operaciones e inversiones como ayudas al régimen especial de seguridad social de los trabajadores ferroviarios.
Con estos millones inyectados en el operador público, la batalla con Renfe en España es desigual. La española está tratando de expandirse en mercados internacionales para tratar de atajar lo que pierde en España en las líneas que se han abierto a la competencia. Ya está en Francia en una línea menor, en la República Checa y en Arabia Saudí.
Pero el peligro es real. Renfe puede arrastrar problemas en el futuro y la pelea con Ouigo e Iryo pasará factura a medio plazo sobre todo. En cualquier caso, en Francia también dudan del coste de la SNCF. El informe de Fipeco señala que «sin duda, el ferrocarril es necesario para la transición ecológica, pero eso no es motivo para no hacer nada con respecto a los costes. Hay que plantearse la cuestión de la eficiencia».