Alerta Sanitaria

Nueva alerta sanitaria: una segunda partida de fresas marroquíes con hepatitis A

Es la segunda partida de fresas importadas de Marruecos que porta hepatitis

Fresas, marruecos, alerta alimentaria, españa

Una nueva partida de fresas importadas de Marruecos infectada con hepatitis A ha aparecido en España este lunes. La Unió Llauradora i Ramadera acaba de informar que se ha detectado un «nuevo» envío de fresas contagiadas -segunda partida infectada en sólo nueve días-. Desde la organización piden que se garantice la seguridad sanitaria.

Por otro lado, el RASFF (Sistema de Alerta rápida para el Control de Alimentos y Piensos en la Unión Europea), publicó el pasado viernes 15 de marzo una nueva alerta ante la presencia de Hepatitis A en fresas importadas. La notificación emitida califica la presencia de este virus como un «riesgo serio y potencialmente grave». Este nuevo rechazo se suma al ya detectado el pasado 9 de marzo con las mismas características.

Además, la Unió Llauradora señala que no se puede poner en «riesgo» la salud de los consumidores europeos y por ello debe informarse a la ciudadanía acerca de los controles que se efectúan a los productos importados de terceros países y en este caso a las fresas que proceden de Marruecos. «Mucho nos tememos que únicamente se realicen controles e inspecciones aleatorias y por tanto descubrir una enfermedad o una plaga es como una lotería», asegura Carles Peris, secretario general de la Unió.

Es la segunda partida de fresas infectadas

Este lote de fresas infectadas con hepatitis A es la segunda partida de esta fruta, procedente de Marruecos, que genera una alerta sanitaria. La primera se reportó a principios de este mes. Según la ficha número 2024.1531 del RASFF, del día 4 de marzo, un conjunto de fresas importadas el día 19 de febrero contenían el virus de hepatitis A. Estas fresas superan el máximo nivel permitido de este microorganismo patógeno, lo que está calificado como grave por el RASFF.

Por su parte, los agricultores de Unión de Uniones, la segunda organización de agricultores más representativa de España, advirtió en aquella ocasión que era muy posible que hubieran entrado «más fresas» con hepatitis, por lo que animaban a los consumidores a «participar» en las propuestas de los productores españoles para incrementar los controles sobre la importación de alimentos. De hecho, la asociación convocó a toda la población para que participara en una tractorada que hubo en Madrid.

Además, Los agricultores recordaron que existen ya muchos casos de fresas u otros productos importados sospechosos de contener sustancias nocivas: «Este verano se detectó una partida de sandía tratada con un insecticida prohibido en la Unión Europea desde hace más de 40 años. Hace unos días, han entrado fresas que no eran aptas para el consumo porque estaban infectadas por hepatitis».

¿Cuáles son los síntomas de la Hepatitis?

Lo primero que suelen notar los pacientes enfermos con Hepatitis A es fiebre, malestar, ictericia, debilidad, náuseas y vómitos. El proceso no es inmediato, sino que la incubación del virus puede durar unas 2 o 4 semanas.

A medida que pasa el tiempo, entre el 10% y el 15% de las personas afectadas pueden sufrir síntomas menos graves, se tratan de casos asintomáticos (que pueden contagiar la enfermedad), pero generalmente la gravedad de la dolencia aumenta con la edad y con enfermedades previas. Es cierto que existen vacunas para la Hepatitis, pero todavía no hay un tratamiento específico contra la enfermedad.

Los síntomas, por lo general, aparecen de 2 a 6 semanas después de estar expuesto al virus. Generalmente son leves, pero pueden durar hasta varios meses, especialmente en adultos:

  • Fatiga.
  • Orina oscura.
  • Picazón.
  • Pérdida del apetito.
  • Fiebre baja.
  • Náusea y vómitos.
  • Heces de color arcilla o pálidas.
  • Piel amarilla (ictericia).
  • Pruebas y exámenes

Hasta el momento, existen cinco tipos de hepatitis debidamente registrados por la ciencia:

  • Hepatitis A, que hace referencia la enfermedad que se adquiere mediante el consumo de alimentos contaminados o agua, aunque también se puede desarrollar después de ciertas prácticas sexuales. Aunque, la recuperación de la misma suele ser rápida, ya que no presenta unos síntomas muy graves.
  • Hepatitis B, la cual se transmite cuando se entra en contacto directo con semen, sangre u otro tipo de líquidos corporales de una persona que está infectada. Esta infección puede ocurrir, incluso, cuando ese contacto es de cantidades consideradas microscópicas. Es importante detectar la enfermedad de forma temprana para evitar que la misma desarrolle otro tipo de problemas, como cirrosis o cáncer.
  • Hepatitis C, que se transmite cuando una persona queda expuesta a sangre contaminada. Las jeringas, agujas, piercings y transfusiones de sangre suelen ser las principales causas de contaminación.
  • Hepatitis D, este tipo suele afectar a personas que ya estén infectadas con hepatitis B. De hecho, esta característica es imprescindible porque el virus D necesita al virus B para poder sobrevivir.
  • Hepatitis E, que también se transmite a través del consumo de alimentos y agua contaminada, pero lamentablemente y a diferencia de la hepatitis A, no cuenta con vacuna.

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