Luis de Guindos incorpora Industria al Ministerio de Economía, pero se queda sin Hacienda
Luis de Guindos seguirá al frente de la cartera de Economía y Competitividad, incorporando también las labores de Industria, pero no ha logrado que Mariano Rajoy le haya nombrado ministro de Finanzas y no tendrá competencias en materia de Hacienda. Aunque el presidente había manejado la idea de crear un superministerio para integrar Economía y Hacienda, finalmente Rajoy ha dejado en manos de Cristóbal Montoro la política fiscal, tal como ha avanzado OKDIARIO.
La principal novedad es que el Ministerio de Industria desaparece como tal y las competencias se integran en la cartera de Economía. De esta forma, Luis de Guindos sale reforzado parcialmente a pesar del escándalo del nombramiento de José Manuel Soria como candidato a directivo del Banco Mundial tras salir del Gobierno por su implicación en los Papeles de Panamá y de la posterior designación de Jiménez Latorre, es secretario de Estado de Economía con negocios en el paraíso fiscal de Delaware, en Estados Unidos.
El presidente premia la labor del ministro capitaneando las negociaciones con la Comisión Europea. Cuando llegó De Guindos negoció el rescate financiero de las cajas de ahorros y, más recientemente, ha logrado que Bruselas de un balón de oxígeno a España para cumplir sus objetivos de déficit. De esta forma, el sector público podrá cerrar 2016 con una brecha de hasta el 4,6% del PIB y no será hasta 2018 cuando se verá obligado a rebajar esta tasa por debajo del 3%, tal como establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
El primer reto del ministro será coordinar con Hacienda las reformas necesarias para ajustar los 5.000 millones de euros prometidos a Bruselas para concluir el próximo año con un déficit público máximo del 3,1% del PIB. El ajuste total es de 15.o00 millones de euros, pero De Guindos espera lograr ingresos extra de 10.000 millones de euros por la evolución del ciclo económico.
Otro tema urgente que está sobre la mesa del ministro es la privatización de Bankia y de Banco Mare Nostrum (BMN), entidades financieras que están controladas por el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). De Guindos respalda la fusión de ambos bancos para su posterior privatización y estudia la petición de Ciudadanos para pedir a Bruselas un aplazamiento para concluir la salida del Estado del capital. La ley obliga a terminar el proceso como muy tarde antes del primer trimestre de 2018.
La renovación de los organismos reguladores es otro de los elementos importantes que deberá gestionar el ministro. El nuevo Gobierno tiene que cubrir cuatro puestos en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tres en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), nombrar presidente en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y un nuevo subgobernador en el Banco de España.
En cuanto al talante negociador que necesitará este Gobierno durante la Legislatura, De Guindos ha hecho gala de su capacidad para llegar a acuerdos y, de hecho, lleva semanas en contacto con el primer espada económico de Ciudadanos, Luis Garicano, para acercar posturas en política económica.
Su relación con Jordi Sevilla es también muy buena, aunque el que fue ministro con José Luis Rodríguez Zapatero se ha apartado de la primera línea política con la defenestración de Pedro Sánchez. Si Manuel de la Rocha vuelve a tener responsabilidades en el PSOE será una buena noticia para De Guindos, ya que es un político moderado que ha defendido en numerosas ocasiones la necesidad de reducir el déficit público para sentar las bases del crecimiento futuro.
Finalmente, con la integración del área de Industria en el Ministerio de Economía y Competitividad, De Guindos tendrá que hacer frente a diferentes desafíos para potenciar el peso del sector industrial en el PIB y acometer medidas para sectores tan relevantes como el comercio o la industria automovilística, que es uno de los sectores que está liderando las exportaciones.
Para ello, De Guindos coordinará todas estas actuaciones con la ayuda de los secretarios de Estado del ministerio, con los que tendrá que encargarse de asuntos como la reconversión de las comarcas mineras y de seguir mejorando la competitividad española para la buena marcha del comercio y de las exportaciones e importaciones, entre otras cuestiones.