Los impagos de alquileres siguen sin volver a los niveles previos al coronavirus
Las incidencias por impago en el alquiler comunicadas por los arrendadores han vuelto a los niveles más altos previos a la crisis del coronavirus. Así lo confirman los datos del Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), la plataforma de monitorización de rentas. Aunque el resultado se ha moderado considerablemente respecto al estado de alarma -cuando las incidencias se dispararon un 380%-, todavía está muy por encima de los niveles alcanzados en años anteriores.
En concreto, las notificaciones por falta de cobro en el alquiler representaba el 6% respecto al total de contratos monitorizados en la tercera semana de julio. El resultado se ha reducido once puntos respecto al máximo anual alcanzado en la segunda semana de mayo.
«Las incidencias siguen creciendo, pero no tanto como en meses anteriores, lo que se explica por el hecho de que hay gente que ha vuelto a la actividad o que han salido de los ERTE o incluso ya los han cobrado y pueden hacer frente al pago de sus rentas», explica Sergio Cardona, director de Estudios y Calidad de Fichero de Inquilinos Morosos.
A pesar de la mejora de los datos, desde FIM explican que los propietarios todavía están preocupados por lo que pueda ocurrir en los próximos meses. La dimensión de las crisis económica determinará su futuro. La situación es tan compleja que ocho de cada diez propietarios creen que todavía están en riesgo de sufrir un impago en su vivienda, lo que supone el dato más alto de los últimos meses.
El director de estudios y calidad de FIM explica que el hecho de que un arrendador comunique que no ha cobrado el alquiler, no supone que se trate de un impago. Es decir, en muchos casos puede deberse a un retraso puntual en el pago, y es el propietario el que decide si incluye a su inquilino como moroso. «Muchos caseros sabían la situación laboral por la que atravesaban sus inquilinos y han preferido esperar para ver cómo se desarrollaba la situación antes que incluirlos en la lista de morosos», dicen el director de Estudios y Calidad de Fichero de Inquilinos Morosos.
Crecen un 380% durante el estado de alarma
Las cifras avanzadas por FIM hace tan sólo un mes ya confirmaban el impacto directo que la crisis estaba causando a los propietarios. En concreto, las incidencias por impago en el alquiler comunicadas por los arrendadores se dispararon un 380% durante el estado de alarma. Además, a partir de la tercera semana de marzo -coincidiendo con la limitación de la movilidad de los ciudadanos- las incidencias se multiplicaron por dos respecto a la semana anterior.
«Con el estado de alarma y la obligación de los ciudadanos a confinarse, se incrementó la incertidumbre en el terreno laboral y personal, provocando impagos y retrasos en los pagos», explicaba FIM, que también destacaba que no fue hasta la primera semana de abril cuando se reflejó la incidencia del coronavirus en el pago de los alquileres.
El Fichero de Morosos recuerda que existen mecanismo para buscar inquilinos solventes y fiables y también formas para asegurar el cobro de las rentas. Uno de los productos más contratados por los propietarios para garantizar el cobro de sus rentas son las pólizas de seguros de alquiler, cuya contratación ha llegado a crecer a doble dígito por la pandemia.
Otra herramienta que protege a los propietarios frente a los impagos es el seguro de caución. El inquilino -encargado de contratarlo- garantiza que va a cumplir sus obligaciones de pago, aunque existe un límite de reclamación de rentas de dos meses. Los avales bancarios también incluyen un límite de reclamación. En concreto, no se puede exigir al inquilino que aporte un aval por más de dos meses de renta, con lo que la protección de pago vuelve a ser por lo general insuficiente para el arrendador.