Kellogg’s, los cereales creados por casualidad, cumplen 40 años en España
Los cereales de Kellogg’s vinieron al mundo por casualidad. Su receta no fue algo que meditaran ni estudiaran: el médico John Harvey Kellogg estaba cocinando junto con su hermano Will, allá por 1898, unos cereales integrales. Se les olvidó sacar del horno el trigo cocido, que acabó por tostarse dando lugar a los que fueron los primeros copos de Corn Flakes de Kellogg’s.
Desde ese día en la cocina han pasado casi 120 años. Lo que era una receta familiar pasaría a ser el desayuno por excelencia en Estados Unidos aunque para ello tuvieron que esperar unos años más. En 1906, Will Kellogg abrió la compañía Battle Creek Toasted Corn Flake Company, que fue creciendo hasta contar con 44 empleados, con el fin de crear «alimentos saludables y con un gran sabor para el desayuno», según cuentan desde la compañía.
En 1922 desembarcó en Estados Unidos y cincuenta años después llegó a las casas de los españoles, en 1977. Imágenes tan reconocidas como el tigre de Frosties, la rana de Smacks o el mono de Choco Krispies forman parte de los recuerdos de miles de personas en nuestro país.
Los cereales de Kellogg’s, en 180 países
La empresa ya ha llegado a 180 países del mundo y aún sigue manteniendo los valores de Will Kellogg: crear alimentos de calidad compatibles con una vida sana.
Durante cuatro décadas el mercado de cereales de desayuno en España ha crecido y se ha diversificado gracias a la innovación: se han incorporando nuevos ingredientes, como diferentes granos y semillas; y formatos, como las granolas, que amplían la oferta para adaptarse a la evolución de los gustos de la población.
Para dar respuesta a la variedad de gustos de los españoles, Kellogg cuenta con una materia prima producida en España: su planta de producción en Valls (Tarragona), que lleva en funcionamiento desde 1980, utiliza arroz producido en nuestro país como materia prima para la elaboración de cereales de desayuno que se comercializan en más de 20 países.
Campos de arroz del Delta del Ebro
En 2012, Kellogg lanzó en España el programa Origins, con el objetivo de optimizar los recursos, mejorar la rentabilidad y reducir el impacto medioambiental de estos cultivos de arroz.
Los campos de arroz del Delta del Ebro participantes en este programa han tenido un considerable incremento del rendimiento respetando más el medioambiente. Más del 20% de la superficie arrocera del Delta del Ebro aplica las Mejores Prácticas en el cultivo del arroz identificadas y puestas en marcha por el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria) gracias a esta iniciativa, que ayuda a los agricultores de la región del Delta del Ebro y de la zona arrocera de Valencia a compaginar sus intereses con los de su entorno.