La gran batalla de 2024: Escrivá y Delgado pelearán por ser gobernador del Banco de España
La elección de Carlos Cuerpo para Economía abre la carrera para sustituir a Pablo Hernández de Cos como gobernador del Banco de España en junio entre dos de los candidatos a ministro que se han quedado sin el cargo: José Luis Escrivá y Margarita Delgado. Una carrera que se presenta muy dura porque ambos quieren el puesto como sea.
Escrivá ya se postuló para el Banco de España en octubre, antes de que se abriera la posibilidad de ser ministro de Economía si Nadia Calviño era nombrada presidenta del BEI. Según fuentes cercanas al ministro, el puesto de gobernador ha sido siempre su gran aspiración; no hay que olvidar que él comenzó su carrera en el Servicio de Estudios de este organismo y que posteriormente pasó por el BCE en los primeros años de la autoridad monetaria.
Posteriormente, también presentó su candidatura para ministro de Economía, entre otras cosas porque el propio BCE no ve con demasiados buenos ojos «que un cargo político pase sin solución de continuidad a un banco central miembro del Eurosistema, que es una institución que debe ser independiente de los Gobiernos nacionales».
Sin embargo, sus aspiraciones se han visto frustradas a pesar de que era el candidato más obvio para el Ministerio, máxime cuando Pedro Sánchez le nombró ministro de Transformación Digital, algo que se interpretó de forma generalizada como un paso intermedio para ser ministro de Economía si finalmente Calviño se iba al BEI, como así ha sido.
En cuanto a Margarita Delgado, actual subgobernadora del Banco de España, considera que el Ejecutivo le debe el cargo de gobernadora después de no apoyarla lo suficiente para alcanzar la presidencia del Consejo de Supervisión bancaria europeo, como informó OKDIARIO. Delgado perdió finalmente este cargo a manos de la alemana Claudia Buch, precisamente para que Calviño tuviera más probabilidades de llegar al BEI.
Delgado consideró que la entonces vicepresidenta -que fue quien la propuso para el cargo de subgobernadora- la había «dejado tirada» en sus aspiraciones, lo que agrió las relaciones entre ambas. Y por eso cree que el Gobierno debe desagraviarla nombrándola gobernadora.
Pros y contras de cada uno
En esta pugna entre Escrivá y Delgado por el sillón del Banco de España influyen factores muy dispares y es complicado a priori apostar por un ganador. En el caso del primero, tiene a su favor la buena relación con Calviño, que según algunas fuentes pretende seguir teniendo voz y voto en el nombramiento de gobernador. Y sería una buena manera también de desagraviarle tras dejarle sólo con las migajas de Transformación Digital y Función Pública.
También cuenta con otra ventaja muy relevante: es un hombre de estudios, y Pedro Sánchez quiere un gobernador que suavice el tono crítico con la política económica del Gobierno que ha mantenido Hernández de Cos, que prácticamente ha sido el único que ha levantado la voz -junto a la AiREF- contra las medidas de extrema izquierda que ha adoptado el ejecutivo por imposición de Podemos y Sumar.
En su contra, como se ha dicho, las reticencias del BCE a que el gobernador provenga de un cargo político. De hecho, algunas fuentes sostienen que Sánchez no quiere que sea gobernador y por eso le ha mantenido como ministro y ha ampliado sus competencias.
En cuanto a Margarita Delgado, aparte del citado agravio, no tiene otra cosa si se queda sin el puesto, a diferencia de Escrivá: su mandato también termina en junio y no es prorrogable. Y cuenta en su haber con que es mucho más experta en supervisión bancaria.
Ahora bien, la supervisión de las principales entidades financieras españolas es competencia del BCE, luego el papel del Banco de España es de mero ejecutor. Y, de nuevo, a Sánchez le importan más los informes del Servicio de Estudios que la banca.
Pero Delgado sí tiene una cualidad que le otorga una importante ventaja a ojos del Ejecutivo: que es mujer. Sería la primera mujer en la historia que ocupara el cargo de gobernador, y ya se sabe que estas cosas le gustan mucho a Sánchez.
En cualquier caso, va a ser la gran batalla en lo que se refiere a cargos económicos en 2024, sin despreciar el reparto de tareas entre Carlos Cuerpo y María Jesús Montero. La titular de Hacienda ha sido ascendida a vicepresidenta primera, pero el nuevo ministro de Economía se queda con la presidencia de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos. Esto se interpreta en fuentes de la Administración como que será Cuerpo el que lleve la gestión de la economía, mientras que Montero tendrá un papel más político.
Asimismo, será Cuerpo el que acuda a las reuniones del Ecofin como hacía Calviño, dado que Montero no sabe inglés. No obstante, este reparto de tareas es terreno abonado para los enfrentamientos y es probable que choquen con cierta frecuencia.